Capítulo 24: Sixteen seconds.

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~Jason~

Llego a casa y anuncio mi llegada, recordando que mi madre se encuentra en el hospital. Quizás no debería ir al partido de esta noche. Quizás lo suyo sería meterse en la ducha para deshacerse de toda esta harina, limpiar la bañera de la masa que se hará cuando se moje y volver a la sala de cuidados intensivos en la que mi madre está ingresada.

Por otro lado, este es mi segundo partido como jugador. Al fin he conseguido cumplir mi sueño y, aunque mi madre es mucho más importante, siento que estoy traicionando a mi padre, dejando el fútbol a un lado. Además, si mi madre estuviera aquí, me diría que jugase el partido.

Salgo al exterior una vez limpio y observo el cielo nublado. No parece que vaya a llover, pero no es una opción destacable tampoco. Es como si el cielo estuviera tan indeciso como yo. Finalmente, decido ir al campo de fútbol y prepararme para el partido contra los Caballeros Templarios o, como son conocidos en la liga, los Knights.

El estadio se llena de alumnos de ambos institutos, que vienen a animar a su equipo a pesar de lo oscuro que se está poniendo. Y no solamente porque se está haciendo de noche, sino porque las nubes cada vez son más espesas. El partido comienza con el ataque a nuestro favor, por lo que Brady recibe el balón y echa a correr hasta que es placado.

En el segundo ataque, grito su nombre mientras corro hacia delante, por lo que el rubio lanza la pelota a bastante altura y gran velocidad. El balón avanza metros y metros sin perder altura, por lo que comienzo a temer que algún defensa consiga barrerme antes de poder finalizar la jugada.

– ¡Lo vas a placar! —Exclama Erik, avisándome de los cuatro jugadores que me rodean.

Pero, entonces, el balón decide que ha tenido suficiente y comienza a caer por la fuerza de la gravedad. Al ver como los defensas se lanzan para tirarme al suelo, decido saltar con todas mis fuerzas, superándolos en altura y tomando el balón entre mis manos. Nada más rozas el suelo, echo a correr hacia la línea de touchdown sin mirar atrás. Los alumnos del Mercy Grace se levantan de sus asientos, silbando y gritando mi nombre, con entusiasmo. Erik me observa boquiabierto, mientras yo le muestro un pulgar arriba.

– ¡Muy bien, Jason! ¡A por los seis puntos! —Grita Mark, corriendo detrás mío.

Aunque sé que hay jugadores de los Knights detrás mío, mi lobo interior me avisa de su presencia con el tiempo suficiente para poderlos esquivar. Cuando uno intenta placarme con un salto horizontal, decido arquear mi espalda como si esquivara una bala en la película Matrix o pasase por un limbo a una altura muy cercana al suelo.

– ¿¡Cómo lo ha hecho!? —Exclama el entrenador Soto, aplaudiendo.

– Interesante... Es mejor de lo que parece a primera vista.

Llego a la línea final y consigo seis puntos para los Halcones. Brady decide intentar conseguir dos puntos extras con un pase arriesgado. El receptor será Erik, que echa a correr hacia la línea de touchdown una vez Brady recibe el balón. Me percato de que un Caballero ha conseguido pasar nuestra defensa, pero lo intercepto antes de que alcance a nuestro Quarterback, que le pasa el balón al muchacho dentro de la zona.

Al tocar el balón es placado por un jugador, cayendo boca abajo. Todos le miramos con atención al mismo tiempo que el árbitro le pide al defensa que se levante. Al ver el balón sujeto por los antebrazos de Erik, el árbitro acepta la jugada y conseguimos ganar de ocho.

El partido continúa y los Knights demuestran una gran habilidad tanto en ataque como en defensa. Por más que intentamos detener sus jugadas, siempre conseguían avanzar demasiadas yardas antes de caer. Su único punto débil era la defensa en contraataque, por lo que hacia la mitad del segundo tiempo decidimos cambiar la estrategia defensiva a robar pases, aunque eso hacía que una vez tomaran el balón, llegasen a línea de touchdown casi todas las veces.

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora