Amor Entre Sombras [Remastered]

Capítulo 17: Meeting the parents (II).

~Jason~

Voy a seguir mi camino hacia casa cuando me doy cuenta de que Matthew se ha olvidado de devolverme la chaqueta. Aunque no me importa mucho, sé que si no la recupero antes de mañana, la gente comenzará a hablar de ello y el entrenador Soto mostrará su descontento por no verme luciendo el orgullo deportivo del Mercy Grace.

Así pues, a sabiendas que convive con dos vampiros y que las probabilidades de que me convierta y les ataque son elevadas, decido llamar al timbre. Segundos después, Matthew me abre la puerta, sorprendido de verme ahí. Aunque lo que me desconcierta a mí son los dos hombres detrás de la mujer que luce idéntica a la fotografía que Matthew me mostró de Sheila y Thomas.

Es entonces cuando caigo en la cuenta de que tienen invitados. Y, aunque mi intención es la de poner pies en polvorosa, Sheila me invita a entrar por culpa de la lluvia —que ahora parece en mi contra cuanto hace unos momentos creó la situación más mágica para besarme con Matthew— y mis ojos se vuelven amarillos cuando su mano toca mi brazo.

– ¡Hombre lobo! —Gritan los dos hombres, saltando sobre mí.

Sin nada más que hacer, me defiendo y los dejo inconscientes en dos rincones del jardín de Matthew, que me abraza para tranquilizarme. Un hombre que luce como Thomas aparece detrás de Sheila y se disculpa por el comportamiento de sus amigos. Para cuando me doy cuenta de lo que está sucediendo, Matthew enlaza mis dedos entre los suyos en el pasillo de su casa.

– Este es uno de los cuartos de baño. La bañera es victoriana, creo, así que los grifos son un poco raros... Este te tirará agua caliente, así, y éste, fría...

– G-gracias, y lo siento... De haber sabido...

– No te preocupes, me alegro de que estés aquí. Aunque Sheila esté comportándose raro, Thomas siga siendo Thomas y tengamos a dos invitados que no esperaba y que odian ocultarle cosas a Ian...

– También me disculparé con ellos, por haberlos golpeado.

– Déjalo, que se aguanten, por idiotas. No debieron atacarte sin más, pero Ian les ha contado a todos en su clan que los hombres lobo son escoria y que deben morir. Y claro, aquellos que no conocen la historia de... Luego hablamos, que hay algo que tengo que preguntarte.

– Oh, vale...

– Voy a por algo de ropa, ¿sí? No te... Es igual.

Por un segundo tengo la sensación de que Matthew iba a pedirme que no me desnudase todavía, imagino que porque todavía tenía que entrar al baño a dejarme la ropa limpia, pero no sé por qué esa idea me parece atractiva en este momento. Deshaciéndome de ella tan rápido como ha venido, espero pacientemente hasta que el vampiro aparece con un chándal.

– Por si mi ropa te va grande o demasiado ajustada... Este chándal es flexible y tiene la cuerda ésta para apretarlos si te van grandes.

– Muchas gracias, Matty.

Aunque quiero pedirle que se quede, sé que es una completa locura. Apenas acabamos de besarnos y ya quiero ducharme con él. Aunque, claro, después del sueño erótico, quizás vaya un paso más adelante que él y quiera corroborar si tengo demasiada imaginación o las proporciones se corroboran en la vida real.

Con el cuerpo en llamas, decido darme una ducha de agua fría para bajar mis humos. Una vez seco y vestido, salgo del baño con la toalla y la ropa empapada de hoy, que Matthew toma de mis brazos y la deja en un cesto que imagino está lleno de ropa sucia para lavar. Bajamos juntos las escaleras y Thomas me llama por mi nombre, pidiéndome ayuda en la cocina.