Amor Entre Sombras [Remastered]

Capítulo 37: Dearest Jason Jay.

~Matthew~

Los días siguen pasando y Jason y yo los disfrutamos cuánto podemos. Aunque en ocasiones me ha regañado por distraerlo de los deberes cuando no puedo separarme de sus labios, lo cierto es que hemos estado avanzando mucho en nuestra relación últimamente. Hasta estuvimos a punto de intimar una vez, siendo interrumpidos por uno de los obreros, quien nos avisó de que habían terminado el cuarto de baño del piso inferior —a pesar de hacerlo dos días después de lo esperado—.

Tras saludar a mi padre, caminamos hacia la habitación en la que se encuentra Emma, la madre de Jason, una vez le dieron el alta en la UCI. Al llegar, pero, vemos desde la ventanilla de la puerta como hay un hombre dentro.

Su cabello es de color rubio oscuro, aunque algunas canas le dan un degradado blanquecino muy atractivo. Aunque está de espalda, podemos ver que se trata de un hombre de tez algo bronceada y de cuerpo atlético. Tanto a Jason como a mí se nos hace familiar, pero no conseguimos reconocerlo.

– ¿Qué hacemos? Parece necesitar un momento... —Me susurra mi novio, señalando la cama en la que el hombre está sujetando la mano de Emma con las suyas.

– Deberíamos irnos... —Pero su voz nos detiene.

– Oh, Emma... Me duele tanto verte aquí, atada a esta máquina. Todos los días me recuerdo a mí mismo que eres la misma chica que le dio una paliza a ese idiota de George McCrae en el rally antes del partido contra los Saqueadores por tratarla como una damisela en apuros. Quizás nunca oigas esto, pero desde ese día me enamoré de ti y desde ese día sigo estándolo. Incluso ahora. Lo cual fue injusto para mi esposa, lo sé... Solo quiero que encuentres el pulmón que necesitas y que yo no puedo darte al no ser un donante compatible y que pueda tener la oportunidad de decirte todo esto a la cara para ver si tú sientes lo mismo...

El hombre se levanta, alarmándonos. Sin saber muy bien qué hacer, tiro de la manga a Jason para escondernos detrás de una máquina y vemos salir al pretendiente de Emma que resulta ser el mismo hombre que se hizo cargo de los gastos de la obra de reconstrucción del piso de abajo del hogar de los Jay: Pedro Crawford, el padre de Brady.

– Oh, dios mío... —Dice Jason, saliendo del escondite— Ese era...

– E iban juntos al instituto, ¿lo sabías?

– No, pero... Mi padre me habló de un chico que también estaba enamorado de mi madre. Me dijo que era el quarterback del equipo de fútbol y que era lo único interesante que tenía, pero mamá siempre decía que decía eso porque estaba celoso y tuvo miedo de que lo eligiera a él, siendo incapaz de ver lo mucho que ella le quería y que nunca tuvo dudas de que Jason era el hombre con quien se casaría.

– ¿Crees que Brady lo sabe? —Mi novio se encoge de hombros— ¿Crees que deberíamos decírselo?

– No creo que sea una buena idea... La vida de nuestros padres son cosas suyas. Meternos en sus asuntos puede no ser lo mejor para ninguno.

– Tienes razón. Aunque, el padre de Brady...

Jason asiente, saludando a su madre con un beso en la frente. Aunque la mujer sigue dormida, en su rostro puedes ver lo agradecida que está por el recibimiento. Poco después, despierta, por lo que hablamos un poco con ella antes de irnos a clase. Al llegar, nuestros amigos se unen a nosotros y caminamos juntos hacia el aula, encontrándonos con Sharon.

– Pero si es el equipo Sobrenatural. —Comenta, de brazos cruzados— Todavía no le has dado el visto bueno a mi noticia, Jason y debía haberla colgado ayer. Vamos a perder la expectancia del momento.

– Todavía no he terminado de leerla, he estado ocupado. Con mi madre en el hospital y todo eso, nada importante... —Ironiza el hombre lobo, haciéndonos reír.