<Maratón 1>—Me estás jodiendo ¿cierto?
El grito de Fabiola provoca que mis ojos se entrecierren, aún no me acostumbro a su voz chillona e irritante.
Ahora fue que tuve tiempo de verme con ella y contarle todo lo sucedido. La universidad me consumió esta semana; también tuve que ponerme al día con las clases que no tomé, que fueron muchas, por cierto. Y en la floristería no nos vimos porque ella estaba con sus clases de piano después que salía de la Universidad.
Hoy ella vino a mi casa a pasarse el día conmigo. Bertha nos ha tratado de maravilla, nos subió galletas con chispas de chocolates y yogurt.
—Obvio tiene que ser un plan de la tal Regina o como sea.
—Georgina
—Da igual, su nombre no le varía lo perra.
—Eres todo un caso.
—Y tú una estúpida ¿te vas a dejar coger a tu hombre? Está claro que ella sólo quiere quedarse con él y obviamente te tenía que quitar del camino.
—Es que no sé...
—¿Cuándo has sabido algo? Tú nunca sabes nada y cuando sabes algo te haces la estúpida.
Ruedo los ojos.
—¿Eres mi mejor amiga o la mejor amiga de Daniel?
—Tuya y amiga de Daniel, y como tal quiero el bien de ambos.
—Mi bien es estar alejada de él.
—Eso piensas tú porque eres boba. Sabes perfectamente que lo que él te dijo tiene sentido ¿no? La droga existe, y no lo dudo que esa arpía le haya dado alguna bebida y lo drogara para que esas zorras se lo cojan. Él drogado no puede poner resistencia, obviamente.
Ahora ya me empezaba a sentir culpable. No no no, yo no tenía la culpa, no.
—¿Tú crees?
—Obvio Natalia, ¡Daniel te ama, idiota! Hay que ser muy estúpido para no darse cuenta ¿has visto como te mira? Sus ojos brillan como un puto Dios cuando te observa, ese hombre da la vida por ti.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
—No me detuve a pensar en nada de eso.
Ella se jala los moños como loca.
—Porque solo te enfocaste en esa noche específicamente, pero no te concentraste en navegar el pasado. Él te salvó de la muerte, sólo por él estás aquí hoy.
Las lágrimas ya estaban saliendo de mis ojos, en realidad no me detuve a pensar en nada de eso; joder, si fui toda una insconciente, si Daniel no me perdonaba estaba en su total derecho de hacerlo. Yo no confié en él cuando debía.
Me abalanzo a los brazos de Fabiola para abrazarla, y de paso soltar unas cuantas lágrimas en sus hombros.
Ella siempre me abría los ojos.
▪▪▪
Decir que Daniel estaba enojado conmigo era poco; ni siquiera me miraba, mi presencia era prácticamente inexistente ante él. Muchas veces he intentando llamar su atención, pero no hace nada, parece un palo tieso.
Lo que más me desagrada es que lo he visto muy cerca de la tal Georgina, no se separan (literalmente) y se supone que ella tuvo la culpa de todo lo que pasó ¿que hacía con ella de aquí para allá?
ESTÁS LEYENDO
Abismo
Teen Fiction"Un Aplauso A Los Ángeles Caídos" ©Todos los derechos reservados. Espectacular Portada Hecha Por: @Duxncs