Capitulo 48

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Bajo las escaleras con rapidez para adentrarme en la cocina, el olor a condimentos de comida llegaba a mi habitación como si la cocina estuviese allí y me lo encontraba súper extraño ya que es muy temprano en la mañana y Bertha no acostumbraba a hacer cosas fuertes para desayunar, siempre salía ese olor dulzón. La curiosidad por saber que estaba haciendo Bertha me hizo dejar mi habitación para venir a ver.

—¿Que estás haciendo?— pregunto poniéndome a un lado de ella, frente a la estufa.

Me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

—Esta noche vienen los Brown a cenar ¿tu padre no te ha dicho?

Niego frenéticamente.

¿A que vienen los padres de Daniel a cenar? Eso me resulta bastante extraño y me pone de los nervios por alguna extraña razón. 

—¿Sabes a que vienen?— pregunto curiosa.

Se encoge de hombros, al parecer sin darse cuenta de mí desconcierto.

—No es la primera vez que lo hacen, de echo, antes solían venir todos los domingos a almorzar; pero los compromisos los alejaron un poco, al parecer se han animado de nuevo.

—Ah— es lo único que sale de mis labios.

Joder joder joder, no podía ser cierto ¿tendría yo que estar presente en esa cena? Podría inventarme algo, me daba vergüenza ver a los padres de Daniel después de todo lo que ha pasado ¿estarán ellos enterado de lo que pasó?

Y la pregunta que mas me cruzaba por la cabeza era: ¿Daniel vendría?

—El joven también viene— responde mágicamente Bertha a mi duda.

¿Que te he hecho Jesús?

•••


Me despido de Greg antes de salir del Mercedes. Greg es el chófer de casa, mi padre ha insistido en que ya no es necesario que me levante tan temprano a tomar el bus teniendo chófer en casa.

—Natalia— chilla la voz de Ángela a mis espaldas. 

Me giro para verla correr hasta mi con una sonrisa de oreja a oreja. Va mas animada de la cuenta, algo que también me pone de muy buen humor.

—¿Y a ti que te ha pasado?— pregunto en cuanto llega a mi lado. 

Entrelaza su brazo con el mio obligándome a caminar dentro de nuestra facultad.

—Necesito de tu ayuda. Es una súper emergencia— dice igual de emocionada.  

Alzo una ceja y me quedo en silencio dándole a entender que siga.

—El viernes iré a conocer los padres de Jackson y no sé que usar— dice súper rápido— ¡Anoche me ha dicho que quiere que conozca a sus padres! ¿sabes que significa eso?

Reprimo una risa.

—Que va en serio— afirmamos al unísono.

—¡Yes!— chilla tan fuerte que todos la miran.

Inmediatamente cuando se ve con toda la atención puesta en ella se sonroja.

—Me alegro bastante de que vayan tan bien. De verdad no me esperaba que Jackson fuese tan buen chico.

Ella ríe.

— Ni yo— suelta un bufido— era tan pesado. Su forma de demostrar que le gustaba era todo un asco. 

Asiento mientras río.

En cuanto llegamos al salón hacemos silencio para prestarle atención a la maestra. La maestra Henlein estaba hablando acerca del pasado y no me gustaba nada a donde llevaba este tema.

AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora