Capítulo 49

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—Entonces ¿Daniel se ha puesto celoso por tu guardaespaldas?— pregunta Fabiola soltando una pequeña risita mientras juguetea con un lapicero.

Asiento, le he contado todo el espectáculo de esta mañana y como Daniel ha salido vuelto una furia de Harvard. Él jura que mi padre debió contratar a alguien mas mayor.

—Y lo entiendo, ese chico está buenísimo— Fabiola muerde sus labios al mismo tiempo que mira fuera del local, donde se encuentra Sergio mirando hacia todos lados con cautela. 

Suelto un suspiro.

—Me siento como la hija del presidente con tanta seguridad.

—¿Bromeas? Quisiera ser tú, novio guapo, guardaespaldas bueno. Lo tienes todo nena— mueve las cejas de arriba hacia abajo.

—No tengo novio. 

Se tira de la barra para atender a un cliente que viene entrando.

—Ya dejen sus dramas infantiles.

—Lo dice la que vive con un tira y jala con Bryan.

Me fulmina con la mirada antes de acercarse al cliente. Aprovecho para salir fuera. En cuanto Sergio me ve sonríe en mi dirección. 

—No es necesario que estés aquí fuera parado todo el día, pareces policía en ves de Guardaespaldas.

Suelta una risa.

—Es mi trabajo, señorita.

Muerdo mi mejilla levemente.

—Si, entiendo.

—Puede volver dentro, tranquila.

Asiento y hago justo lo que me indica, no porque lo dijo claro, de todos modos tenía que hacerlo. En cuanto el cliente se va Fabiola vuelve a treparse en la barra a su antigua posición, yo me siento en la silla que está del otro lado. 

—Iré a tu casa para vestirme y de ahí nos vamos al departamento de Bryan.

La miro confundida. ¿De que me está hablando?

—¿Que voy a buscar yo en casa de Bryan?

Fabiola rueda los ojos.

—La fiesta— dice con vocecita aguda.

—No estaba informada.

—Pues ya lo sabes. 

—Tengo un parcial mañana, y no he estudiado nada— arrugo la frente—Además ¿quien hace fiesta un lunes?

—Bryan— se encoge de hombros.

—¿Con motivo a que?

—Deja la preguntadera que no eres policía. 

Ruedo los ojos.


•••


En cuanto atravieso el departamento de Bryan casi me da un infarto, nunca hubiese estado aquí antes, para ser un departamento es exageradamente grande, de seguro es un pent house. Hay muchísima gente esparcida por todo el lugar y aún así hay espacio para muchísima gente mas.

Digamos que venir a éste tipo de "eventos" ya no me resultaba tan incómodo, al fin y al cabo ya estaba un poco acostumbrada, mi mejor amiga es un alma de las fiestas, Daniel por igual.

Fabiola esta vez no pudo influenciar mucho con mi outfit, llevo unos pantalones negros bien ajustados, un top rojo manga larga y unos vans del mismo color. Era lunes después de todo, me imagino que esto no va a durar hasta tarde.

AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora