Capítulo 44

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Me encantaría decir que Daniel pasó de ella y justo ahora estamos en ese restaurante lujoso, comiendo uno de los platillos mas caros, para posteriormente pasar al postre y luego ir hasta aquella sala del cine con nuestra bolsa de palomitas en manos; pero no, está allá arriba con esa tal Georgina, ella muy ¨cortésmente¨ le ha pedido a Daniel hablar a solas y él me ha pedido que lo espere aquí abajo,  ya llevo 10 minutos de posición en posición esperando que baje.

Todas las mujeres que llegan a la vida de Daniel viven a base del drama, son unas dramáticas en todo el sentido de la palabra, y Daniel se deja manipular por ellas.

Malditas.

Me resigno. 

Me levanto de los escalones que dan acceso a la calle, limpiando un poco mi vestido en el intento. Unos pasos y una vocecita me hacen detener mis manos, mis ojos se salen de órbita al ver a Daniel salir corriendo del edificio con Georgina, cuando voy a hacer el intento de acercarme se meten al auto y el arranca a alta velocidad. 

—¿Que demonios?— susurro.

saco mi celular de mi pequeño bolso para marcarle, mis ojos se humedecen cuando no atiende, intento otras dos veces mas, pero tampoco lo toma.

De seguro volverá, tranquila. fueron a buscar algo a la esquina o simplemente fue a dejar a Georgina en algún sitio cerca. Pero debió avisarme maldita sea.

Me quedo un rato esperando a que vuelva, sin perder la esperanza, el frío colándose en la piel desnuda de mi espalda, cuando pasan mas de cinco minutos decido volver dentro para no terminar congelándome. George se acerca rápidamente a mi, seguro al ver mi cara llena de emociones fuertes.

—¿Que pasó señorita?— pregunta  sigilosamente.

Siento que en cualquier momento voy a explotar.

—Nada, estoy bien.

confieso antes de subir al ascensor, ya dentro veo mi reflejo, mi rostro está pálido, tenía tanto sin verme de ésta manera, tan destruida. Cuando entro al departamento me permito soltar lágrimas silenciosas, me siento en el sofá a intentar llamarlo una vez mas, me manda en seguida a la contestadora.

—Eres un imbécil, te odio— dejo un mensaje de voz en su buzón.

lanzo el teléfono al otro sofá y recuesto mi cabeza del espaldar. Me levanto del sofá para tomar el celular y borrar el mensaje, con la esperanza de recibir un mensaje de él vuelvo al sofá con el celular en manos.

Juro que si Daniel no aparece esta noche desaparezco de su vida, no es justo que esa tal Georgina lo manipule a su antojo, no es que me molesta que hablen, lo que me molesta es que se exceda, ella debe de entender que Daniel tiene una novia y que hay ciertas cosas que debe de respetar.

Primero lo llama para que vaya por ella al aeropuerto y ahora esto, ¿Qué mas sigue?

llena de esperanzas levanto el celular cuando empieza a sonar, efectivamente es él.

estoy lista para reclamar en cuanto atiendo pero una fuerte música de fondo me deja sin palabras, escucho su voz pero a lo lejos, después de un minuro intentando descifrar lo que me decía cuelgo.

Sólo te pido paciencia Jesús, hazme pensar en todas las cosas buenas que él ha hecho por mí, que han sido muchas por supuesto.

El celular suena pero esta vez avisando la entrada de un mensaje, lo desbloqueo para verlo

<Amor, sabes que te amo, siento mucho lo que ha sucedido. Te pido que por favor tomes un taxi y vengas aquí, te mandaré la dirección, besos. Tu hombre>

AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora