Capitulo 33:
-Te amo- Susurré.
-Yo también- Me dio vuelta para besarme.
-Cierra la puerta- Murmuré alejándome un poco de sus labios.
-Eso iba a hacer- Rió tiernamente- Listo- Dijo tras cerrarla.
Ni una sola palabra salió de su boca ni de la mía, estábamos frente a frente justo a los pies de la cama. Di un paso y él lo hizo a la vez, puso sus manos en mis caderas y presionó con fuerza.
-¿Estás pensando lo mismo que yo?
-Sí louis.
-Somos solo tú y yo hermosa.
-Sí- Sonreí segura.
-Esta noche es de los dos- Acarició mi mejilla.
Sentí su tacto por debajo de mi polera… me estremecí por completo. Él rió y susurró en mi oído un “No te preocupes, no haré nada que tú no quieras”. Por el cabello lo atraje a mis labios, quería besarlo toda la noche si es que fuese posible. Deslicé el cierre de su polerón, él se separó y me miró para deshacerse del polerón y la polera. Resbale mi vista por su abdomen, él se sonrojó y me besó para desviar mi vista.
-¿Estás segura?- Rozó su nariz con la mía.
-Sí- Me saqué el polerón.
-Felpudita…me encantas- Introdujo sus manos por debajo de mi polera. Volví a temblar- No tirites- Rió.
-Es que me da cositas- Lo abracé.
-Eres adorable- Mordió mi cuello.
-Oye ¿Te crees vampiro?
-Sí, y te voy a chupar toda la sangre- Comenzó a besar mi cuello.
Sus besos eran distintos, contenían algo que no solía sentir con louis… pasión, sí, sus besos eran cálidos y desesperados, eran algo nuevo y fascinante, simplemente deliciosos. louis tomó distancia y me miró, al principio no comprendí nada pero luego con su vista me dijo todo: Exigía que ambos estuviésemos en igualdad de condiciones. Di un largo suspiro y me decidí a sacar mi polera.
-Es lindo- Se mordió el labio.
-Me parece que no estas mirando precisamente mi sujetador ¿No?
-Emm… Tengo derecho a guardar silencio- Miró sus manos.
-¿Y ahora qué?- Pregunté.
-Creo que…- Bajó su vista por un segundo.
-¿Quieres que lo haga yo?- Él asintió.
-No hace falta, te mueves un poco y los pantalones se te caen solos- Reí.
-¿Qué estás insinuando?
-Qué usas los pantalones prácticamente por el suelo.
-No están tan abajo- Se defendió.
-Vamos louis, admítelo.
-No- Me sacó la lengua.
-Sí- Intenté bajarle los pantalones por los costados pero desde esta posición no tenía ni el ángulo ni la fuerza para bajarlos.
-Ves que no se caen.
-Sí- Me agaché y los bajé con fuerza.
-Lo siento por lo de…- jay abrió la puerta- Y yo que venía a disculparme- Se fue dando un enorme portazo.
-No puede ser- Me paré y me llevé las manos a la cara- Ahora nuca me va perdonar.
-Vamos- Se vistió.