Capítulo 24
-Nosotros, quise decir.
-Perdón otra vez por lo del examen.
-Si quieres que te perdone no lo menciones más.
-Está bien, cariño.
< ¿Me golpeará si la beso en este mismo instante? >
-Ya quiero llegar.
-Yo también. ¿A dónde te gustaría ir primero?
-Creo que llegaré a dormir- Rio.
-Te prestaré mi cuarto.
-Tu cama era muy cómoda.
-Sí que te gustaba mi cama- _______ lo fulminó con la mirada- ¿Qué?
-Tampoco era tan cómoda- Se cruzó de brazos.
-Amo cuando te enojas.
-No estoy enojada.
-Amo cuando niegas que estás enojada.
-Dije que no estoy enojada.
-Amo cuando sigues mintiendo acerca de estar enojada.
-Lo único que conseguirás que te calle a golpes.
-¿Por qué no me callas a besos?
< Ese es mi hijo. Tan directo como su madre >
-Mi amor ¿Podrías pegarle?- Le dijo a Aiden pero este no entendió- Con el puño en la cara. Así.
-No le digas que... ¡Auch!- Finalmente el pequeño entendió- ¿Por qué me pegaste?- Él solo apuntó a su madre.
-No le digas a tu hijo que le pegue a mi hijo- Protestó Johanna.
-¿Estabas escuchando nuestra conversación?
-Yo... Emm...- Sin ninguna respuesta solo se calló y se hizo la dormida.
-¿Podrías decirle a tu hijo que no me despeine?
-No te está despeinando, te está haciendo cariño.
-¿Significa que le agrado?
-Tal vez o...
-¿O?
-Solo es una trampa para...
-¡Ahhhhh!
-Tirarte el cabello- Completó en una risa.
-Ya no me agradas- Aquellas palabras si las comprendió ya que en seguida se puso a llorar.
-Louis- Le arrebató al pequeño.
-Perdóname Aiden, no quería decirlo. Lo lamento.
Louis sin duda se había hundido. Fue media hora de llantos de parte de Aiden, pero de tanto llorar el pobre terminó con los ojos tan rojos y sensibles que se quedó profundamente dormido.
-Se ve tan lindo cuando duerme.
-Tú no hables.
-¿Qué hice?
-Hiciste llorar a mi pequeño.
-Dije que lo sentía. No sé tratar con niños.
-Si quieres estar conmigo vas a tener que hacerlo.
-¿Me estás dando una oportunidad?
-No tanto como una oportunidad pero no me estoy cerrando a lo que pueda ocurrir.
-¿Qué crees que pueda ocurrir?
-Simple. Llegaremos allá, tú me dirás cosas lindas y me harás recordar nuestros momentos, nos besaremos, lo más probable es que acabemos en tu cuarto y luego volverás a Londres conmigo sosteniendo tu mano y al otro lado Aiden en la otra.
< Tal vez a eso se refería mi madre con "Volverás con ambas manos ocupadas" >
-Me encantaría que fuese así.
-A mi igual.
-¿De verdad?- Sus ojos se iluminaron.
-Fuiste mi primer amor, Louis. A todos les gustaría mantener ese amor por siempre.
-Pues puedes hacerlo.
-¿Crees que el destino nos separó apropósito?
-Sí.
-¿En qué modo según tú?
-Personalmente me di cuenta que te amo más de lo que pensé que podría amar. Esos dos años sin tí fueron la peor época de mi vida, pero al parecer para tí no.
-Siempre me acordé de tí, a pesar de estar con Martin, aún te guardaba un trocito de mi corazón.
< Es que estos chicos son unos dulces, a pesar de los años siguen siendo esos niñitos de hace 2 años atrás >
-Pero él tenía la mayor parte.
-Sí- Louis bajó la vista.
-La tenía.
-¿Quién la tiene ahora?
-Aiden- Rio.
-¿Por qué yo no?
-Porque vendiste tu auto para...
-Ok, ok. Entiendo.
-¿Qué parte tengo yo?
-Tienes un quinto.
-¿Dé quien son las otras partes?
-Un poco menos de un quinto es de Martin, dos quintos de Aiden y el resto familia y amigos.
-Así que ese pequeñín es mi rival- Acarició su cabello.
-No lo vallas a despertar- Apartó su mano- Y por si se te olvida, Martin es tu competencia, te puede alcanzar.
-Es un idiota.
-Me gusta ese idiota.
-Pues no lo veo como una amenaza.
-¿Por qué no?
-Porque es un fraude.
-¿Por qué dices eso de él?
-Anoche estuve sacando un par de conclusiones y... bueno, planeaba decírtelo con él presente pero creí que...
-No le des tantas vueltas bonito, solo dime.
< Me llamó bonito... Necesito bailar y saltar... Te odio maldito cinturón de seguridad >
-Es imposible que Aiden sea hijo de Martin, según los exámenes.
-¿Cómo?
-A mí no me sacaron sangre, por lo cual es imposible que...
-¿Dices que también pagó?
-Eso es obvio.
-¿De verdad no te sacaron sangre?
-No, lo juro por mi madre.
Eso sin duda fue demasiado para _________, sintió una explosión en el lado superior de su corazón... la parte que le designaba a Martin había muerto. Le entregó a Louis su hijo y se paró lo más rápido que pudo.
-______. Ábreme, soy Johanna.
-¿Qué?- Abrió la puerta.
-Quiero usar el baño... Broma- Rio- Bueno sí quiero usarlo pero vine a decirte que no llores por él.
-Me mintió.
-Ve a sentarte cariño, hablaremos en casa.
-Bueno.
Recorrió al pasillo cabizbaja hasta llegar a su asiento. Louis se había quedado dormido con Aiden en sus brazos, se veían adorables juntos. Ahí fue cuando ella finalmente se fijó en aquellos rasgos que compartían; los mismos labios finos de un color rosa pálido casi imperceptible, el mismo tono de cabello aunque en otras proporciones, y finalmente la misma forma y caída de la quijada. Estaba confundida ya que Aiden en similud con Martin poseía sus mismos ojos intenso e intimidantes, el color de cabello y proporciones y al igual que con Louis, la forma de la quijada. Era complicado, sin duda parecía como si los hubiesen metido a los dos en una olla y los hubiesen mezclado.