Capítulo 35
Ya eran las siete de la mañana y ninguno de los dos había podido pegar el ojo en toda la noche. Se veían situados frente a frente, enrollados entre las sábanas y aferrados al cuerpo del otro.
Lo que necesitaban ambos era una noche sólo para ellos, una noche de intimidad... y eso es lo que finalmente habían tenido; sin necesidad de alcohol, drogas ni nada, sólo amor, pasión y nuevamente amor.
-Deberías dormir un poco.
-No, prefiero mirarte- El castaño sonrió.
-Yo también me quedaré viéndote, mi Felpudita.
-Me encanta que me llames así.
-Felpudita, Felpudita, Feludita- Repitió en su oído.
-Esponjosito- Besó la comisura de sus labios.
-Me encantaría que todas las mañanas fuesen así de perfectas, tus labios sobre los míos, tu pecho contra al mío y tus brazos a mi cintura agarrados.
-Tu piel es muy suave- Tocó su estómago- Y firme.
-Me he estado ejercitando mucho, aunque últimamente no lo he hecho.
-¿Por qué no?
-Prefiero gastar mi tiempo en tí.
-No necesitas ejercitarte, estás perfecto como estás.
-¿Tu crees?
-Sí, perfecto.
-Gracias. Nunca nadie me había dicho eso.
-¿Cómo?
-Eres la única persona que no quisiera cambiarme algo.
-¿Por qué dices eso?
-Me han dicho que debería ser más alto, más fuerte, menos infantil.
-¿Quién te ha dicho eso?
-Muchas personas, pero tu opinión es la única que me importa.
Se formo una sonrisa mutua. Louis finalmente cortó la distancia besándola y apegandola completamente a su cuerpo, piel contra piel.
(Aqui estan hablando Martin y su hermana, para que no se confundan ;)
-Hay personas como yo a las que no les importa dañar a los demás para lograr lo que quieren, podría guardar este secreto por años y no sentir ni un poquito de culpa por ello.
-No te da vergüenza decir eso.
-¿Qué hay de tí? Eres una interesada.
-No es lo mismo.
-Yo le hago creer a ____________ que Aiden es mío y tú le haces creer a Ryan que Tobby es de él.
-Lo mío es diferente.
-Claro- Rió- Yo lo hago por amor... ¿Y tú?
-Yo...
-No necesitas más su dinero, Steve tiene dinero de sobra como para mantenerte a Tobby y a tí, es más, podrías tener todo lo que quisieras si aceptas de una maldi'ta vez ser su novia. Es mi amigo y estás siendo una perra con él.
-Bien.
-¿Bien qué?
-Desde hoy nuestro trato está totalmente roto.
-¿Hablas de...
-O le dices tú o le digo yo.
-No le digas nada.