-Louis…
-¿Qué pasa?- Me miró.
-Recordé que…
-________-Interrumpió mi abuela.
-¿Sí?
-Tu papá quiere hablar contigo.
-¡Papá!
Corrí lo más rápido para coger el teléfono, extrañaba demasiado a mi papá pero por el accidente de mi teléfono y por estar todo el tiempo pendiente de louis no había tenido tiempo de hablarle ni por un segundo.
-¿Papá?- Salí al patio con el teléfono de mi abuela.
-Hola princesa ¿Cómo has estado?
-Excelente. ¿Cómo están tú y mamá?
-Bien, extrañándote pero bien. ¿Por qué no nos has llamado?
-Es que mi teléfono…
-No me digas que lo perdiste por que no te compraré ningún otro, ya has perdido seis teléfonos.
-No lo perdí, solo perdí el ship.
-Siempre has sido así de mensa- Rió.
-Extraño tu risa papi.
-Yo te extraño a ti… pero tan solo quedan dos semanas.
-Una y media- Corregí.
-¿Estás contando los días, tanto quieres irte de ahí?
-Papá tengo que decirte algo.
-Te escucho.
-No volveré sola- Él no respondió- ¿Papá? ¿Me oyes?
-Si- Su voz sonaba decaída.
-¿Te pasa algo?
-No puedo creer que estés embarazada.
-¿¡Embarazada!?- Grité- No estoy embarazada papá.
-Me asustaste.
-No me refería a volver con un bebé.
-¿Entonces?
-Quizás vuelva con mi novio.
-¿Novio? Yo no te di permiso para tener un novio, eres mi pequeña.
- Ya soy grande.
-Más le vale a ese chico ser de mi agrado cuando venga.
-Lo amarás.
-De seguro tu abuela lo hace.
-¿Qué tiene que ver mi abuela?
-Estoy seguro que eso de ven a pasar el verano conmigo era solo una excusa para encontrarte un marido.
-Papá estás loco- Me di una vuelta y vi a louis sonriéndome mientras estaba sentado en el césped.
-Pero así me quieres.
-Sí- Contesté nerviosa al sentir a louis abrazarme.
-¿Qué fue eso?
-Nada- Interrumpí los besos de louis en mi cuello.
-Hola- Saludó.
-¿Quién es?
-Soy louis, el novio de su hija, alias su futuro nuero.
-¿Futuro nuero?- Rió divertido.
-Sí.
-Te tienes mucha fe niñito.
-No es fe, sino que me esforzaré por ello- Me sonrió.
-¿Así que te vendrás con mi hija?
-No sé si me iré con ella de inmediato pero le advierto que tendrá que reservarme un cuarto.
-Yo te lo reservo siempre y cuando ________ vuelva sin ningún peso extra.
-¡Papá!- Me sonrojé.
-No entendí- Me susurró louis.
-Se refiere a un bebé- Respondí.
-Sí… louis, quiero que mi hija vuelva intacta.
-No le aseguro eso, la he alimentado muy bien así que creo que va a volver con un peso extra.
-Un momento… ¿Eres el hijo de James?
-Sí.
-Mándale saludos de parte mía y dile gracias por todo.
-Ok.
-Princesa te dejo, tu mamá quiere que le preparé el almuerzo- Resopló.
-Ok. Ve papá, te amo.
-Yo también hija.
-Adiós.
-Adiós, te llamó mañana.
-Tu padre me agrada.
-Sí, está un poco loco pero lo amo.
-¿Le cocina a tu madre?
-Sí.
-Entonces algún día haré lo mismo, tu estarás sentada en el sofá frente a la chimenea esperando que yo termine de preparar la mejor lasaña del planeta- Me abrazó por la espalda.
-Sería lindo eso- Comencé a imaginármelo.
-Sería hermoso tenerte algún día como mi esposa.
-No quiero ser aguafiestas ni nada pero no sabemos qué puede pasar en un futuro.
-Mira tú cuello.
-¿Mi corazón?
-Sí, es un lazo que nos une de por vida, mientras lo traigas puesto tú y yo seguiremos siendo tú y yo.
-¿Por qué tienes que ser tan lindo?- Me giré para abrazarlo.
-¿Por qué tienes que hacer mi vida tan completa?
-Más bien creo que eres tú el que completa mi vida.
-No sé cómo eres la misma conmigo siendo que te dije que me gusta otra.
-Eso pasa cuando amas mucho a una persona, haces lo que sea para estar aunque sea un ratito con ella.
-Puedes tenerme una vida entera si quieres… Yo ya sé que a la que amo es solo a una.
-louis- Me separé para verlo- ¿De verdad?
-Sí ¿Por qué le mentiría a la persona que amo?
Lo besé con ternura sintiendo una extraña corriente recorrer mi espalda, me abrazó y dejo de besarme para susurrar en mi oído aquellas dos palabras mágicas: Te amo.
-Ahora estoy más que seguro, tú eres la indicada.
-¿Por qué ahora estás tan seguro?- Peiné su cabello.
-Las chispas volvieron, no dejó de sentir aquella electricidad por mi cuerpo… como la primera vez que te conocí, estoy seguro que aquel corte de luz no fue más que una sobredosis de energía, tú y yo somos electricidad pero juntos somos un choque eléctrico.