Capítulo 2:
¡No me vuelvas a tocar!
-¿Tienen hambre?- Preguntó jay.
-Mucha- Respondió Louis aun sonriéndome.
-¿Qué hay de ti ______?
-Yo creo que mejor me voy.
-No, no te dejaré irte sola, come con nosotros y luego Louis te irá a dejar.
-No tengo ningún problema- Dijo él.
-Está bien.
Fuimos a la cocina y louis y yo nos sentamos en la pequeña mesa mientras Jay servía la comida.
-¿No eres de aquí cierto?
-No ¿Cómo lo sabes?
-Si te hubiese visto créeme que lo recordaría.
-¿Enserio?- Alcé una ceja.
-Claro- Sonrió.
Es tan lindo, me dan ganas de apretarle los cachetes como las abuelas.
-¿Cuántos años tienes?
-veinte
¿¡Qué!? ¿Dijo veinte? No es posible, yo tengo quince y los representó bien pero él se ve de mi edad como máximo de diecisiete años recién cumplidos, se ve tan joven.
-¿Y tú?
-Quince- Sonreí.
-Eres pequeñita- Dijo Jay.
-Lo sé- Levante los hombros.
-¿Y cómo llegaste aquí?- Preguntó Louis.
-No quiero contar esa historia otra vez- Respondí haciendo una mueca.
Él me miró con una tierna mirada diciendo “por-favor-cuéntame-si-di-que-sí”
-Está bien- Suspiré- Iba a casa de mi abuela y unos chicos empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo desesperada y toqué la puerta aquí y bueno tu mamá me abrió la puerta y me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos idiotas.
-¿De verdad?- Abrió los ojos grandes y yo solo moví de arriba abajo mi cabeza- Yo conozco a todos aquí tu solo dime y yo me encargo de esos imbéciles- Dijo molesto.
-No lo sé, eran tres y estaban con capuchas así que no sabría describirlos bien.
-Si te enteras de quienes son dime y yo arreglo todo- Dijo aun molesto.
-Cálmate amor- Dijo Jay poniendo un plato de comida frente a cada uno.
-Amo la lasaña- Sonreí- Gracias.
-De nada, agradécele a Louis es su comida favorita y me obliga a hacerla cuatro veces por semana- Puso los ojos en blanco.
-Eso es verdad- Dijo con la boca llena.
Se veía tan encantador comiendo, como un monito que no sabe comer.
-También es mi comida favorita.
-¿Enserio?- Preguntó con la boca llena y sucia.
-Sí- Reí.
-Hijo, come como una persona normal.
-Tú también comes así- Volví a reír por el comentario de Louis.
-Mentira hijo- Jay se sonrojo.
Fue una linda comida: Louis comiendo como animal –Un lindo animalito- y Jay retándolo y siendo el blanco de las bromas de su hijo quién ya llevaba dos platos de comida.