— Buenos días, Charlotte— Gabriela me sonrió alegre desde su asiento, Joel a su lado también lo hizo.
— Buenos dias— dirijo mi mirada hacia William en busca de un asiento libre a su lado, solo para encontrar a la mujer ojos violetas a su lado derecho y Khloe a su lado izquierdo.
Trago saliva y busco otro asiento, considerando seriamente la idea de no saltar el desayuno cuando el único que esta disponible es junto a Stephan.
— ¿Charlotte, cariño, estás bien?— miro a la madre de mi mejor amiga con una pequeña sonrisa y asiento, caminando con vacilación hacia el asiento entre Stephan y Edward.
Me siento con incomodidad y trato de tranquilizar mis nervios. Miro de reojo al castaño de ojos claros, viendo como come absorto en si mismo, sin mirar a nadie ni molestarse en prestar atención a lo que sucede a su alrededor.
— Ten— giro mi cabeza hacia la voz, encontrando a Edward con un plato servido en la mano, extendiéndolo hacia mi— Buen provecho.
— Gracias — dejo el plato frente a mí y empiezo a comer sin mucha espera.
Era mejor comer perdida en el plato que estar consciente del la leve tensión en aire que me rodeaba. Sabía que solo existia entre Stephan y yo, puesto que todos los presentes charlaban alegres y compartían felices.
— Cuentanos Charlotte, ¿Cómo te fue en América?— alzo mi mirada y la conecto con la azulada de mi amiga. Trago lo que tengo en mi boca y sonrio nerviosa.
— Nada especial realmente. Lo normal, padre y sus negocios y tal.— respondo, resumiendolo todo lo más corto posible. Evitando una conversación.
— Aw, ¿Ningún novio?— dejo el vaso de jugo sobre la mesa y tapo mi boca al toser.— oh, eso me suena a algo. ¿Tienes novio? Anda, dime.
— N-no tengo— incomoda dejo mis manos en mi falda.
— ¿Algún chico que te guste? Seguro hay uno— su tono astuto me deja claro que ella sabe algo que yo no.
— Vamos, dinos cariño, nunca te he visto con nadie que no sea William.— Belinda aporta a la conversación, cortando un trozo de su tostada francesa con elegancia.
— Bueno, yo..— con disimulo miro a William, mi corazón se estruja al verlo reír con la chica de tez oscura. Se veía tan felíz.
"Tampoco es como si el fuera la gran cosa, superalo."
— No...no hay nadie— dejo caer mi vista a mi comida y muevo una fresa con el tenedor, mi apetito completamente desvanecido en el viento pesado a mi alrededor.
— ¿En serio? Si eres-
— Gabriela, deja ya el tema— el tono duro que Joel usó dejó en silencio a toda la mesa.— ¿No vez que la estás haciendo sentir incómoda?
— ¿Por qué te afecta tanto? — la peliblanca fulmina en silencio al castaño y luego me mira— lo siento si lo hice, Charlotte. No fue mi intención. Si me disculpan.— la chica se levanta de su asiento con evidente mal humor y sale de la habitación en silencio.
— Maldita sea— Joel le sigue, dandome una rápida mirada antes de hacerlo.
Dejo caer mi rostro con pena, sintiéndome mal por lo que acababa de suceder, porque en cierto punto sentía que era mi culpa.
— Tranquila, a veces suelen pelearse así— una mano pálida se posa sobre la mía con suma delicadeza— no es tu culpa— mis ojos se abren con sutil sorpresa y se clavan en el pelinaranja que me sonríe amable.
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La muñeca del pasado
Vampiros"Tengo mucho miedo..." "¿A qué?" "A mí misma." ..... "Por favor, no se vayan." No me dejen caer. Ella quiere vencerme...y lo está logrando. Segunda Temporada de 'Esclava de su palabra'. Contenido relacionado a enfermedades mentales tales como la bip...