— Creo...creo que necesito un tiempo a solas. — aparto mi mirada de la suya y espero su respuesta.
— Claro, te entiendo. Empezaremos mañana, ¿Te parece?— asiento sin darle mucha importancia y empiezo a caminar hacia la gran residencia— Descansa.
— Gracias— susurro con voz baja, no tenía animos de ni siquiera hablar.
No miro a nadie en ningún momento de mi trayecto hacia la puerta. Mi cabeza concentrada solo en mi profundo deseo de encontrar a William. Lo necesitaba, necesitaba un abrazo de su parte. Aunque tenía mis dudas sobre si en realidad me recibiría, puesto que lo habia dejado sin decirle palabra.
Mis pasos son lentos mientras me muevo por los pasillos interminables del lugar. Preguntándome si en realidad eran necesarios. Amargandome la vida un poco más con mi mal humor.
— ¿Disculpa?— miro hacia atras y veo a una chica de ojos verdes, la misma que nos habia recibido. Trato de sonreir a través de mi cansancio, no quería lidiar con nadie realmente, pero sabía más que desquitarme con gente que no lo merecía.— ¿Lu-
— No— la corto con calma— no soy esa persona, lo siento.
Su rostro joven pierde un poco su brillo y sonrie apenada. Deja caer su mirada a la par que suelta un pequeño suspiro.
— Lo siento Señorita, discúlpeme por favor.
— Tranquila— sin saber porqué, palmee su cabeza,acariciando con suavidad su cabello rubio cenizo— todo está bien Lis-
Me quedo callada de repente y la miro a los ojos, ella está sonriendo, disfrutando de mi caricia como una niña lo haría aun cuando lucia como una joven adulta. Alejo mi mano de ella y frunzo mi ceño.
¿Que iba a decir?
— ¿Has visto al chico que venia conmigo?— pregunto un tanto ansiosa, ella se mira con una mezcla de confusión y suspicia antes de asentir lentamente.— ¿Sabés donde puedo encontrarlo?
— Esta en la biblioteca del primer piso, Señorita— asiento con gratitud y me doy la vuelta.
— Gracias, y disculpa— corro hacia el lugar que la chica me había dicho, deteniendome frente la puerta con el corazón palpitando agonizantemente lento.
¿Como sabía que era aquí?
Sabes donde queda todo perfectamente. Vivíamos aquí, idiota.
— Nunca he escuchado nada de eso, ¿Está todo bien?— una voz femenina desconocida se escucha adentro, alertandome un poco.
— No lo sé, siento haberte preocupado, pero estoy tan perdido como tú.
— No pasa nada, con el tiempo todo caerá en su lugar. Mejor dime ¿Que hiciste en el viaje con tu padre?
— ¿Lo recordaste? Pensé que lo olvidarias después de tanto tiempo, hace mucho que no nos veíamos.— abro la puerta con suavidad sin el mínimo deseo de interrumpir la conversación y busco con la mirada a William.
Mi corazón late dolorosamente cuando veo su mirada y a quién es dirigida. Miro a la chica de piel oscura y ojos violáceos en silenciosa y torturosa envidia. Me sentí mal cuando me sonrió al verme aunque me miraba algo desconcertada.
Se veía buena chica.
Pero lastimosamente, no me agradaba del todo. Solo por el simple hecho de que William la miraba a ella de una manera que nunca había hecho conmigo.
Bajo mi mirada avergonzada ante mis pensamientos y muerdo mi labio.
Quizás era mejor irme. No pintaba nada aquí.
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La muñeca del pasado
Vampiros"Tengo mucho miedo..." "¿A qué?" "A mí misma." ..... "Por favor, no se vayan." No me dejen caer. Ella quiere vencerme...y lo está logrando. Segunda Temporada de 'Esclava de su palabra'. Contenido relacionado a enfermedades mentales tales como la bip...