Tomé mis cosas después del toque de queda y me reuní junto con todos los alumnos al querer salir de el edificio.
Payton corrió hacia mí y me abrazó.
—¿Por qué estás tan sudado? ¿Dónde estuviste?
Se perdió la última clase y ni siquiera me dijo nada.
Se alejó con una sonrisa y limpió el sudor de su frente con la manga de la playera.
—Estaba en las canchas de fútbol.
—¿Tú estabas jugando fútbol? —pregunté con extrañeza.
Él odiaba todos los deportes que tenían un balón, desde que lo conozco era así. El balón pasaba cerca de él y se encogía y ponía sus manos en su rostro para protegerse.
—No, era la porrista —dió un saltito y subió un talón con feminidad fingida.
Reí y le di un golpe suave en la cabeza.
—¿En serio? —puse cara de pocos amigos.
Pensó unos momentos y alzó sus comisuras inocentemente.
No me iba a decir nada.
—Es solo un pequeño secreto.
Hice una mueca horrible. Odiaba los secretos que podíamos tener entre nosotros. Siempre nos contábamos todo, pero cuando alguno de nosotros decía "Secreto" para sí mismo, sabíamos que tenemos que guardar distancia y callar. Siempre tarde o temprano nos lo decíamos, cuando estuviéramos listos. Pero eso solo pasa cada mil años.
—Ya vámonos, te invito a comer.
Ambos salimos y lo guié hasta el estacionamiento.
—¡Oh no! ¡Por supuesto que no! —reprochó al ver la moto.
Le extendí el casco de protección que tanto odiaba.
—No pienso subirme ahí, moriré.
—¡Qué dramático! no te pasará nada, estarás en buenas manos.
Me subí a la motoneta y le di unos golpecitos al espacio del asiento de atrás para que se sentara, pero su cara era de indignación pura. No había problema, sabía cómo no se resistiría.
—Y te invito pizza de pepperoni —prendí el motor y alcé una ceja.
Mi mejor amigo se mordió el labio y se puso el casco.
—Solo si es de pepperoni —finalmente se subió y se sujetó de la parte de atrás —. Pero si muero tu familia pagará mi funeral.
Arranqué y con un grito de sorpresa, Payton me abrazó con fuerza.
Reí.
Amaba a éste chico. Cuando tenía mi anterior motoneta —que tuve que vender al intentar conseguir un poco de dinero para mis padres— siempre Payton intentaba evitar a toda costa subir en ella, los pretextos más tontos los conocí gracias a eso.
ESTÁS LEYENDO
Solo es un poco de oscuridad
ParanormalSangre, luz y oscuridad reinaron entre el infierno y el cielo, con los gritos de guerra y agonía. Después de que las almas puras de los Arcángeles tomaran las llamas del infierno al ser los vencedores, obligan a los demonios a reencarnar en la Tier...