Capítulo 2

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Este lugar me gritaba y llamaba desde meses atrás

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Este lugar me gritaba y llamaba desde meses atrás.

Por fin dejé Chicago y callé esas voces que ni siquiera me dejaban conciliar el sueño.

Gracias a que estaba acostumbrado a viajar con regularidad de un lado a otro, me fue fácil empacar mis pocas cosas de valor. Las puse en mi auto negro y tomé la carretera.  

"Bienvenidos a Arcus Tenebris"

Decía el cartel de madera vieja que estaba aún lado de la entrada al pueblo, o así se hacían llamar. A mí parecer no tenía la pinta.

Busqué con la mirada algún pequeño edificio que tuviera las tan conocidas letras de "Hotel" grabadas.

Cuando estacioné mi coche frente al "Non transiet" con sus letras en neón violeta resaltando entre las calles, el último rayo del atardecer se escondió en unos locales.

La campanilla sonó cuando abrí la puerta, dándole aviso a los dueños de mi presencia.

Me tranquilicé cuando las voces cesaron al pisar el pueblo, dándome paz después de días.

Odia esas malditas voces, siempre diciéndome a dónde ir. Eran como susurros de mi atracción a lugares que ni siquiera había oído hasta que me pongo a investigar, pasando mis ojos entre millones de nombres de ciudades, países o pueblos hasta que mi presentimiento se paraba en uno y las voces callaban unos momentos, para seguir hasta que llegue a ellos.

Y heme aquí.

Una mujer corpulenta envuelta en una enorme sonrisa bajó de las escaleras en caracol de una esquina.

—Hola querido, tenemos las mejores habitaciones de cualquier Hotel en Arcus Tenebris.

—Ya me parece —susurré. — Solo deseo una habitación de lo más sencilla.

La mujer escribió algunos datos en una libreta, y después de pedirme información, me llevó a mi alcoba.

—Que tengas una bonita estancia, querido. La señora Becca a su disposición —me sonrió y cerró mi puerta.

Ni siquiera sabía cuánto tiempo estaría aquí. En Chicago me quedé dos años, transladándome en cualquier punto de éste. Pero por la insistencia y fuerza de las voces, presentí que sería bastante tiempo.

Para mi suerte resultaba agradable el lugar. Parecía tranquilo.

Abrí mi ventana y dejé que el naciente aire frío entrará en mi habitación. Sabía que no podía quedarme aquí mucho tiempo, por lo que tendría que buscar algo para adaptarme mejor. Espero que eso no sea un gran problema aquí.

Solo es un poco de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora