Capitulo 20

29 1 0
                                    

Mi cuerpo me pedía clemencia, mis ojos estaban en una pesada cuenca y la debilidad de mis piernas hacían que cada paso fuese más pesado pero yo no podía dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi cuerpo me pedía clemencia, mis ojos estaban en una pesada cuenca y la debilidad de mis piernas hacían que cada paso fuese más pesado pero yo no podía dormir. Mi cabeza no me dejaba dormir, ni las voces en ella, eran tantas e imposible de callar, todas queriendo hablar al mismo tiempo. Solo me sucumbían en un delirio del que me sacaba Payton hasta su partida. Después yo solo me hallo viendo hacia nada en particular, prestando mi atención en objetos sin importancia o miradas fijas hacia la calle.

La policía aún no tenía nada, no habían echo ni una sola llamada todavía. Hicimos llamadas a sus amigas pero no sabían nada, me hubiera gustado tratar de localizar a su novio pero no tenía su número.

Cuando le pregunté a Grace sobre su nombre o alguna forma de localizarlo, solo pudo darme su nombre: Poul. La excusé con la ocasión que se acostó con él, pero ella explicó que solo fue un evento casual, nada de formalidades, ni siquiera un número.

"¿Crees que no ayudaría con la búsqueda de mi prima?" Me preguntó indignada y furiosa.

No asistí a mis clases para poder pegar avisos de su desaparición, dejando un número por cualquier cosa. Había sido despedida de mi trabajo por los días que había faltado sin siquiera avisar.

En su habitación no se encontraba su celular y obviamente este al llamar nos dejaba directo en buzón de voz.

Mis padres se encontraban en las calles con su vehículo con la esperanza de poder dar con ella, pero se habían transformado en horas y no había ninguna señal.

Con constancia me notaba tomar el anillo que decoraba mi dedo y jugar con el en su misma posición, haciéndolo girar o solo delinear su figura en círculos y círculos.

Habían pasado cuarenta y ocho horas desde que se vio por última vez, en la escuela. Al parecer solo tomo su primera clase y a las demás no asisitió.

Me mantenía en silencio en mi habitación pero el bullicio deambulaba en mí. Quería poder hacer mucho más pero me habían prohibido salir de la casa. Fue tanta la fuerza con la que me lo gritaron que no articulé nada más. Estaban asustados y también molestos, estuve doce horas sin dar señal de mi bienestar. Me excusé con lo único que se me vino en la mente "Me fui a la casa de una amiga, pero me drogué. No me preocupó nada y tampoco vi la gran tontería que estaba haciendo"

Cuando dije esto noté en los ojos de todos que había cierta duda, pero ahora eso no importaba porque estoy bien, pero no sabíamos nada de mi hermana.

Incluso Grace no me bombardeó con preguntas molestas que bien son normales en ella. En realidad no había dicho nada desde que llegué.

Estaba sentada en una silla que arrastré del tocador frente a la ventana, cuando mi tía apareció en la puerta, despertándome de mi ensoñación.

Sonrió con pesar y como yo no le dije nada, se limitó a entrar y dejar una vajilla en la cama que llevaba en las manos, con una taza y un plato con galletas.

Solo es un poco de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora