Sangre, luz y oscuridad reinaron entre el infierno y el cielo, con los gritos de guerra y agonía.
Después de que las almas puras de los Arcángeles tomaran las llamas del infierno al ser los vencedores, obligan a los demonios a reencarnar en la Tier...
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Pasaron solo unos minutos para que los guantes llegarán a mi mano. Grace fue corriendo básicamente por ellos.
—No tienes que hacerlo, yo lo hago Amara —Blake estaba en cuclillas conmigo, pero ya había tomado la decisión.
—Pero qué caballeroso —se escuchó casi en burla de Zerek.
—Yo lo voy hacer y punto, está bien. —me giré un poco para admirar el rostro de Blake, para conservarlo un poco cuando haga lo siguiente —Lo soportaré, no pasa nada.
No iba a dejar que nadie más lo hiciera. Yo vivía aquí y no iba a dejar que alguien más se pusiera en riesgo para ser incriminado.
El tragó saliva y asintió.
Di unos pasos, me acerqué al varón con lentitud. Con un ápice de asco, giré su cuerpo un poco. Parece que se rompió la cabeza. Estaba apunto de tener la esperanza de que todo esto fuera un accidente, pero en cuanto giré un poco más el cuerpo me di cuenta que en un accidente no se corta la piel con una letra como figura. En el costado de su pecho, tenía un profundo corte de una "S" marcada.
¿Quién marcaría a una persona así? Ni que fueran animales, ganado o de su territorio.
Me giré a ver a Blake, su ceño fruncido se marcó más de lo normal. Con sus labios en una línea perfecta.
—Tenemos que sacarlo de aquí, ahora.
—¿Y cómo lo piensas hacer? ¿Eres un experto o qué? —bociferó Zerek. Ambos se giraron a ver y no pude ver bien qué decía la expresión de Blake, solo veía el rostro de Zerek. Serio y como cuando amenazó a Erick en el estacionamiento, al recordarlo, me alarmé y me junté con ellos. Para ser honesta no quiero otro cadáver aquí.
—Solo digo lo que es. Si sus padres comienzan a buscarlo es probable que empiece por aquí, suponiendo que él hizo mención de la fiesta.
Zerek se cruzó de brazos y no dijo nada más. Estaba bien que todos estuviéramos un poco alarmados por todo esto, pero solo empeoraremos todo si sigue con esa actitud.
—¿Ideas? —pregunté.
—No hay mucha ciencia —se nombró Grace, que estaba sobre un escalón. —Llevemoslo al bosque en un auto, lo enterramos y todo listo.
Tragué saliva. Nunca había enterrado a alguien.
—Yo voy —Zerek se levantó por fin de donde estaba, y se acomodó su chaqueta.
—Yo pongo mi auto —me miró para asentir, y después giró para ver a Zerek. No necesitaba verlo para saber que ya lo retaba con su mirada.
—Yo me quedo a limpiar —Grace se abrazó un poco y suspiró.
—Yo voy con los chicos. Ciara, ayuda a Grace.
Escuché los pasos de Blake acercándose y cuando tocó mi brazo desnudo, una corriente eléctrica me corrió el cuerpo. No moví ningún músculo.
