—Mmmm déjame adivinar —Blake pasó su lengua por la cobertura roja que le quedó en los labios.
Llevaba una playera floja de algodón azul marina, su cabello estaba desordenado. Cuando estaba en los rayos del sol, algunos mechones se tornan claros, justo como ahora que entraba la luz por una de las ventanas. Inclinado a Anabell.
Cerró un ojo como reflejo al probar bien, pero lo disimuló la mueca con una sonrisa.
—Es sabor a fresa.
—¡Si! —La niña gritó con emoción, casi tirando el cupcake que habíamos hecho y decorado.
—Cupcake de fresa con mucho colorante —me sonrió y abrió los ojos de más ante el sabor fuerte.
—Es para que se vea bonito —con pasos cortos dio vuelta para tomar otro pan y en ese movimiento, Blake tomó una servilleta y la pasó por su lengua un par de veces, lo que fue peor.
Reí, mientras la niña preparaba en su pequeña mano otro de un color azul vívido.
«Agradecida con el de arriba por saber los sabores y que Anabell no me permitiera adivinar sus obras de arte»
Cuando Payton abrió el horno, una ola de olor a quemado nos llegó a todos.
—Ay amigos, creo que algo salió mal.
—¿No me digas? Además de creerte chef, no veo otra cosa.
—¡Calla Blake!
Desesperado, sacó la bandeja de lo que en algún momento pudo ser una buena pizza de salchichas. Arrugó la nariz ante su propio fracaso y suspiró.
—Tienes razón, soy un asco —llegó a la barra y casi avienta la pizza.
—Al menos ya sabes a qué no dedicarte —opiné.
Corrió a mi lado y sonrió con dientes de tiburón.
—¿Sabías que Amara quería ser chef de pequeña?
—¡Basta! —lo tomé de su playera y la jalé para acercarlo, sin mucho éxito.
—Diario hacía un montón de pastelitos con la misma receta de estos —señaló la mesa donde Anabel seguía decorando el pastel, con la lengua de fuera por la concentración —y ya casi nadie se comía nada. Al final se quedaban y se hacían rocas.
Blake estaba riendo, cuando el teléfono en su bolsillo sonó.
«Fantástico, problemas»
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Solo es un poco de oscuridad
ParanormalSangre, luz y oscuridad reinaron entre el infierno y el cielo, con los gritos de guerra y agonía. Después de que las almas puras de los Arcángeles tomaran las llamas del infierno al ser los vencedores, obligan a los demonios a reencarnar en la Tier...