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Estaba bien piola en mí casa con mí pijama hermoso que es todo lo que está bien en ésta vida. Había pasado como una semana desde que lo tenía y no me lo sacaba ni para dormir, ahre que para éso era.

Golpearon la puerta y mi hermanito abrió. Segundos después Marta y Lux estaban en mí pieza.

-Loca, levantate, nos vamos -Me ordenó la perra.

-Levantame ésta.

-Dale pelotuda, los chicos nos invitaron al parque.

-¿QUÉ? ¿Y CUÁNDO ME PENSABAS AVISAR, PELOTUDA? -Le grité y Lux cerró la puerta.

-Por eso vinimos, faltan dos horas, así que te vamos a preparar.

-¿Para qué?

-Para ir al dentista, pelotuda. Para que veas a Matías.

-No sé que se fumaron, pero la droga hace mal -Dije y me acosté de nuevo para dormir. Lux me destapó.

-Te estoy jodiendo boluda, pero sabíamos que sí veníamos diez minutos antes no ibas a querer, por eso vinimos dos horas más temprano.

-Bueno, en dos horas me levanto.

-Sí no te levantas ahora, le mando un mensaje a Candia.

-¿Ah, sí? ¿Y con qué celular?

-Con éste -Mire y tenía mi teléfono en la mano, sabía la contraseña así que me levanté para no correr el riesgo, ahre.

●●●


Un rato más tarde ya me había cambiado y peinado.
Lux aprovechó para pedirme ropa y Marta se peinó porque tenía la cabeza como un león, ahre.

Fuimos al parque y los chicos ya estaban ahí boludeando en los jueguitos.

Nos acercamos a saludarlos a todos y cuando me dí cuenta, Matías no estaba.

●●●

El grupo estaba boludeando en los diferentes jueguitos, había como dos en cada uno, pero me alarmé un poco cuando Lux se acercó casi corriendo y con una sonrisa medio rara.

-Boluda, no te tenés que fumar el pastito del parque -Le dije pero la sonrisita no se le iba.

-Es que... Me pidieron un chape.

Abrí los ojos así como vos abrís las piernas, AHRE. Me sorprendió mucho ya que Lux nunca había chapado y siempre nos decía que no se sentía lista y no sabía como hacerlo.

-¿Le dijiste que sí? ¿Cuál es? -Lucía asintió y me señaló a uno de los chicos. Un flaco alto que tenía pequitas. Ay, que divino parece.

-Fue, tragatelo -Le guiñé el ojo y ella se rió.

-¿Y sí lo hago mal? -De lejos se notaba que estaba re nerviosa y tenía miedo.

-Sí algo sale mal, le tiras un ladrillo y todas salimos corriendo ¿Ok? Y sí te llega a apretar el culo mandale una cachetada que nunca más se pueda olvidar -Se río una vez más y se fue a donde estaba el chico.

Yo me quedé en la hamaca en la que estaba mientras todos se amontonaban al rededor de ellos. Se acercaron de a poquito hasta que el pibe la agarró de la cintura para acercarla más y se la chapó. Se veían re tiernos.

Me quedé re perdida mirandolos hasta que sentí que alguien me agarraba los hombros.

-Boo.

Mejor no les cuento el susto que me pegué, me dió un ACV, ahre. Me dí vuelta para ver quien carajo me había provocado un infarto. Cuando lo ví, no sabia sí sonreír o mandarle una cachetada.

-JAJAJAJAJAJA -El pelotudo se entró a reír, pero bueno, yo también me habría reído.

-¡PENDEJO! ¡CASI SE ME CAE LA TANGA! AHRE -Y los dos nos empezamos a reír.

-Uh, mira, el primer chape del pecoso -Dijo re sorprendido. Ya habían pasado como tres horas y los otros empezaban a cargarlos.

-¿En serio? El de Lux también.

-¿Lux?

-Por Lucía, y Marta por Martina.

-¿Y vos serías?

-Mí nombre es clasificado -A las carcajadas se sentó en una hamaca al lado de la mía.

-¿Por qué estabas tan sola? -Preguntó de repente y no supe que responder.

-No me gusta mucho estar parada, ahre. No sé, estaba aburrida. Igual pensaba que vos no venías.

-¿Te entristeció mí ausencia? -Se burló y yo me arrepentí de haber dicho éso.

-Me podría chupar tanto un huevo que ni lo notaría.

-Yo sé que te alegra haberme visto.

-Flashea mucho, señor Satanás.





N/A: Que capítulo flashero ahre. Me voy a buscar el clorox, besos.



¿Te callas un ratito? Joya | Matías CandiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora