⛥ 5 ⛥

6.9K 573 356
                                    

-¿Por qué insistís tanto con él? Boluda, apenas lo conocí -Aclaré. No se porqué, pero me molestaba un toque que pensaran que me gusta.

-A Nico también, pero que yo sepa, él no te ayudó a comprar un pijama.

-Además, parece que se te van los ojitos cuando lo ves.

-Me regaló una servilleta -Agregué.

-Y le pasaste la nariz por el helado, re romántica la cosa -Las pendejas se empezaron a reír. No hacía falta que me recordaran lo fracasada que soy.

-A mí me gustaría saber de donde carajo salió este pibe, ahre. Tipo, nosotras estabamos re piola mientras te shipeabamos con Matías y de repente apareció este chavon a armar drama, ah -Dijo re cebada.

Me puse a pensar. Ciertamente tenían un poco de razón, debe ser que nunca me puse a verlos bien porque ni idea de que Nico existía y con lo bueno que está era raro no haberlo notado.

Me dolía un poco el orgullo, pero tenía que admitir que de alguna manera, Matías me estaba llenando la cabeza, y no me gustaba pensar en él, pero lo hacía. Ahre, La Rosa de Guadalupe.

-Bueno, nos vamos. Mañana caemos temprano así nos vamos -En ese momento me acordé que mañana nos juntamos con ellos.

-Nos vemos.

-Eu -Lux se me acercó y me acarició el pelo. -No te pongas así -Me sonrió como solo ella sabía hacerlo. -Sí algo sale mal, sabes que tenemos un kilo de helado esperando por ver ésa serie de Netflix -Las tres nos reímos y las chicas se fueron.

No me había dado cuenta hasta entonces que me sentía un toque decaída.

●●●

Me desperté. Sentía que se me partía la cabeza. No sé porqué, pero me hacía mucho frío.

Marti y Lux ya habían llegado.

-Hola bebé, prestame tu remera azul -Linda forma de caer a mí casa, suripanta.

-Yo quiero la blanca.

-¿Por qué somos amigas? -Pregunté. Apenas se me escuchaba por las colchas.

-¿Por qué? No hay por qué.

-Porque somos la luz de tu vida. Yo brillaba tanto que cuando nací, el doctor casi se queda ciego -Marti se puso mí remera y agarró el peine.

-Debe haber sido por lo fea que eras -Dijo Lux y Marta le tiró con el peine.

-¿No te vas a levantar?

-Estoy hecha pija -Murmuré, pero Lu ya me había agarrado de las patas para sacarme así que me levanté.

-Ponete esto -Marta me dió un jean azul y una remera manga larga negra. -Con ésta campera -Señaló una gris que tenía colgada en el perchero. -Y esas zapatillas -Me alcanzó unas negras que andaban desparramadas en el piso.

-¿Por qué?

-Callate y respetame -Le hice caso y en menos de cinco minutos me vestí. Lux me desenredó el pelo y una vez listas nos fuimos a la mierda.

Ésta vez íbamos a ir a la casa de Santiago, para hacer una fiesta re loca, con alcohol, prostitutas y cocaína.

Ahre que nos íbamos a tomar juguito con galletitas.

Cuando llegamos se escuchaba música bien bajita. Santi nos abrió la puerta y pasamos haciéndonos las estrellas, ahre.

Nos mandó al patio y los chicos ya estaban ahí, pero esta vez había otro chico que no habíamos visto antes.

-Uh, ¿Quién llamó a las prostitutas?

-No sé, pero vos les vas a pagar.

-Mira que cobramos caro -Nos acercamos a saludar. Lpm, estaban los dos pajeros ahí.

Me sentía re pesada, como sí me fuera a caer, entonces me fuí a sentar en uno de los banquitos que había por ahí.

Me fregué los ojos y sentí que se habían sentado al lado mío.

-Hola.





N/A: Voy a empezar a dedicar capítulos... Por sí les interesa (?




¿Te callas un ratito? Joya | Matías CandiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora