⛤ 50 ⛤

4.1K 430 445
                                    

Yo:

Todo había estado muy raro. Marta salió corriendo, no supimos que pasó. Todos volvieron así que nos fuimos a dormir.

Estábamos un toque emocionados porque la fogata se iba a adelantar e iba a ser ésta noche.

Me desperté medio exaltada. Sentí que alguien gritaba afuera y no entendía que pasaba ni porque todos seguían durmiendo tan piola.

Me senté y abrí la carpa tratando de no despertar a Ann. Los gritos eran de Lucía... y Leo.

-Sí tan bien se llevan ¿Por qué no la invitaste? -Gritó mí amiga.

-¡Lucía! ¿Sos consciente de lo que decís? -Le devolvió Leo todavía más enojado.

-¿Ahora yo soy la loca? Disculpame pero así no puedo más. Soy una pelotuda ¿Cómo me voy a enamorar de un pibe que recién estaba conociendo? La re flashie, perdón eh. Mucho gusto. -Vociferó ésta vez de manera menos agresiva, pero cargada de enojo. Se sacó el anillo que Leo le había regalado y lo tiró al suelo. Lux se metió de nuevo a la carpa.

Me fije la hora.

7 de la mañana.

Me dormí de nuevo.

●●●

Matías:

Poco a poco nos fuimos despertando todos para desayunar. Eran las 11. Re piola.

El coordinador nos recordó una vez que ésta noche íbamos a hacer la fogata. A la tarde íbamos a jugar otro juego.

No sé porqué, pero sentía mucha tensión en el ambiente. Lucía y Leo estaban sentados re lejos y ahora que lo pensaba, casi ni los había visto juntos en todo éste tiempo. Siempre estaban pegados como perro y pulga.

Además de éso, sentía que todo estaba raro entre todos. Casi nadie hablaba. Parecía que la mayoría se evitaban entre ellos. Pensé que esto era para unirnos no para joder más las cosas.

Al pasar de las horas todos estábamos dispersados por ahí.

Me acerqué a Leo.

-Boludo ¿Está todo bien? -Mí amigo se veía re deprimido. No había reparado en que sostenía el anillo de Lux y no dejaba de mirarlo. -¿Por qué tenes éso?

-Me lo devolvió. Bueno, creo que terminó conmigo.

●●●

Yo:

Todo se había ido tan a la mierda que no sabía sí primero tenía que hablar con Marta, con Lucía, con mí hermano o con mí vieja.

Efectivamente mí vieja me llamó. Le dije que estaba todo bien, ahre.

Decidí hablar primero con mí hermano.

-¡Eu! ¿Qué pasó anoche?

-No sé, supongo que ya lo sabes. Estabas espiando ¿No? -Él se río.

-Noooo. Bueno sí. Pero no entendí que pasó.

-Bueno... -Se rascó la nuca. -Marta me dijo que tenía una amiga y que le gustaba un chico y algo de que yo era la chica y ella el amigo ¿O era al revés? Bueno... No sé. Entonces salió corriendo.

-Deja de hacerte el boludo. Te dijo que le gustabas y como el pelotudo que sos la dejaste irse en vez de aclarar las cosas.

-No. Ella salió corriendo muy rápido. Ni siquiera me dejó tiempo de reaccionar.

-¿¡Y qué esperas para ir a hablar con ella!?

-No creo que tenga ánimos de hacerlo ahora. Voy a dejar que se tranquilice un poco.

¿Te callas un ratito? Joya | Matías CandiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora