Mis amigas me llevaron al shopping, tenían mucha hambre entonces decidimos ir a Mc Donald.Digamos que todo se fue al carajo.
Estábamos haciendo la fila para pedir las hamburguesas y Martina se encontró a uno de sus amigos ahí.
Para no ser forras, Lux y yo nos acercamos a saludar. Era un grupo de chicos y parecían todos pelotudos.
Le dí un beso en el cachete a cada uno, hasta que llegué a un chico que tenía un expansor en la oreja y no me dejó saludarlo. Pendejo ortiva.
Marta se quedó hablando con el grupo de pelotudos y Luxi y yo retiramos la comida.
No se les ocurrió mejor idea que sentarnos todos juntos. Voy a buscar la pistola para pegarme un tiro.
Me tocó al lado de Lux, el problema era que del otro lado estaba el chico que no me quiso saludar.
-¿Me pasas el ketchup?
Me acordé del pijama de unicornio que ví en la entrada del shopping. Me lo voy a comprar.
-¿Boluda, me estás escuchando?
¿Cuánto valía? No sé sí me alcanza.
-La puta madre. ¡FLACA! ¡PASAME EL KETCHUP!
-LA CONCHA DE TU MADRE -Grité. El chico me había tirado un hielo en la espalda.
-Ah mira, ahora sí me das bola, pelotuda. Hace tres horas te estoy pidiendo el ketchup.
Agarré uno de los sobresitos que ví sobre la mesa. Por suerte estaba abierto. Lo apreté y le cayó en la ropa. Eso le pasa por descansero, ahre.
-¿Vos sos enferma? La puta que te parió -El pibe se re enojó, pero yo me estaba partiendo de risa.
No me dí cuenta en que momento, pero de un segundo a otro, estaba mojada. NO LO PIENSEN MAL. El pendejo me había tirado la Coca Cola encima.
-¡SE ARMÓ EL BARDO!
-UUUUUHHHHH
Los boludos empezaron a gritar mientras yo también le tiraba mí vaso de Coca. Para mí mala suerte el chico se hizo a un lado y la gaseosa cayó sobre Marta.
-¡PENDEJA!
Se re armó el quilombo. Marta me tiró Coca, le cayó un poco a Lux, todos se empezaron a tirar cosas entre todos y nos corrieron de ahí.
●●●
Todos se quedaron con hambre y se habían enojado con nosotros, pero yo sabía perfectamente que la culpa fue del pendejo. El grupo se adelantó un poco y yo caminaba con la cabeza agachada unos pasos atrás.
-Eu -Me dijo alguien que me había tocado el hombro.
-No quiero hablar con vos, andate por favor -Traté de decir de la forma más amable posible. Obviamente soné muy ortiva.
-Calmate, te quería pedir perdón, se me fue un poquito de las manos -No lo quería ni mirar, pero de la forma en que me hablaba sentía que me lo decía en serio.
-Mmm... bueno -Debió haberse dado cuenta por mí cara de que seguía un toque enojada.
-Mira, como soy buena persona te voy a comprar algo, para que te saques esa cara de orto que llevas.
-Chupala.
-¿Cuál? -No aguante más y los dos nos terminamos riendo. Después me acordé de lo que me había dicho antes.
-Mira, quiero comprar algo pero me hace falta un poco de plata así que vas a colaborar.
-Mira que no soy el Banco Nación -Me reí y nos desviamos a al local en donde había visto el pijama de unicornio.
Hablé con la empleada y efectivamente me faltaba un poco de plata, pero tampoco era tanto.
-Jodeme ¿En serio querés eso? -Asentí con la cabeza.
La chica lo guardó en una bolsa y me lo dió. Ah, que felicidad lpm.
Salimos del local y fuimos a buscar a nuestros amigos que por suerte no se habían ido tan lejos. Me despedí de todos los chicos, y ésta vez el pibe sí me saludó.
-Gracias.. Emmm...
-Satanás -Respondió.
-En serio pelotudo -Dije entre risas
-Matías.
N/A: Esto es malísimo, pero bueno (? No me bardeen, ahre.
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¿Te callas un ratito? Joya | Matías Candia
Fiksi Penggemar¿Te gusta Matías Candia? Bueno, callate un ratito y vení a leer esto... ADVERTENCIA: ▶La historia lleva escrita mucho tiempo, por lo que varias situaciones o temas se sentirán viejas, ya que usaba temas actuales del momento. ▶Esto está escrito con...