En edición.
Primer libro de la trilogía Cuidado.
Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia.
Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...
Nota: Podréis encontrar algunas expresiones/palabras latinoamericanas utilizadas por la protagonista ya que la madre es de ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cómo definir Alemania en una sola palabra?
Tíos, tíos y más tíos.
Esto era el paraíso y nosotras estábamos perdidas en el mientras esperábamos a que Patrick solucionara el pequeño problema que había con nuestras habitaciones de hotel.
Si bien el vuelo no fue el mejor para mi, valió la pena pasar por toda esa turbulencia para ver a estos hombres pasear por las calles de Berlín cosa que no pasaba en nuestra ciudad, no todos los días te encuentras con esta calidad y variedad de hombres como los que estoy viendo ahora. ¡Esto era mejor que babear por el tío cachondo del gimnasio al que asistíamos!
— La madre que los parió, quiero morir aquí.
Ya tardaba en abrir su boca.
Ava desde que tengo memoria, siempre ha fantaseado con salir con algún extranjero y vivir la vida loca fuera de España, por lo que ya os podéis imaginar su cara al pisar esta tierra. Y ya no hablemos de Liberty, esa mujer estudió dos años alemán por lo que se puede defender si consigue ligar con alguno por aquí y bueno, luego estaba yo que de todos los idiomas que pude elegir en mis planes nunca estuvieron aprender alemán y es por eso que ahora tengo que preguntarle a Liberty cada dos por tres qué es lo que nos están diciendo los empleados del hotel.
Más inculta y no nazco.
Todas seguimos los pasos de uno de los empleados, cabe decir que aquí las únicas que se enteran de lo que el simpático chico de cabello rizado está hablando, son Ava y Liberty. No al cien por ciento pero parece que se están entendiendo.
¿Ya os dije que estas dos se conocieron en una academia de idiomas?
Cuando las puertas del ascensor se abren, creo que estamos lo suficientemente alto como para mirar por una ventana y querer morirte del vértigo que te produce las vistas hacia una muerte fija. El chico, del cual no consigo pronunciar bien su nombre en mi cabeza, las ayuda a meter todas las maletas a una sola habitación.
¡Pero cómo diablos van a pagar este pedazo hotel! Ellas venían conmigo pero no sabía que se quedarían en el mismo hotel.
Espera...¡Pero si no han pagado nada aún!
—Voy a matar a Patrick.— suelto una vez que el chico mono sale de la habitación después de arrastrar mi maleta para dejarla junto al de ellas.
¿Pero como se le ocurre pagar algo cuando no está en su derecho de hacerlo?
Una de las cosas que más detestaba es que me pagaran las cosas sin yo haberlo pedido y vale, que puede que eso muchas veces hable bien de una persona si de amabilidad hablamos, pero es que ese hombre, que por cierto también es mi jefe, no es la primera vez que lo hace. No solo le bastó con pagarme a mi el hotel, sino que pagó por todas nosotras, porque esta habitación era más grande que nuestro piso en Madrid.
