Capítulo 29

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¿Debería dejaros el instagram de los personajes de #CCEA?❤

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— Me alegra tener esto como desayuno. — digo llevándome a la boca un trozo de fresa cubierta de nutella.

— Deberías verte el azúcar, liebling.

—Lo tengo todo controlado. — me acerco a sus labios y le planto un pequeño beso en ellos. — Por cierto...gracias por dejarme tu cama ayer.

Veamos, la situación fue que después de estar besándonos un buen tiempo decidimos beber un poco de champán y digamos que me pasé un poco con la bebida y acabé tumbando mi cuerpo sobre el suave colchón de su cama.
Apenas puedo recordar todo lo que hablamos durante la noche.

— La verdad es que no pensé dormir en el sofá ayer pero no podía dejarte ir en ese estado. — dice acomodándose mejor en el sofá.

—Podías haberme llevado a casa.

—¿Y qué tus amigas me maten por llevarte así? No, gracias.

Aún recuerdo cuando Ava pensó que Strom no entendía español y se dedicó a insultarle delante de sus narices. Me es inevitable no reír al recordarlo.

Sin pensarlo mucho, dejo el recipiente de fresas sobre la mesa de centro y me abrazo a su torso poniendo mi mejilla sobre su pecho. A él parece que le toma por sorpresa este acto porque tarda en devolverme el abrazo pero cuando lo hace, me siento como en casa.

—Jamás pensé que nos encontraríamos después de tantos años.

Siento su cuerpo tenso debajo del mío, es la primera vez que digo esto después de tantas idas y vueltas que tuvimos desde que nos volvimos a encontrar. Tuvieron que pasar años para saber algo de la vida del otro y hubo un tiempo en el que me imaginé a él casado y con hijos mientras que yo apenas y salía con alguien. Mi última relación a penas duró un año y después de eso me dediqué exclusivamente a mi trabajo, dejando de buscar el amor por un tiempo.

Pero cuando mis ojos se encontraron con los suyos por primera vez, mis manos empezaron a sudar y mi pecho se comprimió dentro de mi, miles de emociones y recuerdos volvieron a mi esa noche y me sentí de 18 otra vez. Sin darme cuenta Strom Ackermann había marcado un antes y un después en mi vida.

Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora