Capítulo 11

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La mañana había transcurrido de lo más normal y tranquila a pesar de que Liberty me acosara de preguntas a penas abrí los ojos

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La mañana había transcurrido de lo más normal y tranquila a pesar de que Liberty me acosara de preguntas a penas abrí los ojos. Le conté sólo una parte de lo que pasó una vez que nos dejó solos omitiendo el momento en el que Strom me obligó a subir a su coche y que por alguna extraña razón sabía dónde nos estábamos quedando.

Ah, si.

También le dije que Strom trabajaba como guardaespaldas de la avispa andante cosa que le sorprendió tanto como a mí, al escucharlo.

«¡Mierda!»

Una de las cosas que más me costaba hacer era llegar puntual a un sitio. Tenía esa horrible manía de programar la alarma en el móvil y luego ignorarlo, justo cómo lo había hecho ahora. Corro por toda la habitación en bragas y sujetador cuando me doy cuenta que estoy a contrarreloj. Sostengo la toalla que llevo enrollada en la cabeza y abro el armario para tomar una camisa de seda blanca y ponérmela encima. Subo la falda negra de tubo con rapidez y quito la toalla de mi cabeza contemplando el pelo liso que Dios me ha dado.

«Va a ser que hoy los rizos se iban a ir a tomar por saco.»

Cuando me dispongo a hacer la raya del ojo derecho, mi móvil empieza a vibrar sobre el tocador.


📩 Nos vemos en 5 minutos.     Esperaré por ti fuera.


«¡Joder, joder, joder! ¡Dame más tiempo, Patrick García!»

Vuelvo mi vista hacia el espejo y acabo de maquillarme, peleo con mi pelo y el peine fingiendo que no me duele la cabeza de tantos tirones que me estoy dando. Una vez que me recojo el pelo en un moño, tomo el bolso y el móvil para después salir de la habitación y dirigirme al ascensor.
Después de un par de minutos las puertas se abren y lo primero que hago una vez salir de aquel reducido espacio es parpadear dos veces para asegurarme de que estaba viendo bien. Cameron y Ava estaban más cerca de lo normal y creo saber cómo acabarán las cosas.

«Si el americano ya era extrovertido y ligón, Ava era mucho más o peor que eso.»

— Yo iré a dar una vuelta. Esa mujer,— señala en dirección a Ava— ya tiene planes con el amigo de Patrick que por cierto, te está esperando fuera. ¡Corre!— me grita Liberty para después empezar salir junto con ella del lugar.

Vaya sitio, si señor.

«Y yo que pensé que iríamos a un pequeño lugar en dónde poder hablar» pienso mientras le doy un apretón de manos al señor De Rosa que cordialmente nos invita a pasar a su oficina...bueno, sólo a Patrick. Si traducimos sus palabras al español, me acaba de decir que vaya a dar un tour por el lugar ya que su traductor personal podía traducir por mi para ellos.

Patrick murmura un lo siento por lo bajo y yo le doy una sonrisa como respuesta para después alejarme de ahí y hacer lo que me dijo.

«Por lo menos podré ir a ver al modelo con el que nos cruzamos a penas entrar. Bueno...digamos que mis ojos lo encontraron ahí, posando para la cámara con una sonrisa Colgate en sus labios»

Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora