En edición.
Primer libro de la trilogía Cuidado.
Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia.
Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...
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La mañana había pasado de lo más tranquila gracias a que había adelantado cosas por mi cuenta desde casa, una gran ventaja para una traductora. En realidad, la mayor parte de mi tiempo me la paso en casa con un ordenador entre mis piernas traduciendo algún que otro documento que Patrick me envía con anticipación y bueno, también trabajaba en proyectos cortos que se presentaban para traducir.
«Debería tomar un descanso.» pienso cuando siento leves punzadas en las sienes.
—Oh, Patrick.— digo levantándome del escritorio— ¿Quieres algo de beber?— pregunto intentando no lucir tan incómoda una vez que se ha decidido por salir de aquella oficina después de casi 4 horas.
Habían pasado dos semanas desde aquel encuentro que tuvimos en el restaurante. Pensé en llamarle o enviarle un mensaje pero Liberty me dijo que era mejor esperar a que él escribiera porque quizá necesitaba despejarse de toda esta situación y eso fue lo que hice.
Pero ahora, lo tengo delante de mi y luce tranquilo, como si nada hubiese pasado.
Entonces, ¿por qué demonios yo estoy tan incómoda?
«Si es que eres una cosa loca, Valls.»
— Iba a ir yo a por ello, ¿vienes? —Eh...claro.
El camino hacia la planta baja se me hizo eterno a pesar de que Patrick en todo momento no dejaba de hablar de temas relacionados con el centro comercial. Mientras espero a que él recoja nuestro café en una de las cafeterías que hay aquí reviso los mensajes que tengo en el móvil y hay muchas cosas que me sorprenden al abrir el buzón de mensajes. Primero teníamos a Ava, había pasado una foto por el grupo de su cara recién maquillada para su sesión de fotos, ella era una de esas modelos en ascenso. Después teníamos a Liberty que nos recordaba, como casi siempre, las tareas de casa que nos tocaba hacer a cada una el día de hoy. Todo esto era algo muy típico de leer por lo que no me sorprendían para nada.
Pero lo que me tomó por sorpresa fue el mensaje de mi hermano con una foto adjunta en ella. Con cierta curiosidad, espero a que se descargue la imagen por completo.
¿A qué se refiere con, "nos vemos en el infierno."?
Menudo hermano el que me mandó Dios.
— Aquí tienes tu café latte.
La voz de mi jefe hace que bloquee el móvil al ver que mis datos no eran muy buenos, ya tendría la oportunidad de ver aquella foto después. Tomo el café en mis manos y se lo agradezco, después comenzamos a caminar hasta la parte donde se encontraban los encargados de decorar lo que sería la tienda de los De Rosa.
