Me siento incómoda con tantas miradas sobre mi, a penas he podido cenar tranquila y con la fiebre que se avecinaba creo que iba a pasar una mala noche después de meses sin estar resfriada.
—Me voy a cama.
—Te llevaré una pastilla y algo de agua a tu habitación.— dice mi madre levantándose de la mesa para ir a la cocina.
—¿Segura que no quieres nada más?
—No, Liberty, solo quiero irme a cama.
—Descansa, entonces.— escucho decir a Ava cuando estoy a mitad del pasillo.
Cuando llego a mi habitación, aparto las sábanas y me cubro hasta las orejas, tenía frío y me dolían los músculos como si hubiese levantado veinte pesas de un solo tiro. Estiro el brazo hasta la mesita de noche y tomo el paquete de clínex para empezar a sonarme la nariz, era lo más asqueroso de todo esto.
Joder. Maldito resfriado.
—Toma esto, te hará efecto por lo menos un par de horas.
Genial, pienso. Agradezco a mi madre y tomo la pastilla con algo de agua, esperaba poder dormir esta noche.
—Gracias.
—¿Estás mejor?
— Acabo de tomarme la pastilla ahora cómo...
— Me refiero a lo de Strom. Tu hermano me ha contado...
—Le dije que no lo hiciera.— cierro los ojos con fuerza cuando mi cabeza cae sobre la almohada otra vez.— Qué cotilla es.
—Sólo está preocupado por ti. Iba a enterarme de alguna forma u otra, soy tu madre y para que se me pase algo a mi es muy difícil.
Touché.
—Estoy...bien.
—Eso a sonado muy seguro.— me hago a un lado para que pueda sentarse— Tienes que intentar pasar página, Jinx. Tú siempre has podido salir viva de situaciones complicadas y yo creo que podrás hacerlo también esta vez.
—Es distinto, mamá. Soy buena si de trabajo se trata pero esto no puedo resolverlo de la noche a la mañana, es distinto y no tengo el valor para hacerlo.— me mira a los ojos por un rato, acaricia mi pelo y me acerco más a su cuerpo para apoyar mi mejilla en una de sus piernas.— Pensé que sería el indicado esta vez, creí que podría formar algo duradero a su lado.
—A penas pasasteis un par de meses juntos.
— Hablamos durante años, mamá, no solo me basaba en esos meses para creer que esto podría funcionar.
—¿Y qué pasa con Blitz? Las chicas me han dicho que has estado quedando con él.
—En está casa no hay privacidad.
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Cuidado con el alemán #1
RomanceEn edición. Primer libro de la trilogía Cuidado. Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia. Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...