Capítulo 44

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Ya estoy de vacaciones... se vienen actualizaciones muuuy fuertes.

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Aquella mañana, después de salir casi corriendo de la habitación de Strom, regresé a casa y para suerte mía mis amigas aún seguían durmiendo , ni siquiera se inmutaron con el ruido que hice cuando me metí a la ducha. Esa madrugada a penas pude pegar ojo, ese mensaje me había dejado descolocada y por más que intentaba descifrar el significado de esas cortas líneas, no daba respuesta a ello.

¿Ya habrá visto Strom el mensaje? ¿Cuál sería su reacción al leerlo?

Había algo raro en todo esto, su actitud últimamente había sido demasiado extraña y algo dentro de mi me decía que ese rubio de ojos azules estaba metido en algo no muy bueno. ¿Pero qué? No lo sabía con exactitud pero lo averiguaría, estaba segura que lo haría aunque eso signifique meter las narices en dónde no me llaman.

—Oye, no has comido nada. — dice Liberty cuando me ve saliendo de mi habitación— ¿Vas a salir?

— No tengo apetito y si, quedé con mi hermano.— miento intentando no mirarle a los ojos. Está sentada comiendo comiendo algo de comida a domicilio mientras que los ronquidos de Ava se pueden escuchar aún en el salón.— ¿Qué tal la pasasteis ayer? ¿Ligasteis?

—Se podría decir que si pero nada importante. No me acuerdo como acabé liándome con uno de los dj del local.

—¡Joder, Lib! Tú si que necesitabas salir un poco por lo que veo.

—Es lo que produce el estrés en clase. Hay algunos chavales que son peores que niños aún así, muero de ganas de que me asignen como tutora de alguna clase.— enarco una ceja en su dirección porque no tiene mucho sentido lo que acaba de decir— Si, soy una masoquista.

Río y me siento un rato para acompañarla mientras acaba de comer. Hablamos de cosas un tanto insignificantes y otras importantes como la operación a la que iba a someterse la abuela de Liberty que por suerte no es algo que suponga mucho riesgo para su vida. A pesar de ser la menor de las tres me sorprende un montón su forma de pensar, siempre había destacado eso en ella. La loca de Ava fue la primera en acercarse cuando mi hermano nos puso al tanto de que una de sus amigas del instituto se transferiría al nuestro. En conclusión, Liberty era la mejor amiga de Kai desde la pubertad y de alguna forma mi hermano quería que la cuidásemos mientras ella estuviera fuera de su alcance.

Y ahora ella era una de nuestras mejores amigas.

La vida definitivamente estaba llena de sorpresas.

— Me voy.

—Dile a Kai que me debe un par de cubatas y que mire el puto móvil.

—Claro.— trago saliva, me sienta mal mentirle— Nos vemos más tarde.

Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora