Capítulo 28

10.8K 951 26
                                    

Lo siento por la tardanza pero los exámenes están de vuelta y me tienen hasta la coronilla. 😭
Espero qué disfrutéis del capítulo y  estaré leyendo vuestros coments!👀

🎶[Just goiKON ]🎶

Me tiemblan las piernas una vez que comienzo a caminar hacia mi edificio  después de ver a Patrick partir en su coche sin mirar atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me tiemblan las piernas una vez que comienzo a caminar hacia mi edificio  después de ver a Patrick partir en su coche sin mirar atrás. No sé si es a causa del frío pero no me estoy sintiendo bien, quizá todo lo ocurrido hace unas horas me haya puesto de esta forma porque no consigo encontrar otra explicación para esto.

—Jinx.

La voz de Strom hace que quite la llave del portal para tenerla entre mis manos otra vez. Cierro los ojos y doy un suspiro cansado antes de girar hacia él y verlo por fin después de haber estado evitándole casi un día entero.

—Hola.

—¿Estás bien?

—Creo que puedes ver que estoy intacta.

—¿Quieres dejar el sarcasmo para otro momento, por favor?

—No es sarcasmo, es la verdad. Estoy bien y si no te importa me gustaría subir a mi casa a descansar.

—¿Se puede saber que diablos te pasa? Estuve llamando toda la mañana pero no tuve respuestas de ti.— dice dando pequeños pasos más cerca de mi.

—Estuve ocupada, no tuve tiempo de estar con el móvil.

—Pero si tuviste tiempo de ir con ese tío por ahí, no?

«Increíble» pienso, lo único que me faltaba para tener un día de mierda era escuchar este comentario saliendo de su boca.

«Si es que hay que joderse.»

Me cruzo de brazos y niego con la cabeza como unas tres veces antes de ignorarlo y volver a lo mío, el portal del edificio se abre pero la mano helada de Strom sobre mi muñeca hace que empiece a caminar junto a él en contra de mi voluntad y a pesar de que no me hace daño, me enerva la sangre.

—¡Ni se te ocurra meterme al coche de esa mujer!— grito pero mi cuerpo termina cayendo sobre el asiento del copiloto y antes de que me de tiempo a reaccionar ya tengo al alemán conduciendo a sabe Dios dónde — Estás demente.

—Lo siento si te hice daño pero no vi otra forma para que no te escaparas de mi.

—No iba a hacerlo. — miento y apoyo mi cabeza en la ventanilla del coche sin opción alguna.

Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora