¿Cómo enfrentar la realidad, al pasado, a lo que una vez fue?
¿Cómo hacerlo?
Esas eran las constantes preguntas que se me pasaban por la cabeza mientras salía fuera del hotel para encontrarme con Patrick.
Habían pasado dos días exactamente desde que fuimos al evento de De Rosa y aún así, no conseguía sacarme de la cabeza todo lo sucedido en ese lugar. He intentado decirme a mi misma que el motivo por el cuál mi ánimo estaba por los suelo se debía al momento incómodo que pasé por no saber hablar alemán y no servir de ayuda a Patrick, pero la verdad es que estaba así por la persona que no me reconoció aquella noche en el lugar del evento. Odiaba tanto reconocerlo que de solo pensarlo me ponía enferma y lo único que conseguía hacer era enfadarme conmigo misma.
El viento azota mi pelo cuando salgo, hoy hace un poco de frío a pesar de que aquí es verano aún. Patrick me saluda con dos besos en las mejillas para luego dirigirme hacia el coche que nos esperaba justo delante del hotel. Aún no sé el motivo por el cuál tenía que reunirme con él hoy, pero decido no preguntar nada por ahora.
— ¿Qué tal amaneciste, Jinx? No te vi en todo el día.— es el primero en romper el silencio— Liberty me dijo que no te encontrabas muy bien.
Y la verdad es que no lo estaba. Algo de lo que había comido ayer me había sentado como el culo, me la pasé vomitando todo el santo día y no había probado bocado en todo lo que llevaba de mañana.
— Si, creo que la cena no me sentó muy bien ayer pero ahora es soportable.
— Me alegra oír eso.
Miro los grandes edificios a través del cristal polarizado del coche, todo lo que veía en esta ciudad me dejaba impresionada, supongo que ese era el primer síntoma de cualquier extranjero en un nuevo país.
— ¿A dónde vamos?— por fin se lo digo y cuando volteo la cara para verle, se afloja la corbata.
— Verás, yo...Necesito que me ayudes con...algo.
Frunzo el ceño, no entiendo muy bien a que se refiere con eso. Me limito a asentir y esperar a ver lo que quiere. A veces era demasiado extraño que prefería hacerme la tonta por un rato.
Cuando por fin el coche se detiene, me quito el cinturón y me dispongo a salir hasta que veo a Patrick correr hacia el lado donde me encuentro para abrirme la puerta.
No puede ser cierto.
Echo mi pelo hacia atrás y bajo del coche, me siento incómoda mientras caminamos hacia la acera para asegurarnos de que ningún coche nos pasara por encima. Las palabras de Ava acerca de Patrick aparecen por mi cabeza, es como si tomaran vida propia y pudiera escucharlos claramente. ¿Él aún quiere intentar algo conmigo?
Mis ojos se posan en las letras neón que están en lo alto del edificio, me ha traído a un centro comercial y no sé el motivo del por qué me quiere aquí. Cuando me llamó pensé que se debía a algo relacionado con el trabajo pero puedo ver que estaba muy lejos de serlo o por lo menos eso era lo que pensaba. No creo que quiera llevarse todas estas tiendas a España, ¿o sí?
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Cuidado con el alemán #1
RomanceEn edición. Primer libro de la trilogía Cuidado. Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia. Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...