Capítulo 54

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Atención: La modelo que interpretaba a Ava en esta novela ha cambiado. Siento que se asemeja más a la verdadera Ava Brandis que tenía en la cabeza aún así, ya sabéis que sois libres de utilizar vuestra imaginación.

 Siento que se asemeja más a la verdadera Ava Brandis que tenía en la cabeza aún así, ya sabéis que sois libres de utilizar vuestra imaginación

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Ava Brandis en foto.


Ava Brandis en foto

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Vuelvo a mirar el pequeño reloj que hay sobre la mesa de noche, los minutos que han ido transcurriendo desde el instante en el que rubio dejó la habitación me parecen eternas. Me da la sensación de que está tardando más de la cuenta.

Con cierto malestar en el cuerpo consigo ponerme en pie sin caerme y la verdad es que...me siento sucia. Había sudado mucho debido a la fiebre y necesitaba ir a casa para poder tomar una ducha rápidamente. Por el momento, me conformo con ir al cuarto de baño de la habitación de Strom y aprovechar su ausencia para hacer mis necesidades y lavarme la cara.

Echo un vistazo rápido a mi alrededor, todo ordenado al igual que en el otro hotel y sé que esto no solo se debe al trabajo de las de la limpieza sino que estaba más que segura de que el propio Strom se encargaba de colaborar sin darles mucho trabajo. Tomo mi bolso no sin antes volver a ponerme el abrigo, un suspiro brota de mis labios mientras dejo la habitación atrás sin dejar ninguna nota a mi paso. Por suerte voy sola en el ascensor y en el descenso del trayecto a la planta principal saco el móvil del bolso y tengo que tragarme una exclamación al ver tantas llamadas perdidas y mensajes en el buzón.

Van a matarme.

Como puedo me las arreglo para enviar un mensaje a mis amigas e intento llamar a mi hermano tras ver una serie de mensajes no tan agradables de leer. Cuando el ascensor está en la primera planta llamo por tercera vez a Kai y empiezo a perder la paciencia pero para suerte o desgracia mía acaba cogiéndolo finalmente.

— Estoy de camino a...casa.

Las puertas del ascensor se abren y tengo ante mis ojos a Strom sosteniendo un par de bolsas a cada lado y a mi hermano demasiado furioso de pie a su lado. Este último al verme tira de mi brazo con demasiada fuerza que acabo saliendo a toda prisa del ascensor para quedar a su costado.

Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora