¿Esa de ahí soy yo realmente ?
Liberty espera pacientemente con una sonrisa de oreja a oreja detrás de mi a que le diga algo acerca del trabajo que ha hecho con mi pelo pero mi cuerpo parece no reaccionar mientras me examino de pies a cabeza delante del espejo. Estoy en una especie de trance mental porque me parece algo raro que me sienta tan a gusto y que no le encuentre ningún defecto al vestido, mi cuerpo o mi cara; parece como si esta noche estuviera libre de complejos e inseguridades.
El vestido rojo se ciñe demasiado a mi pecho y parece que en cualquier momento mis dos amigas pueden salirse de su sitio con el escote en"v" pero prefería no pensar en ello y centrarme en contemplar el largo vestido que caía en forma de cascada debido a la abertura que tenía en el medio. Liberty me ayudó a rizar mi pelo y me convenció para recogerlo en un moño desordenado y aunque nunca fui fanática de los recogidos, ella tenía el poder de la persuasión. Yo siempre optaba por dejarlo suelto y al aire libre.
— Como se me enreden los tacones en el vestido, me mato.
Camino de un lado a otro comprobando de que puedo andar bien con los zapatos de tacón negro que compré en Madrid unos días antes de venirnos aquí y veo que no me resulta para nada incómodo al andar. Sonrío y Ava levanta los dos pulgares en mi dirección dándome su aprobación pero antes me pide que de un giro sobre mi misma y no me niego a hacerlo.
— Ya estás hecha toda una mujercita, me siento orgullosa.— dice mientras busca algo en el armario.
— Estás preciosa, Jinx.— Liberty me sonríe con amor y me siento más segura con la aprobación de las dos— Déjame sacarte una foto.
Camino hasta el gran ventanal que tenemos en la habitación y se puede apreciar la ciudad llena de luces debido a los grandes edificios que nos rodeaban, hay poca iluminación y aún así mi amiga consigue sacarme una foto decente. Ellas empiezan a prepararse para ir a la discoteca de la que habían estado hablando esta tarde en la comida y veo que he acertado con la vestimenta de Ava mientras que Liberty no sabe muy bien que ponerse. Decido echarle una mano con eso y no tardamos mucho en hacerlo, ella también irá con un vestido pero a comparación de Ava, optó por llevar unos zapatos con plataforma alta y no los de aguja.
Tiempo después tomo mi típico perfume y me lo echo encima, lo suficiente como para no asfixiar a la gente con el olor a coco. Cuando estoy retocando un poco el maquillaje y metiendo lo necesario en el pequeño bolso, alguien llama a la puerta y todas dejamos de hacer lo que estábamos haciendo, sobre todo Ava, que casi tira el ordenador de sus piernas para correr a coger el móvil que había dejado cargando en el baño.
— Venga, estoy lista.— dice mientras esperaba a cierta distancia de la puerta con el móvil entre las manos— No pienso perderme la cara de idiota que pondrá el tonto de Patrick cuando te vea con ese vestido. Fijo que babea delante de nosotras e inunda la habitación.
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Cuidado con el alemán #1
RomanceEn edición. Primer libro de la trilogía Cuidado. Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia. Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...