—Veamos, el tipo te dice que quiere acercarse más a ti y sin embargo, cuando la teñida está a su lado intenta mantener las distancias contigo.— juega con la pajita entre sus dedos antes de rodar los ojos— ¿Pero de qué va ese idiota?
—Ni yo misma lo sé. Estoy segura que si la vieras te caería mal.— afirmo y me lanzo al sofá una vez que termino de dejar todas las cosas en su lugar.
—Aún no la conozco y ya no le tengo ni un poco de empatía, está más que claro que me caería como el culo.— enciende la televisión para luego lanzarme uno de los cojines desde el otro sofá.
—¡Oye! Estás demasiado bromista hoy, eh.— intento sonar afligida pero lo único que consigo es lo contrario a eso.— Se nota que Liberty no está aquí para defenderme.
—Por eso, hay que aprovechar.— deja la cajita del zumo de piña que estaba bebiendo en el suelo— ¿Te gusta?
—¿Quién?— digo algo confundida.
—Tu hermano— pongo una cara de asco y ella rueda los ojos— Obvio que hablo del alemán, tonta.
No sé cuál de los dos ejemplos que ha dado me resulta peor, tengo que frotarme los ojos para saber que de verdad estamos teniendo esta conversación ahora. La morena era tan directa que a veces se me olvidaba que la chica tenía raíces andaluzas corriendo por sus venas.
—¿A qué viene esto ahora?
—Será porque tuviste una especie de algo— hace unas comillas invisibles con los dedos— con él durante un buen tiempo y no sería algo raro que vuelvas a caer por la misma piedra.
—Sabes que estás siendo demasiado bruta, ¿verdad?— ella asiente pero sigue sonriendo igual— No lo sé.— digo por fin.
— Me lo imaginaba.— dice bajando volumen a la televisión— La cuestión es; ¿piensas hacer algo al respecto?
—Estoy intentando no hacer nada, mantener las distancias sería la mejor opción pero cada vez que me lo repito en la cabeza aparece él rompiendo todas mis barreras.
Es la primera vez después de los últimos meses que me sincero conmigo misma con respecto a las emociones que estoy empezando a sentir otra vez por la misma persona de la que llegué a enamorarme alguna vez. Ava escucha cada una de las palabras que me salen por la boca y aprecio tanto que lo haga porque necesitaba hablarlo con alguien y ella aunque pocas veces se toma las cosas con demasiada seriedad esta vez lo hace e intenta darme consejos con respecto al alemán. De las tres chicas que vivimos aquí, Ava era la más experimentada en el ámbito del amor aunque pocas veces a llegado a tener algo serio con alguien.
Aunque a decir verdad hubo un tiempo que, aunque no nos dijera nada de lo que pasaba por su cabeza, la pasó mal y llegamos a la conclusión de que se trataba de un chico y sólo se quedó ahí porque no logramos saber de quién se trataba hasta ahora.
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Cuidado con el alemán #1
RomanceEn edición. Primer libro de la trilogía Cuidado. Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia. Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...