En edición.
Primer libro de la trilogía Cuidado.
Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia.
Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...
Preparad los tissues para este capítulo, estáis advertidas.
Ps: las excusas del por qué no actualicé para el final de este capítulo xddd
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—Entonces...¿Cómo decías que era?
—Du bist sehr kindisch.
—Muy bien, intentaré venir para la semana.— sonrío satisfecha— De todas formas estaré pendiente de los test que vas a publicar.
—Te veo muy motivada. Hace unos días querías posponerlo para más adelante.—pregunta mientras se despide de algunos compañeros de la academia.
—Lo sé. Sé que dije eso. —suelto la goma que sujeta mi pelo en un moño para por fin dejarlo libre - Digamos que es algo personal.
—Personal o no, te especializaste en cuatro idiomas y déjame decirte que el alemán no es un idioma fácil que digamos.
—Y por eso elegí francés en la universidad.— tomo las libretas de la mesa y camino hasta la señora Bea para depositar dos besos en sus mejillas.— Auf wiedersehen.
—Auf wiedersehen.- con una sonrisa camino hasta la salida pero el carraspeo que escucho a mis espaldas hace que regrese mi atención a ella— Y Jinx...practica la pronunciación, por favor.
<<Ahí estás otra vez cagándola, Valls.>>
Al salir fuera, mis ojos detectan un coche bastante conocido aparcado justo delante de la academia pero no es solo eso lo que me tiene confundida sino mas bien la persona que está sentada como conductor. Con pasos vacilantes me acerco hasta allí y con cierta curiosidad me atrevo a tocar la ventanilla de su coche.
—¿Qué haces aquí?
—Pasé a dejarte unos documentos para traducir y también quería aprovechar para hablar contigo. ¿Podrías subir? Ya es tarde, supongo que no has cenado aún.— dice Patrick y yo sin problema alguno meto mi cuerpo dentro del vehículo.
—¿Cómo sabías que estaría aquí?
—Fue Liberty la que me puso al tanto. No sabía que estabas dando clases de alemán pensé que habías desistido.— trago saliva y aparto mi mirada de la suya cuando veo como una de sus cejas se eleva en mi dirección. Por el momento parece que mirar la ciudad de la ventanilla del coche es más divertido que dar explicaciones.
—Lo vi necesario a estas alturas.
—¿Lo dices por Luciana?
—Realmente me gustaría saber lo que dice a mis espaldas.
—Estás loca.
—No más que tú.- me mofo de él un poco— No querrás sacar tu pasado oscuro del baúl, García.
