Ya os dije que estoy sin internet y a penas me quedan datos en el móvil :( Conseguí conectarme para dejaros un capítulo. Sed pacientes, este mes parece que la suerte no está de mi lado.
Es hermosa.Malditamente preciosa.
La observo en silencio un poco atontado por su belleza. Está inconsciente sobre la cama de este hotel, y a pesar de tener el pelo pegado sobre la frente debido a la fiebre que conseguí bajar con algunos paños húmedos, se ve preciosa.
Y creo que eso acaba de sonar demasiado perturbador.
Pero me da igual.
Estoy arrodillado justo a su lado. Acaricio una de sus manos con demasiada delicadeza para no despertarla, a penas la vi me di cuenta de que algo pasaba con ella. Iba demasiado abrigada y no paraba de estornudar, tenía los ojos llorosos y supuse que se trataba de algún refriado y vaya si había estado en lo cierto. Cuando se desmoronó entre mis brazos en aquel aparcamiento no dudé ni un instante en traerla conmigo hasta aquí, no iba a dejar que el gilipollas de mi hermano se la llevara con él, sobre mi cadáver.
No batallé mucho con ella, era ligera y a pesar de estar en esta situación me alegró sentir el calor de su cuerpo entre mis brazos. Hubo momentos en el que abría los ojos pero estaba tan fuera de sí que empezaba a murmurar cosas sin sentido.
Cosas como que yo pasé la noche con ella.
¿En qué momento fui a su casa ayer?
Tuve que aguantar la risa al darme cuenta de que había soñado conmigo esa noche y aunque no supiera exactamente lo que había soñado, fue inevitable no sonreír al saber que no soy el único que la piensa. Dejo un casto beso sobre la palma de su mano y camino hasta el cuarto de baño, iba a darme una ducha rápida antes de volver junto a ella para comprobar su temperatura y esperaba que todo estuviese en orden o de lo contrario tendría que llevarla a un médico sin dudarlo.
En la ducha no tardo mucho, solo me lleva diez minutos asearme y otros dos en cepillarme los dientes, intento secar mi pelo con una de las tantas toallas que me dejan las de la limpieza y a pasos silenciosos salgo para tomar del armario unos bóxers y algo de ropa cómoda para ir a comprar comida para Jinx. El servicio de habitación no estaba mal pero me he dado cuenta de que a mi morena no le gustaba mucho la comida de los hoteles y yo no tenía ningún problema en salir a comprarle algo para cenar.
Tomo la cartera y un chaquetón para no pasar frío ya que no iba a llevar el coche conmigo, podía ir caminando sin ningún problema pero cuando me dispongo a dejarle una nota a la bella morena tendida sobre mis sábanas su voz hace que levante la vista hacia ella.
—Dios...
Intenta incorporarse y yo tomo una botella de agua con una tableta de pastillas que sé que la ayudarán a sentirse mejor, tiene los labios algo resecos y la voz ronca. Sin pensármelo dos veces acerco una de mis manos a su frente tomándola por sorpresa y luego llevo la otra hacia la mía para comparar nuestras temperaturas.
ESTÁS LEYENDO
Cuidado con el alemán #1
RomanceEn edición. Primer libro de la trilogía Cuidado. Decidme que ese de ahí no es el jodido alemán que me trastornó la cabeza en mi adolescencia. Por Dios, decidme que ese que va acompañado de una avispa andante no es el mismo idiota que pasaba de mi cu...