Capítulo 18

14.6K 1.1K 32
                                    


Mis ojos están a punto de salirse de sus órbitas, mi corazón empieza a bombardear por todo mi sistema con cierta rapidez y siento la necesidad de enterrar mi cabeza en el plato de comida que tengo en la mesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Mis ojos están a punto de salirse de sus órbitas, mi corazón empieza a bombardear por todo mi sistema con cierta rapidez y siento la necesidad de enterrar mi cabeza en el plato de comida que tengo en la mesa. Carlos Pérez sale echo una furia del restaurante no sin antes reprocharme todo el dinero que ha tenido que gastar debido a mi para nada, maldigo su existencia en esta tierra hasta que caigo en cuenta de que tengo al alemán sentado conmigo en un restaurante del centro de Madrid. Strom se cruza de brazos y yo sólo pienso en las cosas que he dicho mientras estaba en Alemania, y tomo la copa de vino en un abrir y cerrar de ojos lo que me lleva a hacer muecas debido al sabor de este.

Le escudriño en silencio, ahora que estamos solos no sé qué decir, lo único que pasa por mi mente ahora mismo es hacer memoria de todas las cosas que he dicho mientras él estaba presente.

¿Por qué no dijo que sabía hablar español desde un principio?

— Será cabrón!— exclamo levantándome del suelo bruscamente, no hay coches circulando, parece que esta calle es desierta.— No sé como pudieron darle el carnet de conducir a semejante animal! Seas quién seas, ya puedes ir saliendo de ese maldito coche tuyo y pedirme perdón por casi matarme.

<<¡Joder, joder, joder!>>

—Me tengo que ir.— digo y hago un ademán de irme después de coger mis cosas.

—¡No!— su mano cubre la mía haciendo que mi cuerpo vuelta a caer sobre la silla otra vez, no es la misma sensación de repugnancia que sentí cuando la mano del muñeco Ken se posó sobre la mía.— Aún queda un poco de vino por terminar.— esto último lo dice en un pequeño susurro que con la mezcla de su acento en español me hace derretir por dentro.

Aparto mi mano de la suya de forma rápida cuando me doy cuenta de que si seguía así un minuto más iba a enloquecer. Una parte de mi se alegraba de poder verlo de nuevo cuando pensé que ya no volveríamos a vernos nunca más pero la otra...Tenía una extraña sensación en el pecho, como si mi antigua yo de dieciocho años volviera a surgir dentro de mi esperando obtener todas las promesas que una vez le dijeron.

— No...No sabía que podías hablar español.

—Digamos que tuve que aprenderlo por si algún día volvía a verte.— dice sin vacilar y aún sin poder verme puedo decir que mis mejillas se han tornado de un color rojo intenso debido al calor que siento en todo el rostro. — Por cierto...— eleva una de sus cejas antes de proseguir— ¿Quién era ese?

<< Vaya...Veo que Strom Ackermann es bueno con el castellano.>>

— No tiene importancia.— paso la lengua por mis labios de forma inconsciente y él sigue cada uno de mis movimientos con sus ojos azules— Además, cómo es que no me dijiste que podías entenderme en mi propia lengua?— entrecierro los ojos mientras apoyo los codos sobre la mesa de forma que mi rostro se acerca hasta dónde está él.

Lo que no me esperaba es que el muy idiota imitara mi acción. Ahora lo tenía a escasos centímetros de mi rostro.

— Vaya cambio de conversación más drástico, seguro que no acabo de interrumpir nada?— sus ojos viajan a mis labios que espero que no estén temblando porque con lo extraña que era ya no me parecería raro que algo así pudiera suceder— Iba a hacerlo pero me resultaba divertido los motes que le dabas a Luciana y no pude hacerlo.

Pongo una sonrisa que me haga ver inocente y libre de culpa ante sus ojos pero lo único que consigo es que se ría de mi en mis narices y nunca mejor dicho.

<<Por suerte no ha dicho nada de cuando lo insultaste el día que casi te atropella.>> pienso .

— Creo que malinterpretaste mis palabras—  me niego a pesar de saber que si es verdad lo de los motes, pero él no tiene por qué saberlo.— Va a ser que no eres tan bueno con el español, eh.— palmeo su mejilla derecha con cierta diversión.

— No has respondido a mi pregunta.

—¿Qué pregunta?

—¿Quién era el rubio?

Ruedo los ojos en su dirección y a él parece no gustarle, tomo una respiración profunda antes de intentar alejar su rostro del mío.

— No tengo por qué darte explicaciones de eso, sólo puedo decirte que gracias a ti ese hombre por fin me ha dejado en paz.— el asiente y me atrevería a decir que luce satisfecho por mi respuesta.

A pesar de mi problema con socializar con los demás consigo hablar con Strom por un largo tiempo en dónde me avisa de antemano que está aquí por los negocios que mi jefe, que por cierto no sabe su nombre, hizo en Alemania con la familia De Rosa. Lo que aún no me cabía en la cabeza es qué diablos pintaba Luciana en esta situación si es verdad que es hija de nuestro socio, no la veía interesada en trabajar con su padre.

<<Aunque con esos aires de diva que se echaba seguro que estaba aquí para irse de shopping y de paso pasar unos días con su guardaespaldas favorito.>>

A todo esto...No entiendo por qué Patrick no me ha informado nada de esto, creo que por lo menos debería haberme enviado un mensaje si es que no quería escuchar mi voz por teléfono. Aún seguía con las palabras de Liberty en la mente y me sentía pésimo por no saber qué hacer para arreglar las cosas entre los dos.

Solo esperaba que él volviera a ser como antes y...¡Qué coño está haciendo!

Le veo tomar mis manos entre las suyas de forma que nuestros codos están sobre la mesa que por cierto ya ha sido limpiado por unos camareros. Sus dedos esparcen suaves caricias en mis nudillos y yo me quedo plasmada cuando lleva mis manos más cerca de su rostro y agacha un poco la cabeza para dejar un beso cálido en ellos.

No estoy enamorado aún pero si llego a conocerte mejor seguro que lo haré.

Sus palabras me dejan atónita y mis manos... ¡Joder si mis manos no estaban sudando de los nervios! Aún así parece no importarle porque continúa con sus caricias y sus ojos no se apartan de los míos y creo saber por qué lo hace.

Eso...eso yo lo había escuchado antes.


Strom!!! ¿Por qué nos haces esto?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







Strom!!! ¿Por qué nos haces esto?

¡¡El alemán viene con todo!!



¡¡El alemán viene con todo!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuidado con el alemán #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora