Capítulo 11

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Llamé a la grúa y me dijeron que en media hora estarían aquí, lo malo era que íbamos a llegar tarde al boufet del hotel y toda la sorpresa se va a ir a la mierda.
-¿Tenias algo preparado? - parecía que Noah estaba leyendo mis pensamientos.
-¿Tanto se nota? - le dije con una triste sonrisa.
-Cuando me dijiste que no vendrían hasta dentro de media hora agachaste la cabeza, siempre haces eso cuando te pones triste- dijo acercándose a mi.
- Es que quería que esta sorpresa saliera bien, desde que volviste cada día tenias una sorpresa nueva para mí y ahora que tan solo quedan 4 días para que te vayas...-targue saliva - quería que me recordarás por esta sorpresa - y bajé la cabeza hasta mirar al suelo.
-Shelly - dijo Noah apoyando sus manos en mis hombros- no me hace falta ninguna sorpresa para que te recuerde, tu siempre estarás en mis pensamientos.
-Espero que con lo del parque de atracciones te acuerdes aún más de mi - dije levantando la mirada.
-Que boba eres - me dijo mientras nuestras frentes se juntaban.
-Y tu muy...-entonces Noah me interrumpió poniéndome un dedo en la boca.
-No digas esa palabra - y los dos nos reímos.
Permanecimos unos segundos en silencio hasta que apareció la grúa,Noah y yo nos sentamos juntos dándonos la mano y en diez minutos llegamos a mi casa casa, luego el conductor me dijo que llevaría mi coche a un taller y me dio una tarjeta con el nombre y la dirección, también me dijo que me pasara mañana,  y yo asentí, les dimos las gracias y la grúa se fue con mi coche.
-Si quieres podemos ir a mi casa, ya he arreglado mi coche asique podemos ir al sitio que tenías preparado - dijo Noah intentando animarme. La verdad es que no era mala idea, lo único era que no sabía a dónde llevarle a cenar.
-¿Tienes mucha hambre? - le pregunté - Mi plan incluía cenita romántica pero me parece que ya nos la hemos perdido.
- La verdad es que me da igual cenar o no - me dijo mientras me cogía una mano - lo único que quiero es estar contigo Shelly.
Cuando llegamos a la casa de Noah fuimos directamente a subirnos a su coche, le guíe durante todo el camino hasta que llegamos al hotel, la entrada tenía una bonita fuente en el centro y por el suelo había una alfombra roja que llegaba hasta la recepción.
-Hola, llamé esta mañana para reservar una habitación - le dije al recepcionista - Está a nombre de Rochelle Evans.
Busco mi nombre en un ordenador y luego nos dio la llave de la suite.
- Veo que no querías perder el tiempo - dijo Noah mientras subíamos por el ascensor. Cuando entramos decidimos mirar la habitación.
La suite parecía una casa, había una sala de estar con un sofá, un sillón y una tele, después estaba el dormitorio con una cama enorme de matrimonio y una mesilla a cada lado, al final de la habitación había un baño con jacuzzi y una bañera con chorros, y además tenía una gran terraza desde la que se podía observar casi toda la ciudad.
-La vista es preciosa - dije mientras me apoyaba en la barandilla.
-Si que lo eres - me dijo Noah al oído.
Después de eso me cogió en brazos y me dejó con cuidado en la cama.
-Y dices que soy yo la que no quiere perder el tiempo - le dije cuando se empezó a quitar la camiseta.
Cuando terminó de desvestirse se tiró encima de la cama a mi lado, comenzó a quitarme la camiseta mientras yo me quitaba los pantalones, nos besamos y cada vez nuestro cuerpo se juntaba más y más hasta que nos dejamos llevar por la pasión.
Y así fue otra noche que pasé junto a Noah Flynn.

      * * * *

Me desperté antes que Noah asique decidí darme una ducha, los chorros me daban con tanta fuerza en el cuerpo que parecía que me estaban dando un masaje, gemí de lo relajada que estaba.
-¿Qué haces? - dijo Noah entrando en el baño - Te he oído gemir - Entonces me puse roja.
- Es que...los chorros - dije muy nerviosa, y de repente Noah entró en la ducha conmigo - ¿¡Pero Noah!?
- Yo también quiero disfrutar de los chorros - dijo mientras me miraba pícaro, y entonces... me besó.
Minutos más tarde decidí salir de la ducha(Noah decidió quedarse un rato más) , me puse una toalla alrededor del cuerpo y me senté en la cama mirando mi móvil, tenía un mensaje sin leer.
Rachel: Elle hoy vamos a quedar las chicas para ir de compras a las 12 a.m, avisame si vienes. Un beso guapa.
Miré la hora: las diez y media. Aún me daba tiempo ir a mi casa a coger ropa limpia e ir a desayunar con Noah.
Yo: Vale Rachel gracias por avisarme, allí estaré.
Le respodi a Rachel.
Cuando me vestí Noah salió de la ducha.
-He quedado con las chicas a las doce para ir de compras - le dije mientras me calzaba - Si quieres quedamos a las once y media para ir a desayunar alli.
-¿Por qué no vamos en cuanto me viste?
-Tengo que ir a mi casa para cambiarme de ropa - le dije señalando la ropa que llevaba puesta - La que llevo esta toda arrugada.
-Esta bien Shelly, pues cuando quieras nos vamos - dijo poniéndose la camiseta - aunque es una pena no haber usado el jacuzzi - y me agarro por la cintura y me hacía cosquillas.
-¡Para Noah! - dije entre risas - ¡Sabes perfectamente que no me gusta que me hagan cosquillas!
-Pero estas adorable cuando te ries- dijo cuando dejó de hacerme cosquillas- y entonces salimos de la habitación.
A las once ya estaba en casa.
-¡Hola! - grité mientras entraba por la puerta, pero nadie contestó. Miré en la cocina y en el frigorífico había un papel sujeto con dos imanes.
- Elle, he tenido que llevar a Brad a jugar un partido amistoso volveremos a la hora de comer. Te quiere, papá - leí cogiendo la nota. Entonces me llegó un mensaje.
Noah: En 5 minutos estoy allí.
Subí a mi cuarto, me cambie de ropa, me peine (decidí dejarme el pelo suelto) y salí a esperar a Noah en el porche.
-¿Llevas mucho esperándome? - me dijo cuando terminó de bajar la ventanilla del coche.
-No tranquilo, solo llevo unos tres minutos esperando - dije cuando entré en el coche - Vámonos ya, solo tenemos treinta minutos para llegar y desayunar.
- Lo que usted mande - dijo haciendo un gesto servicial con la cabeza, y entonces arrancó.
Cuando entramos al centro comercial Noah y yo nos dirijimos a la cafetería más cercana, pedimos dos batidos de chocolate y cuatro bollos. Comí más deprisa que nunca, hasta me atragante un poco y empecé a toser, Noah tuvo que darme unos golpes en la espalda y después se puso histérico.
- ¡Tu sabes el susto que me has dado! ¡Pensaba que te perdía! - me dijo mientras de volvía a sentar en la silla.
-Que mono eres Noah Flynn - le dije mientras le cogía un mofletes, como hacen las abuelas con sus nietos.
En esta ocasión no me dijo nada, solo puso su gesto serio y agachó la cabeza mientras la movía hacía los lados en señal de negación.
Entonces alguien me llamo, era Rachel.
-Elle, ya estamos aquí
-Vale chicas, ahora mismo voy - dije cuando termine de tragarme el último bollo - ¿Estáis en la tienda de siempre?
-Si, aquí te esperamos.
Y Rachel colgó.
-Noah ya me tengo que ir - le di un beso en la mejilla y después di el último trago a mi batido.
-Vale Shelly, luego nos vemos - dijo mientras saliamos los dos juntos de la cafetería.
El resto de la mañana lo pase con las chicas, nos probamos casi toda la ropa de la tienda y la verdad es que compré demasiadas cosas.
Todas las chicas se fueron pero Rachel y yo decidimos quedarnos un rato más.
-Ya veo que no te vas con las manos vacías - me dijo Rachel señalando las cuatro bolsas que llevaba hasta arriba de ropa, ella en cambio solo se habia comprado un vestido y un conjunto de camisa y falda.
- Bueno, la verdad es que si que me he pasado - dije riendo - Por cierto, ¿has venido con tu coche?
- No, he venido en el coche de Lily- dijo un poco avergonzada - no me atrevo mucho a coger mi coche, soy muy torpe.
-Pues yo tampoco he venido con el mío, me ha traído Noah porque ayer se estropeó la batería de mi coche.
- Si quieres llamo a Lee para que venga a recogernos - dijo mientras sacaba su móvil del bolso.
En diez minutos Lee ya había llegado, nos contó que está noche había cine en la playa a las ocho y media de la tarde.
- ¿Noah y tu vais a ir? - me preguntó Lee - Si venís podemos pedir unas pizzas y pedimos que las lleven a la playa.
-Luego se lo diré a Noah, pero estoy segura de que iremos.
Llegué a casa a la hora de comer, Brad y mi padre ya estaban allí.
- Qué bien huele - dije entrando en la cocina, mi padre estaba haciendo una lasaña.
- Rochelle Evans, ¿donde has estado durante toda la mañana? - dijo mi padre muy serio.
-Pues he ido al centro comercial a desayunar con Noah y luego han venido las chicas para ir de compras.
-Eso explica porque llevas todas esas bolsas - me dijo mientras las miraba - Anda, sube a tu habitación a dejar las bolsas y luego baja y pon la mesa por favor, yo solo no puedo con todo.
-Esta bien papá - dije cuando salía de la cocina.

      * * * *

Al terminar de comer y fregar los platos subí a mi habitación y llamé a Noah.
-Hola Shelly- me dijo muy animado - ¿Te ha contado Lee lo del cine en la playa?
- Si, por eso mismo te llamaba. Lee me ha dicho que podríamos ir los cuatro y pedir que nos llevaran unas pizzas.
-Por mi bien, si quieres ahora se lo digo a Lee.
-Perfecto, luego me dices la hora a la que vienes a recogerme.
-Claro que si, tu tranquila Shelly, te avisaré con tiempo de sobra para que te arregles, si es a lo que te refieres.
-Muchas gracias Noah.
- Adiós, te quiero.
- Y yo a ti.
Cuando termine de hablar con Noah eran las cuatro de la tarde asique todavía me daba tiempo de sobra para tumbarme un rato a leer un libro, a medida que iba leyendo más las letras se volvían borrosas e iba dando cabezaditas...hasta que me quede totalmente dormida. 

The Kissing Booth 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora