Capítulo 2: The Kissing Booth 3

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Los siguientes tres días pasaron bastante deprisa.
Rachel, Lee y yo nos dimos algún que otro baño en la piscina de Lee y empecé a organizar lo que me tenía que llevar a la casa de la playa. Tras seleccionar todo lo que necesitaba llevarme para un mes y medio fui haciendo la maleta, también me despedí de Brad, ya que se iba al campamento de béisbol, y el día anterior le ayudé a hacer su maleta...en fin, estuve bastante ocupada.
Ahora me estoy preparando para estar lista cuando June y Lee vengan a recogerme. Ayer, Lee me dijo que Noah si iba a venir así que su padre se iría a recogerle y llegarían un poco más tarde. No voy a mentir, toda la noche me había quedado pensando en que con Noah en la casa de la playa todo sería raro...¿o no?, joder, ni siquiera me dijo nada por lo que le regalé por su cumpleaños, ni un simple 'Gracias' aunque hubiera sido por cortesía, y ahora iba a tener que convivir con él durante un mes y medio.
-¡Elle, ya están aquí June y Lee! - gritó mi padre desde la planta baja.
-¡Voy! - salí de mi baño y cogí mi maleta, que estaba hasta arriba de productos de todo tipo (maquillaje, capilares, etc...) y de ropa, pesaba mucho.
-¿Necesitas ayuda? - dijo mi mejor amigo al verme intentando bajar las escaleras sin caerme.
-No estaría nada mal - le dije dejando de bajar. Él subió.
-¿¡Pero que llevas aquí!? - dijo al coger la maleta - ¿Un elefante?
-Dos - le respondí bajando la escalera muy animada. Él iba detrás mía.
-Pasároslo bien - dijo mi padre mientras me daba un abrazo -, y tener cuidado.
-Tranquilo, cuidaré de ella - dijo Lee - Bueno, tenemos que irnos ya, Rachel ya nos estará esperando en su casa.
-Y tu madre allí fuera - le recordé.
-Si, adiós - dijo Lee saliendo por la puerta. Estaba muy ilusionado de que Rachel viniera con nosotros y a mi también me gustaba poder tener otra compañía femenina además de June.
-Adiós - me despedí de mi padre y salí tras Lee.
Él guardó mi maleta en el maletero mientras yo me sentaba en el asiento del copiloto. Menos mal que June se trajo el coche con el maletero grande porque sino no cabrían todas nuestras maletas.
-Hola - me saludó June - ¿Estáis listos?
-¡Si! - dijimos Lee y yo a la vez y entonces fuimos a buscar a Rachel.
Tras recogerla nos dirigimos de camino a la casa de la playa. El viaje se me hizo muy corto ya que los cuatro íbamos cantando o charlando sobre cualquier cosa y en tres horas llegamos a la casa de la playa.
La casa estaba situada en primera línea de playa, tenía un pequeño jardín delantero y era de dos plantas. En general era un poco vieja. En la primera planta había un pequeño recibidor, al entrar se encontraba una pequeña cocina abierta, el comedor, el baño principal y al fondo el salón y las escaleras. En la segunda planta al fondo se encontraba la habitación de June y Matthew (que tenía un baño y vestidor), al lado se encontraba el dormitorio de Lee y Noah (era un poco pequeño para los dos, con dos pequeñas camas y dos pequeños armarios) que se conectaba a través de un baño con mi habitación, bueno, y la de Rachel (que también tenía dos pequeñas camas y dos pequeños armarios).
Al coger las maletas y entrar comprobé que todo estaba tal y como recordaba.
-¡Que mona! - dijo Rachel entusiasmada. Entró después de mí.
-Ahora tengo que limpiar un poco - dijo June cerrando la puerta tras ella - Vosotros ir deshaciendo las maletas y explicarle las normas de vuestro baño a Rachel.
-¿Normas?
-Si, el cerrojo está roto así que tenemos un sistema - explicó Lee.
-Bueno, vamos a las habitaciones - dije. Los tres subimos a la planta de arriba.
-¿Vamos a la playa después de desempacar? - nos preguntó Lee antes de que pasáramos a nuestra habitación.
-Claro - dijimos Rachel y yo.
-No tardéis mucho - nos advirtió Lee. Nosotras nos miramos cómplices, nos reímos y miramos nuestras maletas, ambas igual de pesadas y llenas.
-No te prometemos nada - le dije riendo y entonces, después de que Lee y Rachel se dieran un pico, pasamos a nuestro cuarto.
-Es muy bonito - dijo Rachel dejando la maleta en el suelo.
Yo hice lo mismo y después me tiré a la cama que se encontraba a la izquierda, justo al lado de la puerta para entrar al baño.
-Ah, por esta puerta se entra al baño - le dije abriendo la puerta. Al hacerlo vimos a Lee (ya que él también tenía la puerta abierta) y le saludamos, él hizo lo mismo y después volví a cerrar la puerta.
-Ya entiendo porqué tenéis normas - dijo Rachel.
-La norma es que si las puertas están cerradas es que hay alguien en el baño, por ejemplo, nosotras tenemos que cerrar la puerta de los chicos obligatoriamente y la de nuestra habitación pues si queremos porque ya sabes, tenemos prácticamente lo mismo.
-Entiendo, lo más importante para nosotras es cerrar su puerta y para ellos cerrar la nuestra - empezó a abrir su maleta.
-Exacto - volví a tirarme a mi cama.
-¿Este es mi armario? - dijo Rachel señalando uno que estaba en su lado.
-Sep - y ella comenzó a meter algunos de sus pantalones cortos.
Desde allí podía escuchar las olas, era muy relajante y comencé a cerrar los ojos.
-¿No desempacas? - me dijo Rachel.
-Jo, es verdad - lentamente me levanté de la cama y, al igual que Rachel, abrí la maleta y comencé a meter la ropa en el armario.
Tras varios minutos deshaciendo la maleta en silencio decidí hablar.
-¿Sabes? Me alegro de que hayas venido.
-¿De verdad?
-¡Claro! - me giré y la miré.
Ella también había dejado de desempacar.
-¡Nos lo vamos a pasar genial! - me aseguró.
-Bua, no se... - cogí una camiseta y la metí en el armario.
-¿Por? - me senté en mi cama y Rachel se sentó a mi lado - ¿Noah? - yo asentí.
-No se como va a ser este mes y medio estando él aquí. Llevó prácticamente unos seis meses sin hablar con él y, no se, será...raro.
-Puede que no y que vuelva a ser como antes de que saliérais, pero no te preocupes por eso, sabes que siempre nos tendrás a Lee y a mi.
-Gracias - nos dimos un abrazo.
-Voy al baño, a dejar esto - me dijo tras coger varios geles de baño, champús y un kit de maquillaje.
-Vale, aprovecha ahora que no estará nada ocupado.
-Lee seguro que ya habrá terminado.
-Ya, pero Lee con un champú, un desodorante y una colonia va que chuta - Rachel se rió ante mi comentario y después pasó al baño.
Pasaron dos minutos y ya estaba guardando lo último de ropa en la mesilla (la ropa interior) cuando alguien abrió la puerta. Yo estaba de espaldas pero a pesar de que no veía quien era tenía la certeza de que lo sabía.
-Lee, todavía no he terminado y Rachel está en el baño guardando sus cosas. No te quejes y si quieres que nos vayamos ya a la playa acércame esos tangas - dije sin dejar de meter mis sujetadores en la mesilla.
-Vaya, jamás me hubiera imaginado esta bienvenida por tu parte, Shelly.
Esa voz no era la de Lee.
Noté como mi cara se iba quemando poco a poco mientras me daba la vuelta muy despacio, estaba horrorizada.
Al final comprobé que no me equivocaba y ví a Noah Flynn apoyado en el marco de la puerta con aquella sonrisilla pícara. Directamente al verle, mi cuerpo reaccionó tapándome la cara (que notaba como se ponía más roja por momentos) y Noah se rió.
A pesar de que mis manos tapaban mi cara no pude evitar mirar a Noah. Se había cortado un poco el pelo (le quedaba muy bien), llevaba una camiseta muy pegada que definía sus muscolosos brazos, sus pectorales y abdominales (creía que era imposible pero estaba incluso más bueno que el año pasado) y yo le acababa de decir que me pasara mis tangas. Me quería morir.
-Hola, Noah - le dije remarcando su nombre e intentando mostrar indiferencia a lo que acababa de pasar.
-¿Sigues queriendo que te pase los tangas? - dijo alzando sus cejas. Ughh, ese maldito tono sexy...
Hizo el amago de cogerlos pero yo fui más rápida y los cogí antes que él.
-Creo que puedo yo sola - le dije sonriente y los guardé.
-Shelly, se que me encuentras irresistible pero...
-En tus sueños - le interrumpí.
-¿Crees que no me he dado cuenta de la radiografía que me has hecho solo porque estabas tapándote la cara? - dijo pícaro.
-Estaba pensando en lo mal que te queda ese corte de pelo, listo.
-Jajajaja, claro... - se tocó el pelo.
-¡Ugh, me sacas de quicio! - me acerqué a la puerta y le empujé, no se movió ni un milímetro.
-No aprendes nunca - dijo riendo y negando con la cabeza.
-¡Vete de aquí! - dije 'enfadada'.
-Vale, vale - él iba a cerrar la puerta pero entonces... - Hazme un favor, no vuelvas a intentar que guarde tu ropa interior - y se fue.
En cuanto se marchó del todo me senté en el suelo y me empecé a reír, no me podía creer lo que acababa de pasar.
La conversación que acababa de tener con Noah había sido normal, es decir, lo mismo que nos hubiéramos dicho si no hubiéramos salido juntos. Yo pensaba que todo iba a ser más raro o cosas así pero, como siempre, yo me hago mis lios en la cabeza y me preocupo por tonterías.
-¡Qué hacéis! - escuché gritar a Noah mientras cerraba una puerta.
-¿¡No sabes llamar a la puerta antes de entrar!? - escuché decir a Lee.
Salí corriendo para asomarme, había cerrado la puerta de su cuarto.
-¿Qué pasa? - le pregunté.
-Mejor no quieras saberlo... - Noah puso una cara de asco y bajó por las escaleras.
-Lee... - dije llamando a la puerta avisando de que iba a pasar.
Al entrar ví a Rachel poniéndose su camiseta y a Lee levantándose de su cama.
Ahora entendía todo.
-Perdonar... - les dije. Vi como ellos se ponían rojos.
-Voy contigo - dijo Rachel saliendo detrás de mi.
-Dios, que vergüenza - me dijo mientras se tiraba a su cama bocabajo.
-No pasa nada - la dije riendo - Es normal que...eso, sois novios.
-Ya, pero tú no has visto nada comparado a lo que ha visto Flynn.
-Relájate, mañana Noah ya se habrá olvidado - intenté tranquilizarla - Habéis tenido suerte de que ni June ni Matthew hayan escuchado gritar a Noah.
-Pues si...
-Además, creo que no habrá sido para tanto como cuando Noah ha entrado aquí - dije riéndome por lo bajo.
-¿Ha estado aquí? ¿Qué ha pasado? - dijo sentándose en su cama y yo me puse a su lado.
-Estaba guardando mi ropa interior cuando alguien ha pasado, como yo estaba de espaldas no sabía quien era pero me imaginé que era Lee y le dije, tan tranquila, que me pasara esos tangas de allí. Dios, cuando escuché la voz de Noah... Me quería morir - me volví a tapar la cara con las manos, estaba avergonzada pero tenía unas ganas inmensas de reírme.
-¿¡En serio!? - preguntó incrédula, yo asentí.
-Lo se, fue patético - dije riendo y ella también se rió.
En medio de nuestra risa, alguien llamó a la puerta y pasó.
-¿Habéis terminado ya de desempacar? - dijo Lee.
-Si - dijo Rachel, tímida.
-Ir yendo vosotros, a mi me queda un poco todavía - Rachel se levantó y se puso al lado de Lee - ¿Vais a ir a la zona de siempre? - pregunté a Lee.
-Si, hasta luego - los dos salieron de la habitación.
Yo seguí guardando mi ropa interior y al terminar pasé al baño, no cerré las puertas porque solo estaba colocando mi kit de maquillaje, los champús y esas cosas.
Desde allí escuché como alguien llamaba a la puerta de mi cuarto.
-¿Si? - dije mientras abría la puerta.
-¿Ya es seguro pasar a mi habitación? - preguntó Noah, llevaba su maleta en la mano. Yo me reí.
-Si, tranquilo. Al menos eso te sirve de escarmiento por no llamar antes de entrar. Aunque tampoco es para tanto, es una cosa natural...
-Creo que hay que crear unas normas respecto a eso - dijo Noah riendo.
-Creo...que tienes razón - ambos nos reímos.
-Bueno, ya voy a desempacar - dijo tras un minuto en silencio - Nos veremos luego, supongo.
-Si, adiós - cerré la puerta y volví al baño para terminar de colocar las cosas.
Al volver a pasar vi a Noah (ya que no había cerrado la puerta de su lado), él no me vió a mi y no pude evitar quedarme mirándole unos segundos hasta que volví a la realidad y cerré la puerta de su lado.
Aquella sensación que tuve al mirarle en silencio fue muy rara pero a la vez familiar...no se como explicarlo. Fue...nada, no fue nada, ya estaba yo imaginándo cosas.
Después de todo esto volví a colocar las cosas. Al terminar me puse un bikini, la misma ropa que llevaba antes (una camiseta de color verde claro y unos pantalones cortos), unas gafas de sol nuevas y bajé a la planta baja.
Al llegar a la cocina vi a June, Matthew y Noah hablando.
-Hola - les saludé.
-¡Hola, cariño! - me dijo June mientras me daba un abrazo - Estábamos hablando de que íbamos a hacer para comer, ¿una barbacoa está bien?
-¡Claro! ¿A qué hora?
-Venir a las dos y media - me dijo Matthew - Vas con Lee y Rachel, ¿no?
-Si, ahora se lo digo.
-Pasároslo bien y tener cuidado - me dijo June.
-Si, tranquila - le sonreí y salí de la casa.
No había dado ni diez pasos cuando note que alguien se ponía a mi lado.
-Ay, Noah, Noah... Te pegas como una lapa, ¿sabes? - le dije sonriendo pícara - ¿Qué pasa? ¿La estrella del equipo de fútbol no tiene amigos aquí?
-Ja, sabes que ellos vendrán a mi - dijo con la misma picardía.
-Qué egocéntrico - dije riendo y negando con la cabeza pero él no se equivocó. Al acercarnos a la playa llegaron dos tíos y le saludaron.
-¿Y está quién es? - dijo uno de ellos mirándome descaradamente - ¿Tú nuevo lío? - intenté escabullirme de ellos pero se puso justo delante mía.
-Más quisiera él - le dije - Con permiso, me están esperando - por suerte vi a Lee y a Rachel y el chaval se hizo un lado.
-Hey, parejita - les dije sentándome a su lado.
Rachel estaba sentada encima de Lee pero al verme se puso a un lado.
-Hola, tonta - dijo Lee echándome arena por el pelo.
-Cara culo - dije dándole un capón. Rachel se rió.
-¡Ay! - se quejó él -Venga, venir a jugar a voleibol - dijo Lee señalando la cancha vacía.
-Prefiero tomar el sol - dijimos Rachel y yo a la vez. Ambas nos reímos.
-Qué muermas sois, ¿de verdad me vais a dejar solo? - dijo poniendo ojitos de cordero.
-Si - le dije sonriente.
-Joe, vale. Tendré que preguntarle a Noah, muchas gracias - se quitó la camiseta que llevaba y le vi acercándose al grupo en el que estaba Noah.
Rachel y yo nos quitamos la ropa para quedarnos en bikini y tomar el sol.
Estuvimos unos cinco minutos allí tumbadas sin hablar en una relajación absoluta hasta que...
-¡Cuidado! - gritó alguien desde lejos.
Yo pensaba que no iba para nosotras pero un balón de voleibol cayó en mi tripa con tal fuerza que sentía que no podía respirar.
Rápidamente me incorporé y Rachel también.
-¿Estás bien? - dijo muy preocupada.
-No - dije quejándome -, parece que me han roto el estómago.
-Shelly, ¿estás bien? - dijo Lee acercándose.
-¡Me han roto el estómago! ¿Crees que puedo estar bien?
-Hey - dijo un tío rubio de ojos azules - Lo siento mucho - el dolor fue menguando.
-Tranquilo, no pasa nada - dije más sonriente.
El muchacho era muy guapo, tendría mi edad y su musculatura era parecida a la de Lee. Se le veía buena gente.
-¿De verdad que estás bien? - volvió a preguntar.
-Si, ya no me duele tanto.
-Me siento fatal...¿Me dejas que me disculpe está noche invitándote a cenar? - miré a Lee, después a Rachel y por último al muchacho.
-Claro - le volví a sonreír.
-¿Cómo te llamas? - dijo ofreciéndome su mano para levantarme. Yo la acepté.
-Elle Evans, ¿y tú?
-Jason Norton. Encantado de conocerte, Elle - dijo sonriendo.
-Igualmente, Jason.
-Hasta esta noche - después, volvió a la zona en la que estaban jugando.
-¡Oh, Dios mío! - dijo Lee con tono de falsete y agitando las manos.
-Tú vete a jugar, te están esperando - le dije bastante seca. Lee se rió y se fue corriendo.
-¡Oh, Dios mío! - dijo Rachel de la misma forma que Lee, yo me reí - ¡Tienes una cita!
-No, solo es una cena - dije riendo.
-Lo que digas, pero a ese tío le gustas.
-Venga ya... - noté que me ponía roja así que me calmé.
-Vamos a verles jugar - dijo Rachel cogiéndome de la mano y llevándome hasta allí.
Nos sentamos en un lado junto con otras chicas y chicos.
Jugaban Noah y otros dos chavales contra Lee, Jason y otro muchacho.
Jason me guiñó un ojo al verme.
-¿¡Ves como le gustas!? - me dijo Rachel.
Al parecer Noah la escuchó porque me miró muy serio, yo no le hice ni caso.
Era el último punto y los dos equipos iban empatados.
-¡Vamos Lee! - coreamos Rachel y yo mientras la mayoría de las chicas coreaban a Noah porque, sinceramente, era el que más bueno estaba.
Jason sacó y el punto duró muchísimo pero al final Noah no paraba de rematar, lo curioso era que parecía que quería dar a Jason. Una vez Jason no pudo devolverla así que Noah marcó y su equipo ganó.
Todas las chicas gritaban '¡Flynn, Flynn, Flynn!' y él las iba guiñando un ojo, incluso a una le dio su camiseta.
Si, definitivamente Flynn había vuelto.
-Has jugado muy bien - dijo Rachel a Lee tras darle un beso.
-Bueno, no ha estado mal para un enclenque - le saqué la lengua y él hizo lo mismo.
-Hey - me dijo Jason.
-Hola, has jugado muy bien.
-Gracias - dijo un poco tímido - Por cierto, se me ha olvidado pedirte tu número para quedar.
-Uy, es verdad - él me dio su móvil y se lo apunté - Aquí tienes - le devolví el móvil.
-Gracias, luego te llamo.
-Vale.
-Adiós.
-Chao - y le ví marcharse con Jeff, el otro chico que había jugado con ellos al voleibol.
-Es majo - me dijo Lee - Haríais buena pareja.
-Solo es una cena.
-Es una cita, tenemos que preparar lo que te vas a poner y...
-Ejem - nos dimos la vuelta y vimos a Noah - Ya son las dos, es mejor que vayamos yendo a casa.
-¿Qué hay de comer? - preguntó Lee.
-Van a hacer una barbacoa - le dije.
-Guay.
En el camino a la casa Noah y Lee iban delante hablando del partido de voleibol y yo estaba un poco más atrás con Rachel.
-Pues eso, habrá que buscar algún vestido - dijo Rachel.
-Casi prefiero un mono que me he traído y es muy bonito pero me probaré todo, por si acaso.
-Si, hay que ver todas las opciones - dijo Rachel. Las dos nos reímos.
-Necesitaréis una opinión masculina - dijo Lee agarrándome a Rachel y a mí, cada una a un lado.
Gracias por dejarme al lado de Noah, Lee
-Claro que si, ¿cuándo no te he pedido consejo? - le dije sonriendo.
-Ojalá nunca me pidiérais consejo, lo único bueno es que me compráis comida - Rachel y yo nos reímos.
-Madre mía... - escuché decir a Noah por lo bajito.
Llegamos a la casa a las dos y diez.
Rachel y yo ayudamos a poner la mesa mientras Lee y Noah veían la tele.
-Vosotros no ayudéis, a ver si os va a dar algo - les dije desde el comedor.
-Lee, ayuda un poco - dijo Rachel y en seguida Lee se levantó y fue a ayudarnos.
-Noah - dijo su madre entrando en el comedor -, ayúdales.
-Ya no hace falta, hemos terminado de colocar todo - dije.
-Pues ahora ir al salón y decirle que va a recogerla él solo - dijo June - Este hijo mío... - volvió a la cocina.
Las tres fuimos al salón. Noah estaba sentado en el sillón más pequeño con los pies apoyados en la mesita que había en el centro, Lee, Rachel y yo nos sentamos en el sillón más grande.
-Noah, mamá ha dicho que luego recoges la mesa tú solo - le dijo Lee.
-Va - dijo Noah.
Dos minutos después recibí un mensaje de un número desconocido.
*********: Hola, te acuerdas de mi?
Yo: Claro, Jason.
Le agregué.
Jason: Te parece bien a las ocho?
Yo: Vale, dónde?
Jason: Te paso la dirección.
{enlace}
Yo: Allí nos vemos. Adiós.
Jason: Un beso.
-¿Quién es? - me susurró Rachel.
-Jason - las dos nos reímos por lo bajito.
-Voy al baño - dijo Rachel tras un rato en silencio.
-¿Os puedo pedir un favor? - dijo Lee cuando Rachel entró en el baño.
-Claro - le dije apoyando mi brazo en su hombro.
-Es a los dos - dijo Lee al ver que su hermano no le había dicho nada.
-Suéltalo - dijo Noah sentándose bien.
-Que si dos días a la semana nos podéis dejar alguna habitación a solas durante una hora. Sería por la noche cuando mamá y papá duerman - Lee lo dijo muy rápido.
-Rachel no sabe que nos lo estás pidiendo, ¿verdad? - le dije, él asintió.
-Lee, si os pillan...
-A ver, pueden ser mis últimos meses con Rachel así que si nos pillan y me cae la bronca del siglo no me importa.
-¿Lo dices por la universidad? - Lee volvió a asentir.
-Vale, pero solo una hora - le advertí.
-Gracias, Shelly - me dio un abrazo.
-¿Y dónde me meto en ese tiempo?
-En el baño...
-¿Qué voy a hacer una hora en el baño?
-Se que sonará raro que diga esto pero vete a mi cama.
-¿¡Qué!? - dijimos Noah y yo al unísono.
Lee nos pidió que habláramos más bajo.
-Por favor - susurró Lee. Me miró con ojos de cordero y está vez...
-¿Qué pasa? - dijo Rachel.
-¡Venir a comer! - dijo June desde el comedor.
Todos nos levantamos y Noah fue el primero en ir.
-Luego te lo cuento - dijo Lee a Rachel y los tres pasamos al comedor.
La comida fue normal, nadie habló mucho salvo June y Matthew.
-¿De qué hablábais antes? - me preguntó Rachel en el postre, estaba sentada a mi lado.
-No puedo decirte nada pero tranquila, no es nada malo y ahora después te lo contará Lee.
-Vale... ¿Elegimos lo que te vas a poner está noche antes de ir a la playa o después?
-Prefiero elegirlo antes - me comí una cucharada de tarta de queso.
-Por mi bien.
-¿Para qué tienes que elegir ropa? - me preguntó June.
-Shelly tiene una cita está noche - dijo Lee, pícaro. Le di una patada por debajo de la mesa - ¡Ay!
Si las miradas matasen la que yo le lanzé le habría matado al instante.
De reojo vi a Noah, negó con la cabeza y continuó comiendo su tarta. Al parecer algo si había cambiado a mejor, a Noah ya no le importaba si salía con chicos, o eso parecía.
-Interesante - dijo June -, ten cuidado.
-Si, lo tendré.
Después cambiamos de tema y al terminar de tomar el postre Lee, Rachel y yo subimos a la habitación.
-A ver dónde lo guardé... - dije buscando el mi mono favorito.
Rachel y Lee estaban sentados en mi cama - ¡Aquí está! - dije enseñándoselo.
Era de color azul cielo, muy pegado hasta la cintura y dejaba al descubierto los hombros.
Cogí un sujetador y un tanga de la mesilla y unos tacones blancos (no muy altos).
-Me lo voy a probar - dije entrando al baño, cerré la puerta tras entrar.
Lo primero que hice fue cerrar las puerta que comunicaba con la habitación de Lee y Noah y después comencé a quitarme el bikini y ponerme la ropa interior.
-¡Dios! ¿¡Cómo pudiste decirles eso!? - escuché decir a Rachel. Seguro que Lee ya le había contado lo que nos había dicho antes a Noah y a mí.
No escuché nada más de su conversación, sabía que luego me lo contarían.
Cuando tenía puesto el mono abrí la puerta de la habitación de Lee y Noah y después salí a mi habitación.
-¿Qué os parece? - dije poniendo las manos en la cintura.
-¡Te queda genial! - dijo Rachel - Tienes razón, es muy bonito y favorecedor.
-Está bien para una primera cita - dijo Lee.
-Lo tomaré como un cumplido - me reí.
-Por cierto, lo que te ha dicho antes Lee...
-Que no pasa nada - interrumpí a Rachel -, me lo he pensado y por mi bien. Pero tenéis que convecer a Noah. A él tampoco le gusta la idea de que tenga que irme a su habitación.
-De Noah ya me encargo yo - dijo Lee - ¿Quieres probarte más cosas o ya está decidido?
-Me quedo con el mono, ya tengo ganas de ir a la playa.
-Me parece bien - dijo Rachel.
-Me quito esto, me pongo el bikini y voy. Esperarme abajo porfa.
-Vale - dijo Lee y los dos salieron de la habitación.
Volví a entrar al cuarto de baño, volví a cerrar las dos puertas, comencé a cambiarme y al terminar bajé.
Lee y Rachel me esperaban en el salón.
-¿Cogemos las tablas y surfeamos un poco? - pregunté.
-A mi no se me da muy bien.
-Tranquila, yo te enseño - dijo Lee a Rachel mientras la cogía por la cintura y ella se reía.
-Sois unos noños.
-Aprendí de ti, Shelly - me dijo Lee.
-Touché...
Tras coger las tablas nos dirigimos a la playa y al llegar empezamos a surfear.
A mi tampoco es que se me diera muy bien pero al menos no me caía.
La pobre Rachel al principio parecía un pato mareado pero al cabo de un rato ya sabía mantenerse bien.
Lee era al que mejor se le daba, Noah le había enseñado cuando tenía trece años así que era normal.
A mi me enseño Lee cuando teníamos catorce, un año después,pero en esos tiempos era más fan de Noah que de surfear.
-¿Descansamos un rato? - les pregunté exahusta.
-Si, por favor - dijo Rachel. Estaba tan cansada como yo.
-Sois unas blandas - gritó Lee desde en agua mientras nosotras salíamos a la orilla.
-Dios, no sabía que surfear cansara tanto - dijo Rachel tumbándose a mi lado en la arena.
-Llevamos dos horas surfeando - dije mirando mi reloj acuático.
-Joder...
Entonces se hizo el silencio, solo se escuchaba el ruido de las olas rompiendo contra la orilla, el canto de las aves y las voces lejanas de los niños. No pude evitar cerrar los ojos y caer dormida.
* * * *
-Elle, Elle - escuché decir a alguien.
Lo primero que hice fue mirar el reloj, solo había pasado media hora desde la última vez que lo miré.
-Elle - esa persona me empezó a tocar el hombro.
Alcé la vista y vi a Noah, Rachel ya no estaba a mi lado.
-¿Qué? - dije sentándome. Un bostezo.
Noah se sentó a mi lado.
-¿Es verdad que vas a tener una cita con Jason?
-¿Qué te importa? - le dije bastante borde, no me gustaba que me despertasen.
-¿Vas con Jason si o no?
-Si, ¿qué problema hay?
-¿No estabas saliendo con Nick?
-¿¡Qué!? - no se porqué pero me empecé a reír - Le dejé la noche del baile.
-Ah.
-¿Ese era el problema? ¿Qué estuviera engañando a mi novio?
-No. El problema es que el hermano mayor de Jason, que tiene mi edad, es mi peor enemigo.
-¿Y? Salgo con Jason no con su hermano. Además, algo le harías... Espera que lo adivino, le robaste la novia.
-Si...
-Normal que le caigas mal al chaval.
-El caso es que es muy chungo, como se entere que tu eres mi exnovia irá a por ti.
-Ohh, ¿te estás preocupando por mi? - sonreí - Te recuerdo que ya soy mayor y se cuidarme sola. Además, como te he dicho antes, he quedado con Jason no con...
-Max.
-Max - repetí.
-Vale.
-¿Dónde están Rachel y Lee?
-Les dije que quería hablar contigo y se fueron.
-¿A dónde?
-Ni idea - soltó casi en un suspiro.
Me levanté y cogí mi tabla.
-¿No te quedas un rato más? - me di la vuelta para mirarle. Tenía esa sonrisa pícara en el rostro.
No pude evitar reírme.
-Adiós, Noah - remarqué su nombre y seguí mi camino.
Decidí volver a la casa de la playa porque no quería ir por allí yo sola.
Al entrar me encontré a June y Matthew bañándose en la piscina exterior del patio trasero al que se accedía por el salón.
-Que pronto vienes - dijo June al verme.
-Si, estaba cansada - y en eso no mentía ni un pelo.
Subí a la habitación y me tire a mi cama. Eran las seis y cuarto,en una hora y cuarentena y cinco minutos tenía que estar en el sitio en el que habíamos quedado así que decidí empezar a prepararme.
Me di una ducha, después me vestí.
-Hola - dijo Rachel entrando a la habitación.
Yo me estaba poniendo los tacones.
-¿Dónde os habéis metido?
-Fuimos a dar un paseo por la orilla, ¿necesitas que te ayude?
-¿Qué hora es?
-Las siete.
-Voy bien, creo que el bar está cerca de aquí.
-Lee y yo te podemos acompañar.
-Da igual - la puerta del baño estaba cerrada. Mierda.
-¿Quién está dentro? - pregunté tras golpear la puerta.
-Noah - escuché decir.
-¿Te queda mucho? - no me respondió.
-Puedes pasar - dijo sin abrir la puerta pero pasé. No había tiempo que perder.
Me encontré a Noah afeitándose, a pesar de que no tenía barba, pero por suerte había otro enchufe al otro lado del espejo.
Cogí la plancha y la enchufé. Mientras se calentaba me fui cepillando el pelo.
-Gracias por dejarme pasar - dije - ¡Aug! - un maldito enredo. Eso me pasaba por dejarme el pelo más largo.
-De nada - observé como se afeitaba con mucho cuidado para no cortarse - ¿Qué? - me pilló.
-Nada - cogí la plancha y comencé a alisarme el pelo - Me parece raro que te afeites cuando no tienes barba - alisaba mi pelo con mucho cuidado para no quemarme ya que no podía verme en el espejo.
Él no me respondió, solo continuó afeitándose y yo continué aliándome el pelo.
A los cinco minutos Noah desenchufó la maquinilla, la guardó y se echó colonia.
No se porqué pero no podía dejar de mirarle.
-¡Mierda! - aparté la plancha al quemarme un poco la oreja.
-¿Qué has hecho? - dijo Noah acercándose.
-Escuece - dije mostrándole la oreja - ¿Está roja?
-Si, pero se te quitará pronto. ¿Por qué te alisas el pelo si ya lo tienes liso?
Y al igual que hizo él, continué alisando mi pelo sin responderle.
-Eres muy vengativa, Shelly - dijo con su sonrisa pícara - Muy vengativa - salió del baño.
Me puse en frente del espejo y no me volví a quemar. Tardé media hora en alisar todo a la perfección.
Las siete y media. Todavía tenía que maquillarme un poco y lograr llegar al restaurante sin perderme.
Tardé unos quince minutos en maquillarme, y eso que sólo me puse rimel, me hice la raya de abajo y me pinté los labios. La mayor parte del tiempo lo gasté quitando la mierda de base que me había echado al principio.
Me volví a echar desodorante y colonia y por fin salí del baño. Me imaginé que todos estarían abajo viendo la tele porque en nuestra habitación no había nadie y en la de Lee y Noah tampoco.
Efectivamente mientras bajaba la escalera los vi, Noah solo en un sillón y Lee y Rachel en el otro, estaban abrazados.
-¿Qué os parece? - dije a Lee y Rachel.
-¡Estás guapísima! - dijo Rachel.
-Pareces normal, te felicito. Un trabajo excelente - dijo Lee observando de arriba a abajo.
-Que mejor amigo más majo eres, Lee- dije irónica. Él se rió.
Las siete menos cinco. Bueno, si llegaba un poco tarde tampoco pasaba nada.
-¿No quieres que te lleve? - me preguntó Lee.
-No importa, el bar no está muy lejos.
-¿A dónde vas? - preguntó Noah sin dejar de mirar la tele.
-No hace falta que vengas, gracias - le dije borde.
-Creo que es mejor que te acompañemos - dijo Rachel.
-Como queráis pero vámonos ya - volví a mirar el reloj. Las ocho en punto.
Salimos del salón y al pasar por la cocina Lee se lo dijo a su madre. Nos despedimos de June y nos fuimos.
Tardamos diez minutos en llegar al bar.
Me despedí de Lee y de Rachel y pasé. En la barra me esperaba Jason.
-Hola - dije sentándome a su lado - Siento el retraso.
-No pasa nada - me miró de arriba a abajo - Estás impresionante - dijo sonriendo.
-Gracias - dije tímida.
-Vamos a la zona del comedor - dijo dándome la mano y llevándole a ese sitio. Era un espacio pequeño con cinco mesas. Parecía un bar típico de moteros o algo por el estilo.
Después de pedir la comida empezamos a hablar. Se volvió a disculpar por el balonazo que me dio sin querer y ya centramos la conversación en torno al voleibol. Si yo jugaba, desde cuando, quién me enseñó...y el también contestaba las preguntas cuando yo respondía.
La verdad es que no me pareció muy interesante.
-Dentro de tres días vamos a hacer una fiesta en mi casa, estaría guay que te pasaras un rato - dijo antes de que marcharnos.
-Claro - dije sonriendo. Jason no me gustaba pero no le iba a decir que no a una fiesta. - ¿Pueden venir Lee y Rachel?
-Si quieren, si. La fiesta no es privada.
-¿Puede ir todo el mundo?
-Salvo Flynn, supongo que le conocéis. Es muy popular aquí - al oírle decir eso me di cuenta de que no sabía que Lee era el hermano de Noah.
-Si, solo le conozco de vista así que yo no le diré nada.
-Vale. Espero que te lo hayas pasado bien.
-Si, adiós.
-Hasta otra.
Ambos nos marchamos.
* * * *
-¿Qué tal? - me preguntó Rachel en cuanto entré a la habitación.
-A ver, él es majo pero no. No me gusta.
-No ha aparecido la chispa.
-Exacto - dije quitándome los zapatos - Pero nos ha invitado a una fiesta en su casa, es dentro de tres días.
-¿A quién?
-A Lee, a ti y a mi - me senté en mi cama - Por cierto, ¿ya está dormido?
-No, quería hablar con Noah de lo de dos veces por semana...eso.
-Entiendo. Pues yo me voy a quitar esto.
Pasé al baño, cerré la puerta de nuestro lado y antes de cerrar la puerta del lado de los chicos me asomé un poco.
-Joder, Noah. ¿Tanto te cuesta hacer algo por tu hermano? - escuché decir a Lee.
-¿No entiendes que ya no es solo tú mejor amiga? Es mi ex y no quiero que se confunda al estar aquí los dos solos por la noche... - dijo Noah.
-Shelly no se va a confundir, Noah. Tú ya no le gustas, eso es pasado. ¿O sino por qué crees que está en una cita ahora mismo? - por eso quiero tanto a mi mejor amigo.
-¿No ves la forma en la que me trata? - dijo Noah.
-Si, te trata igual que me trata a mí y al resto de la gente a la que conoce bien - se notaba que Lee estaba un poco enfadado-Me acuerdo que un día la dijiste que algunos chicos son tan gilipollas que cuando una chica de comporta con ellos de una forma natural se piensan que está intentando ligar, ¿ahora tu perteneces a esa clase de tios? - la memoria de mi mejor amigo es legendaria.
No me hacía falta escuchar más, cerré la puerta bastante fuerte, me daba igual que lo escucharan. Estaba muy cabreada por lo que acababa de decir Noah. 'Se puede confundir', que gilipollas es, joder.
-¿Hay alguien? - escuché decir a Lee mientras golpeaba la puerta que conectaba el baño con su habitación.
Le abrí un poco la puerta para que pasara sin que Noah me viera.
-Shelly - susurró.
-Si, he oído lo que ha dicho sobre que me puedo confundir y si no ves como le trato. Es un engreído de mierda - susurré bastante furiosa - Gracias por defenderme.
-Se que ya no te gusta, aunque sigues pensando que está bueno.
-Pero es el tío más tonto que conozco y sus abdominales no compensan eso - Lee se rió.
-Si ya no quieres hacer lo de estar una hora con él...
-No, - le interrumpí - pero déjale claro que lo hago porque te quiero y porque tú me lo pides. No porque quiera estar con él ni mierdas de esas.
-Vale, tranquilízate. Luego os cuento que me dice.
-Pero no le digas que he escuchado vuestra conversación - le pedí.
-Vale. Tú tranquila - me abrazó antes de irse.
Ya si que si, me quité el maquillaje y me puse el pijama.
Era uno muy cuco, de manga corta y pantalón corto de color blanco con estampado de unicornios azules cielo.
Estaba muy mona.
Volví a abrir un poco la puerta que daba a la habitación de los chicos, por si alguno quería ir al baño, y abrí nuestra puerta para pasar al cuarto.
Me senté en mi cama.
Rachel estaba sentada en la suya.
Le conté todo lo que había pasado.
-Que...que...
-Dilo - la dije.
-Gilipollas.
-¡Eso mismo pensé yo! - las dos nos reímos.
-Pero de verdad que no me puedo creer que haya dicho eso, es alucinante.
-Pues creetelo porque es más real que esta cama - dije moviéndome un poco de tal forma que hice sonar los muelles. Las dos nos reímos.
-Novedades - dijo Lee entrando a la habitación por la puerta del baño - No se como lo he logrado pero Noah ha aceptado - Se sentó a mi lado.
La suerte había dejado de sonreírme... Bueno, estaba feliz por Lee y Rachel solo que algún día iba a acabar matando a Noah.
-¡Genial! Me alegro por vosotros - les dije sonriendo - ¿Qué días serían?
-Mmm...dentro de dos días.
-¿El jueves?
-Si, los martes y los jueves de 2 a.m. a 3a.m porque mi padre a las once y media ya está frito y mi madre a las doce/doce y media también. Si os parece bien. Ya se lo he dicho a Noah y dice que le da igual.
-Vale, pues me parece bien.
Rachel no decía nada respecto a esto, sabía que la daba mucha vergüenza.
-Bueno, respecto a lo de antes... - esto iba para mi - le he dicho a Noah que no había nadie en el baño y que he tardado porque me he asomado a vuestro cuarto, te he visto hablando con Rachel y eso.
-Gracias - dije despeinando aún más su pelo.
-De nada. Yo ya me voy - se levantó y se acercó a la cama de Rachel - ¿Un beso de buenas noches? - le dijo poniendo ojos de corderito.
-Vale - accedió ella y se dieron un pico.
-Joder, sois tan monos...
-Buenas noches - se despidió Lee antes de irse.
Cuando Rachel y yo nos quedamos solas empezamos a hablar de ropa, peinados, de Lee...hasta que al final las dos acabamos durmiendo.
Y así fue como terminó el primer día en la casa de la playa.

The Kissing Booth 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora