Capítulo 3: The Kissing Booth 3

3.2K 63 52
                                    

Los dos días siguientes consistieron en salir por la playa y vaguear con Lee y Rachel. Además de ignorar a Noah a toda costa.
Por ejemplo, esa misma mañana, al salir de mi cuarto, me choqué con alguien. Obviamente iba a pedir disculpas pero...
-Cuidado - escuché la voz de Noah.
Le puse mala cara y pase de él.
Pero entonces recordé algo.
Hoy era la hora feliz de Lee y Rachel (había decidido llamarlo así) y tendría que ir a la habitación de Lee y Noah.
Esto no pintaba bien.
* * * *
-Shelly, Shelly... - escuché susurrar a alguien.
Abrí un poco los ojos y vi a Lee.
-¿Qué pasa? - dije tras bostezar.
-Ya son las dos de la mañana - me dijo mientras tiraba de mi pierna para bajarme de la cama.
-¡Ay! Ya me voy, ansioso - me levanté y pasé al baño.
Tenía que mentalizarme antes de entrar al cuarto de Lee y Noah. Me miré en el espejo y conté hasta diez...allá vamos.
Nada más entrar me tumbé en la cama de Lee y durante un momento miré hacia la de Noah. Parecía que estaba dormido. Las dos y cuarto de la mañana. Todo el rato estuve con el móvil porque, la verdad, no tenía nada más que hacer.
-¿Te importa bajar el brillo de la pantalla? - dijo Noah un poco borde.
Yo le miré, le volví a poner mala cara y seguí mirando el Instagram.
-¿Qué coño te pasa conmigo? - preguntó cabreado después de encender una pequeña lámpara.
Le volví a ignorar.
-Joder, ¿qué te he hecho yo ahora para que no me hables? - estaba aún más cabreado.
Se sentó en el borde de su cama, me estaba mirando.
-¿Qué pasa? ¿Ya no te da miedo que me pueda confundir al estar aquí contigo? - dije lo más borde posible.
-Sabía que si que había alguien en el baño - dijo tras un rato en silencio.
-¿Sabía que si había alguien en el baño? ¿De verdad no dices nada más? ¿Ni un lo siento ni nada? - aumenté un poco el tono de voz y me senté al borde de la cama mirándole.
En otra ocasión hubiera gritado pero ahora no podía.
-Era una conversación privada...
-Eso me importa una mierda - le interrumpí -, y que sepas que aquí el único que se confunde eres tú, Noah. Eres un engreído que se piensa que todas las chicas van detrás de él y, siento decepcionarte, pero yo no formo parte de esas. Y si de verdad piensas que voy detrás de ti solo porque te hablo al igual que a todos, lo que me parece absurdo, pues ya no te hablaré ni te haré caso. Como si no existiéramos el uno para el otro.
-Bien.
-Bien - me volví a tumbar.
Estaba furiosa así que intenté tranquilizarme contando hasta diez pero no funcionaba.
Miré la hora en mi móvil, las dos y media.
Me quedé un rato mirando Instagram hasta que no pude aguantar más y me dormí.
* * * *
Desperté en mi habitación... Que raro, lo último que recordaba era haberme quedado dormida en la cama de Lee. Bueno, seguro que él me había dejado allí cuando terminó su tiempo con Rachel.
Dirigí mi mirada a la cama de Rachel, ella no estaba, y luego empecé a escuchar voces abajo.
Eran las once y cuarto así que estarían desayunando.
Decidí ir al baño para asearme, quitarme el pijama y ponerme el bikini. También una camisa amarilla y unos pantalones cortos vaqueros.
-Hola - saludé al entrar al comedor.
Me senté al lado de Rachel.
-Si que estabas cansada - dijo June. La sonreí mientras me echaba un poco de leche en mi vaso. - ¿Te preparo algo?
Observé por la mesa y vi que todas las bandejas estaban vacías, salvo la que estaba en frente de...
-Noah, pasa la bandeja a Elle - le dijo June.
-¿A quién? - preguntó Noah.
Puse cara de incredulidad.
-A Elle - dijo June señalándome.
Noah le pasó la bandeja a Rachel y ésta me la pasó a mi.
-¿Qué pasa? - me susurró.
-Luego te cuento - eché mantequilla a mi tostada y le di un mordisco.
Al final, Rachel, Lee y yo nos quedamos solos en el comedor hasta que terminé de desayunar y recogí todo. Entonces, nos fuimos a la habitación.
-¿A qué ha venido lo de antes? - dijo Lee.
Sí, se refería a lo de Noah.
-A noche me preguntó que por qué le ignoraba y pues ya sabéis - me tumbé en mi cama -, un desastre. Quedamos en que haríamos como si no exiariéramos el uno para el otro.
Ellos no dijeron nada.
-¿Queréis ir a la playa? - dijo Lee.
-¿Qué hora es? - preguntó Rachel.
-Doce y media - dije.
-Pues por mi bien.
-Y por mi.
-Pues venga, vámonos - terminó diciendo Lee.
* * * *
Ya en la playa, los tres nos metimos al mar a nadar.
En una ocasión hice una aguadilla a Lee y entonces comenzó la guerra.
Tosí tras salir a respirar.
-¿Estás bien? - Lee estaba preocupado.
-Si - volví a toser - Solo es agua. De todas formas voy a salir a tomar el sol.
-¿Quieres que...
-No hace falta - interrumpí a Rachel, les sonreí y me dirigí a la orilla.
-Hey - me saludó alguien de lejos mientras yo salía.
Al salir del todo vi que era Jason.
-Hola - le sonreí.
-¿Ya te sales?
-Sip, estoy cansada de estar a remojo - él se rió.
Los dos nos sentamos en la arena.
-Vais a venir a la fiesta, ¿no? - entonces lo recordé, la fiesta a la que nos había invitado a Lee, Rachel y a mi. Joder, todavía no se lo había dicho Rachel ni había pedido permiso a June...
-Si, seguro que si.
-Genial. Bueno me tengo que ir, hasta luego.
-Adiós.
Jason se levantó y se fue.
-Uyyy- dijo Lee, pícaro. Se sentó al lado mío.
- ¿Qué quería Jason? - Rachel se sentó al otro.
-Que si vamos a ir a la fiesta de esta noche.
-No entiendo - dijo Lee, confuso.
-Se me olvidó decírtelo - le expliqué - Cuando terminó nuestra 'cita'...
-Tú horrible cita - me interrumpió.
Le puse mala cara.
-Bueno, nos invitó a una fiesta hoy en su casa.
-Guay.
-¿Después de comer le preguntas a tu madre si nos deja ir? - le pedí.
-Claro que si - dijo él mientras me despeinaba.
-Por cierto - dijo Rachel -, ¿qué hora es?
-Las dos y cuarto - dije - Será mejor que vayamos ya a la casa.
Ambos asintieron y nos marchamos.
* * * *
Estábamos todos sentados en la mesa del comedor esperando a Noah (que, al parecer, no se había ido a la playa sin el móvil y no podían contactar con él). Apareció al cabo de diez minutos.
-Ya era hora - le dijo Matthew - Te estábamos esperando.
-Lo siento - Noah se sentó al lado de Lee -, no me fijé en la hora.
-La próxima vez llévate un móvil o ponte un reloj acuático.
-Vale, mamá.
Seguimos comiendo en silencio.
Al terminar de comer Matthew tuvo que marcharse a comprar así que Noah, Lee, Rachel y yo ayudamos a June a recoger y fregar los platos sucios.
Noah y Lee se encargaban de fregar y June, Rachel y yo recogimos el mantel y barrimos el suelo.
-Mamá - dijo Lee entrando al comedor a la vez que Noah.
-Dime.
-Unos amigos nos han invitado a Rachel, a Elle y a mi a una fiesta esta noche. ¿Podemos ir?
-Claro que si pero...
-Venir conmigo - nos dijo Noah, interrumpiendo a su madre - Ahora venimos, mamá.
Noah subió hasta su habitación y como Lee le siguió, Rachel y yo decidimos seguirle también.
-¿No iréis a la fiesta en la casa de Jason y Max? - dijo en cuanto entramos todos.
-Mmm... ¿Quién es Max? - preguntó Lee.
-Es mi mayor enemigo aquí y el hermano mayor de Jason.
-Espera, ¿cómo te has enterado de la fiesta? - le dije bastante seria.
Él ni siquiera me miró.
-Como decía, si Max sabe que estáis relacionados conmigo...
-Noah, deja ya el estúpido juego de hacer como si no existiéramos y contesta a mi pregunta - le interrumpí. Se lo dije muy borde.
-Fuiste tú la que dijo eso - al fin se dignó a mirarme - Y me he enterado porque soy Noah Flynn, tengo muchos contactos - dijo con aire de superioridad.
-Engreído... - dije negando con la cabeza.
Bueno, tampoco era tan increíble, sólo era Flynn actuando como Flynn.
-Noah, si nos han invitado a la fiesta pues seguro que no saben nada de que yo soy tu hermano y cosas así - intervino Lee.
-Claro - le apoyé - De todas formas si ese chaval tiene un problema con alguien ese alguien eres tú, no nosotros. Vamos a ir a la fiesta tanto si te gusta como si no.
-Pues si vais to también tendré que ir.
-¿¡Qué!? - me empecé a reír - ¿Quieres actuar como nuestra niñera o algo así? - seguí riendo - Pues lo siento pero al parecer "El genial Noah Flynn" - hice las típicas entrecomillas con los dedos - es el único que no puede ir a la fiesta, que lástima.
Noah se rió.
-Eso ya lo veremos - dijo desafiante.
Eso me puso muy furiosa y me dieron ganas de contestarle algo que le bajase los humos pero no se me ocurrió nada...¡Qué rabia me dio!
-Vámonos - me dijo Rachel (que hasta el momento no había dicho nada). Las dos salimos de allí junto con Lee.
-Pues que se vaya preparando porque si Max es tan rudo como él me dijo... - les dije al terminar de bajar las escaleras.
-Él solo se preocupa, Shelly - me dijo Lee.
-Lo que le pasa es que se cree el centro del universo - estaba bastante alterada pero es que ya no soportaba lo engreído que era Noah -, se cree que todo el mundo está pendiente de él todo el rato y...
-Imagínate que Max es tal como te dijo Noah y se entera de que soy su hermano y tu su ex, ¿qué crees que pasaría? - Lee también se puso bastante serio.
-Pues... - no sabía que decir.
-Esta vez no opino lo mismo, Shelly. Creo que él estaba pensando más en nosotros que en él.
-De todas formas si pasara algo no le necesitamos para que nos defienda. Ya somos mayores para arreglar nuestros propios problemas - me alteré un poco más.
Jamás me hubiera imaginado que Lee pensara una cosa distinta a la mía respecto a Noah.
-Pero un poco de ayuda nunca viene nada mal - él lo dijo más calmado y me agarró el hombro.
-Mis ayudas sois vosotros dos - les dije más relajada.
Se hizo el silencio.
-Bueno, no te rayes con lo de Noah - dijo Lee - puede que no le dejen pasar ni pueda colarse.
-Tienes razón. Siento haberme alterado antes - nos dimos un abrazo.
-No pasa nada.
-¿Vamos a hablar con tu madre? Estaba a punto de decirnos algo cuando nos hemos ido - dijo Rachel.
Lee y yo asentimos y la encontramos en el patio trasero. En una tumbona al lado de la piscina.
-Hola - nos saludó.
-¿Qué ibas a decir antes, mamá? - preguntó Lee.
-Pues que podéis ir pero venir a las tres de la mañana como máximo. No me gusta que vayáis a la casa de alguien y además con la playa... Ni se os ocurra bañaros en la playa - nos advirtió - y tampoco bebaís mucho.
-Gracias - le dijimos los tres.
-Vamos a cenar a las nueve así que venir a las ocho y media.
-Vale - dijo Lee - Ahora nos vamos a la playa,hasta luego.
Estábamos a punto de salir...
-Ah,se me olvidaba - los tres nos paramos de golpe - Tenéis que hacer unos turnos para ducharos, como todos los años, y así no discutís cuando os tengáis que preparar para fiestas, cenas...
-Vale - dijo Lee - Adiós.
Los tres subimos a mi habitación.
-¿Organizamos los turnos antes de ir a la playa o al venir? - preguntó Lee.
-Antes - dijimos Rachel y yo a la vez. Nos reímos.
-Si los hacemos después no nos va a dar tiempo a prepararnos para la fiesta - dije.
-Exacto - dijo Rachel.
-Bueno, digo a Noah que pase o... - dijo Lee.
Rachel y yo nos miramos pero claro, nosotras no teníamos esa conexión telepática que yo tenía con Lee.
-Decide tú, Rachel.
-Pues...dile que venga, no se.
-Ahora vuelvo - se fue por la puerta que daba al baño y al minuto volvió a pasar. Acompañado de Noah, claro.
Me senté en la cama de Rachel junto a ella, y ellos en la mía.
El debate estaba a punto de comenzar.
-Nosotras nos duchamos primero, eso está claro.
-Nosotros nos duchamos primero, eso está claro.
Dijimos Lee y yo a la vez, y comenzamos a reírnos.
-Nosotras primero - dije dejando de reír.
-¿Por qué? - dijo Noah.
-Porque necesitamos más tiempo - obvié.
-Tranqui, her - dijo Lee - Si vosotras os duchaís primero, nosotros ponemos el límite de tiempo - Lee y Noah se miraron cómplices.
-Veinte minutos - dijo Noah con una amplia sonrisa.
-¿¡Qué!? - dijimos Rachel y yo a la vez.
-Eso será el tiempo para ducharse, ¿no?
-Ese es el tiempo de ducharse y secarse el pelo, en vuestro caso - dijo Lee.
-Luego no os quejéis si no os dejamos pasar a echaros desodorante, colonia o lo que sea - secundó Noah.
-¿De verdad que solo veinte minutos para todo eso? - dijo Rachel.
-¡Es imposible! Yo tardo mínimo quince minutos en ducharme.
-Pues tardas menos y ya- me dijo Noah. Le fulminé con la mirada.
Después Rachel y yo nos miramos cómplices. No estábamos de acuerdo con ellos pero sabíamos que no iban a cambiar de opinión.
-Vale...- accedimos a regañadientes.
-¿Quién de vosotras primero? - dijo Lee.
-¿Nos turnamos? ¿Un día tú primero y otro día yo? - le pregunté.
-Si, me parece bien.
-Yo primero, hermanito - dijo Noah - Como todos los años.
-Vale - la verdad es que a Lee le daba igual el orden pero años atrás Noah y yo siempre discutíamos para ver quien era el primero. Desde entonces hemos tenido turnos para ducharnos.
Entonces me llegó un mensaje.
Jason: {Enlace}
Es la dirección de mi casa, la fiesta empieza a las once.
Yo: Genial, allí nos vemos.
-Ya tengo la dirección de la... - al apagar el móvil y mirar al frente me di cuenta de que todos me miraban y de que Noah seguía aquí.
-¿De qué? - preguntó Rachel.
-De la casa de Jason.
Noah negó con la cabeza al escucharme decir eso.
-¿Nos duchamos antes de cenar o después? - preguntó Noah.
-Yo prefiero antes porque para prepararse y todo... - dije.
-Recuerda que solo tenéis veinte minutos - dijo Lee.
-Pero cuando os termineís de duchar vamos a pasar para maquillarnos, memo.
-Pues antes de cenar - dijo Rachel.
-¿A qué hora es la cena? - preguntó Noah.
-A las nueve - respondío Lee - A las ocho aquí porque, ya sabéis, quince minutos más quince minutos más quince minutos más quince minutos es una hora.
Rachel, Noah y yo le miramos extrañados.
-Vale... - dijo Noah levantándose. Se fue.
-¿Qué ha sido lo de antes? - dije riendo. Rachel también se rió.
-Bueno, lo que sea. ¿Vamos un rato a la playa? - dijo Lee.
* * * *
Decidimos ir a la zona cercana a la red de voleibol porque Lee nos había dicho que le apetecía estar cerca por si se organizaba alguna competición o un partidillo.
Al llegar ya había gente jugando (Noah con otros chicos) y Lee decidió quedarse viendo el partido mientras que nosotras nos acercamos más a la orilla para tomar el sol.
Cuando pasó una hora decidimos ir con Lee para proponerle ir a algún bar cercano a tomar algo pero él nos dijo que nos quedáramos un rato más hasta que el partido acabase. A Lee le encanta el voleibol y la verdad es que a mí tampoco me desanimaba.
Como siempre habían un montón de chicos y chicas. Las chicas no estaban allí porque les interesase el voleibol o cosas por el estilo, eso nunca, estaban allí solo por Noah. ¿Cómo lo sabía? No paraban de corear su nombre (bueno, su apellido), de mirarle y suspirar o ponerse histéricas cuando él las miraba o las guiaba un ojo... Ellas también tenían un poco de culpa en que Noah fuera tan engreído.
Dejando atrás mis pensamientos, Rachel y yo nos quedamos de pie junto a Lee.
Pasó una hora hasta que terminaron y, como siempre, ganaron Noah y el chico que tenía como pareja. Al parecer nadie podía ganar a Noah en algo relacionado con los deportes, bueno, directamente nadie le había ganado en nada.
Lee fue a felicitarle y seguramente comentarle algo del partido que diría que Noah hizo mal para picarle un poco... Pero una chica de metro setenta y tres, el pelo largo y dorado, ojos azules, figura de modelo y con el bikini más pequeño que he visto, se adelantó a Lee, se le echó encima a Noah y ella le beso. Noah la correspondió.
Yo inmediatamente negué con la cabeza a la vez que rodaba mis ojos y miré a Rachel. Ella también me miró y sonrió.
Pensaba que después de haber estado conmigo Noah habría buscado una novia no un lío de un día pero las redes sociales y ese momento me dejó claro que había vuelto a ser el, llamémoslo, rompecorazones que era antes, el ligón que no se compromete con nadie. Y eso me decepcionó un poco, no se porqué.
-Hey - le escuché decir a Lee. Le miré y vi que esa chica ya no estaba al lado de Noah - Me parece que el mate ha sido muy flojo está vez.
-Claro, hermanito - Noah Le revolvió el pelo a Lee y éste soltó un pequeño bufido e intentó volver a peinarse.
-¿Nos vamos ya? - pregunté en voz alta.
-¿A dónde vais? - preguntó Noah.
-Al bar de siempre - dijo Lee - ¿Te apuntas?
-Tengo planes - dijo con su estúpida y pícara sonrisa. Después se giró hacia la zona en la que se encontraba esa chica y otras más juntos otros muchachos - Ya nos veremos luego - le dio una palmada en la espalda a Lee para despedirse y después se marchó.
* * * *
Llevábamos una media hora en el bar bebiendo un par de Coca-Colas (Rachel y yo) y una cerveza (Lee) mientras hablábamos de los posibles conjuntos. Obviamente, Lee de quejó al principio por el tema de conversación pero al final acabó accediendo y aconsejando, sobretodo a Rachel.
-Creo que el vestido rojo es el más apropiado - le dijo Lee.
-Eso es porque lleva un montón de escote y es super ajustado y corto - dijo Rachel. Yo me reí.
-Este amigo mío...
-¡Ey!
-Perdón, este mejor amigo mío - me corregí y los tres comenzamos a reír - Voy al baño, no os vayáis sin mi - me bajé de la banqueta.
De camino al baño me choqué con alguien.
-Lo siento...
-Tranquila, culpa mía - me dijo con una sonrisa.
Era un chico de mi altura, con el pelo moreno, largo y frondoso. Sus dientes blanquísimos que resaltaban debido a su tono de piel moreno playero (como a mí me gusta llamarlo).
No era muy guapo y no tenía prácticamente musculatura - Tienes unos ojos preciosos - eso me ruburizó.
-Gracias...
-Bueno, espero verte otro día. Adiós.
Tras volver del baño les conté todo a Lee y a Rachel.
-Un chico misterioso - dijo ella, pícara.
-Si - me reí.
-¿Qué hora es? - preguntó Rachel diez minutos después.
-Las siete y media - dije -Es mejor que volvamos a casa.
Ellos estaban de acuerdo y emprendimos el camino de vuelta.
* * * *
Eran las ocho menos diez al llegar así que decidimos ir viendo las opciones de vestuario, sin probarnos la ropa.
-Estas son mis cuatro opciones - dijo Rachel, sacando de su armario un par de pantalones largos, camisetas y vestidos.
La verdad es que me encantó el vestido rojo del que había hablado Lee y además tampoco tenía tanto escote ni era tan corto, muchas chicas irían con vestidos muchísimo más escotados y cortos.
-Rachel, Lee tiene razón. El rojo es precioso - la dije.
-¿Ves? Tengo el mejor gusto para la ropa - Rachel y yo le miramos en plan '¿en serio?' - Bueno, tengo el mejor gusto para elegir vuestra ropa, no la mía - las dos nos reímos.
-¿De verdad creéis que ese está bien? - dijo Rachel, un poco insegura.
-Si, tampoco es tan corto ni tan escotado. Está bien para una fiesta.
-De todas formas, tienes un cuerpazo y ese vestido te lo resalta - dijo Lee, agarrándola por la cintura.
-Calla, tonto - dijo Rachel mientras le apartaba.
-Recordar que no es el día de la hora feliz - dije con una malvada sonrisa burlona.
Rachel se puso roja y yo estallé a carcajadas.
-Que estúpida eres - dijo Lee dándome una colleja, yo me quejé.
-Es coña - dije aún entre risas.
-Lo se - Rachel también se rió - ¿Tengo que esperar a Noah para empezar a ducharme?
-Mmm... - miré mi reloj - Ya son las ocho en punto así que no.
-Vale, pues ya voy a ducharme.
-Recuerda que solo tienes quince minutos - dijo Lee malicioso - Estaré cronometrando...
-Deja de recordárnoslo - me quejé - Si tardamos más no pasa nada, ni que fuérais a entrar para sacarnos.
-No nos subestimes, Shelly - dijo Lee - No nos subestimes.
-Lo que tú digas.
Rachel cogió todo lo que necesitaba y entró al baño.
-¿Me ayudas a elegir la ropa? - dijo Lee con una risita.
-¿No tenías el mejor gusto para la ropa? - dije, sarcástica.
-Venga, Shelly...
-Vale - y ambos fuimos a su habitación.
Al entrar vimos a Noah tumbado en su cama.
-Hey - saludó.
-¿Desde cuándo estás aquí? - preguntó Lee, sentándose en su cama.
Yo me quedé allí, de pie en la puerta.
-Llegué unos cinco minutos antes que vosotros.
-Guay.
-¿Cronometras?
-Claro, sólo lleva... - Lee miró su reloj - un minutos con el agua encendida.
-Ok.
-Yo...me voy - dije dándoles la espalda y a punto de abrir la puerta para marcharme.
-¿No me ibas a ayudar a elegir la ropa? - dijo Lee.
Noah se rió.
-Él te puede ayudar - lo dije con desprecio (me salió decirlo así) y señalé a Noah con la cabeza. Después me fui a mi cuarto y empecé a barajear mis opciones.
Decidí llevar pantalones largos con alguna blusa y al final me quedé entre tres conjuntos que decidí elegirlos después de la ducha.
Así en el baño solo tenía que ducharme, ponerme la ropa interior, una bata y secarme el pelo (esto último, solo si me daba tiempo). El resto lo haría cuando los chicos terminaran de ducharse.
-¡Ya han pasado los quince minutos! - escuché gritar a Lee.
-¡Lo se! - gritó Rachel desde el baño.
Segundos después salió con el pelo húmedo pero ya vestida.
-¿No coges tu ropa? - me preguntó Rachel cuando iba a entrar al baño. Yo solo llevaba dos toallas en la mano.
-Voy a vestirme al salir del baño. Me secaré el pelo en vez de vestirme.
-¡Elle, ¿ya estas dentro?! - gritó Lee.
-Si - fui hacia el baño y primero cerré la puerta que daba con la habitación de los chicos y después la que daba con la nuestra.
Me quité la ropa que llevaba, puse música en bajito, coloqué una toalla en el suelo (para no mojarlo al salir de la ducha) y me metí a ducharme.
Intenté ser rápida y calcular bien el tiempo.
Cuando pasaron ocho minutos, según mis cálculos, yo ya había salido de la ducha y ya solo me quedaba ponerme la ropa interior y secarme el pelo.
-Mierda - no encontraba mi sujetador.
Yo recordaba que lo dejé colgado al lado de dónde estaba la toalla pero allí solo se encontraban mis bragas.
-¡Se acabó el tiempo! - escuché decir a Noah tras ponermelas.
-¡Si solo han pasado nueve minutos!
-¡Llevas dieciséis minutos, Shelly!
-Mierda - miré mi reloj y vi que tenía razón, ya eran las ocho y media. Mis quince minutos habían pasado -¡Espera un segundo! - desesperada, busqué mi sujetador por el suelo por si acaso se había caído.
-¡Sal ya o entro!
Sabía que Noah no sería capaz de entrar así que seguí buscando por el suelo.
-Te he dicho que s... - intenté taparme lo máximo que pude pero era evidente (por la cara colorada de Noah) que me había visto completamente todo y yo en ese momento me quería morir, de verdad que quería que la tierra me tragase.
Sabía que él ya me había visto el pecho desnudo pero no era para nada lo mismo que en ese momento.
-¡Joder, te he dicho que no pases! - yo también estaba roja y tras decirle eso me tapé con una toalla.
-Emm... Perdona, no esperaba...- escuché mascullar a Noah un poco nervioso.
-¡No encuentro mi sujetador, ¿vale?! - notaba como mis mofletes iban cogiendo aún más color. Todo era muy embarazoso.
Entonces vi como Noah cogía algo que estaba colgado en el manillar de mi puerta (de la habitación de las chicas, llamémoslo así) y luego me lo entregó a mi. Era mi sujetador.
-Gracias - me la puse alrededor del cuerpo y aunque me tranquilicé un poco seguía estando colorada- ¿Me dejas un minuto más? - al parecer, al final ni siquiera me había dado tiempo a secarme el pelo.
-Mmm...claro - esperé hasta oír cerrar su puerta para volver a salir.
Ese minuto lo pasé poniéndome el sujetador y secándome un poco el pelo pero quedó igual de húmedo que antes.
'La próxima vez nada de canciones', pensé y la verdad es que sería lo mejor porque las canciones me incitan a quedarme un poco más en la ducha. Las canciones van pasando y la media hora se convierte en cinco minutos para ti.
La hora de ducharse es el momento de paz, de reflexión y de escapar un poco de la vida real pero prefiero renunciar a eso un mes a que vuelva a suceder lo de ahora mismo.
Así que, nada de música en la ducha, Shelly. Nada de música.
Me envolví en la toalla para salir, primero abrí la puerta de los chicos y después la mía para pasar a mi habitación.
Rachel no estaba así que empecé a vestirme tranquilamente.
Al final me decidí por unos pantalones negros, un crop top blanco y una camisa de cuadros de color negro y rojo sin abrochar. Además de unas zapatillas de la marca Victoria de color negro y con un poco de plataforma.
Me veía muy bien con ese conjunto.
-¡Sal ya! - gritó Lee a Noah, se le escuchaba subir por la escalera.
Al rato, Rachel entró al cuarto.
-¿No te ibas a secar el pelo? - preguntó. Yo aún tenía el pelo húmedo y ondulado.
-Un fallo de cálculo que...bueno, luego te lo cuento.
-Vale... - se sentó en su cama - ¿te vas a maquillar antes de cenar?
-No, me secaré el pelo y después de la cena me maquillo y todo eso. ¿Cenamos dentro de quince minutos?
-Dentro de treinta.
-Mejor...¿bajamos a ver alguna serie?
-¡Claro!
* * * *
Cuando Lee bajó al salón yo fui al baño a secarme el pelo y al terminar fui a cenar con los demás.
La cena fue tranquila, bueno, depende de por dónde se mire. De verdad que no podía mirar la cara a Noah, tan solo una vez que nuestras miradas se cruzaron aparté la mía inmediatamente pero eso no evitó que me sonrojara. Era bastante incómodo y obviamente que mi mejor amigo se percató de esto.
-¿Ha pasado algo con Noah? - me preguntó mientras Rachel estaba maquillándose en el cuarto de baño.
-Pues...se resume en que calculé mal el tiempo, no encontraba mi sujetador y al final Noah entró y me vio las tetas, aunque me las tapé con las manos pero... - Lee estalló en carcajadas.
-De verdad, jajaja, eso solo te puede pasar a ti, jajaja.
-Ja, ja, ja, muy gracioso - le tiré un cojín - Pues ahora mientras me maquillo se lo cuentas a Rachel. ¿Qué hora es?
-Diez en punto. La fiesta es a las once, tenemos tiempo de sobra.
-Miré la dirección y la casa está a doce minutos andando.
-¿En primera línea de playa?
-Sep.
-Bien.
Nos quedamos un rato en silencio. Él tumbado en la cama de Rachel y yo tumbada en la mía.
-¿La ropa que llevas es la que vas a llevar a la fiesta? - le pregunté y me reí.
Llevaba una playera de palmeras y unos pantalones cortos marrones.
-¡Claro que no! - dijo riendo - Noah me ha elegido la ropa pero ahora se está vistiendo él. ¿Sabes qué? - se sentó, iba a decir algo en serio así que yo también me senté y los dos nos miramos - Jamás llegué a pensar que me podría llevar bien con Noah pero...me siento genial desde que estamos más unidos.
-Me alegro mucho - sonreí con dulzura.
En ese momento Rachel salió del baño.
-Cuando quieras - dijo, le sonreí y pase.
Saqué todos mis productos de maquillaje y la plancha para el pelo.
Me apliqué el corrector e intenté aplicarme bien la base, ¡por una vez en mi vida logré aplicarla bien!, y el iluminador. Me puse rimel e hice la raya de abajo, no me apliqué sombras de ojos. Terminé pintando mis labios de un toco chocolate claro, que no se notaba mucho.
Luego, me planché el pelo y decidí dejarlo suelto con la línea en el medio.
Me llevó unos treinta minutos hacer todo eso.
Después, abrí la puerta que daba con la habitación de los chicos y pasé a mi cuarto. Rachel estaba sentada en su cama mirando algo en el móvil.
-Hola - saludé - ¿Lee ya se está cambiando?
-Si. ¿De verdad te ha pasado lo que me ha contado Lee? - me senté a su lado.
-Si - quería taparme la cara con las manos pero me daba miedo que se me quitara el maquillaje.
-Joder - soltó junto una risita, yo también me reí - ¿A qué hora vamos para la fiesta? - dijo cuando las risas cesaron.
-Pues supongo que a menos cuarto.
-Vale. Es que ya son menos veinticinco, para ir avisando a Lee
-Si llegamos un poco más tarde no pasa nada.
-Tienes razón - justo en ese momento Lee entró a nuestro cuarto.
-¿Estáis listas? - nos dijo.
Llevaba puesto un pantalón vaquero largo, una camiseta azul marina corta, por encima una 'chaqueta' muy fina (sin abrochar) de color marrón y unas zapatillas también de color marrón.
-Woah, Woah, Woah - espero que Lee aprenda a vestirse gracias a Noah porque, al parecer, los dieciocho años que llevo acosejándole sobre moda no han servido para nada.
-¿Quién ha elegido tu ropa? ¿No me digas que has sido tú solo? - dijo Rachel. Yo me reí.
-¿Nos vamos ya? - cambió de tema porque sino sabía que acabaríamos hablando sobre su mal gusto por la ropa.
-Venga, vamos - dije.
* * * *
-¿Noah va a venir? - preguntó Rachel de camino a la casa de Jason.
Lee y Rachel iban dándose la mano mientras yo solo estaba al lado de Lee con el móvil en la mano siguiendo la dirección que nos indicaba.
-Al final no lo sabe, me dijo que habían surgido unos planes con sus amigos pero que luego se iba a pasar un rato porque mi madre le ha dicho que lleguemos todos juntos a casa- dijo Lee.
Rachel y yo asentimos.
Cinco minutos después llegamos a la casa, estaba en primera línea de playa y no era muy grande.
Llegamos tres minutos 'tarde' pero ya había bastante gente en la fiesta, tanto en la playa (que fue lo que primero vimos) como dentro de la casa.
Encontramos a Jason nada más entrar salón, estaba sentado en el sofá con algunos chicos que yo no conocía.
-Hola - Jason se acercó a nosotros.
-Hola - nos dimos dos besos (en las mejillas, como es típico).
-Estás guapísima - tras decirme esto se acercó a Lee y se saludaron con el típico abrazo de tíos con palmadita en la espalda. Por último le dio dos besos a Rachel (obviamente, en las mejillas).
-¿Queréis algo de beber? - nos preguntó.
-Ahora no me apetece nada, gracias - le dije con una sonrisa.
-Yo una cerveza, ¿y tú? - preguntó Lee a Rachel.
-Un ron cola.
-Vale, ¿me enseñas dónde están las bebidas? - dijo Lee a Jason.
-Claro. Vosotras os podéis sentar con mis amigos, son bastante majos - dijo Jason antes de irse con Lee.
Rachel y yo nos miramos sin saber qué hacer. La gente seguía entrando y la casa ya casi se había llenado de gente así que decidimos sentarnos con los amigos de Jason.
-Hola...-dije bastante tímida - ¿Nos podemos sentar?
Se miraron entre ellos hasta que uno asintió y Rachel y yo nos sentamos en una esquina.
Dos minutos después Lee y Jason volvieron.
-Aquí tienes - dijo Lee a Rachel entregándole la bebida.
-Gracias.
-Elle, Rachel y yo vamos a ir a dar una vuelta por la playa. Tan solo unos minutos, tenemos que hablar de algo... - sabía que iban a hablar algo de la universidad, conozco mucho a Lee y se que a él le preocupa muchísimo el tema de si no los aceptan en la misma uni.
-Vale, no hay problema. - les sonreí - Me quedo aquí con Jason.
-Gracias - los dos salieron de la casa.
-Elle - se sentó a mi lado.
-¿Si?
-En verdad, tengo que ir a buscar a alguien... - dijo Jason.
-Oh...tranquilo.
-¿De verdad te quieres quedar aquí sola?
-Eh, creo que podré aguantar - dije riendo.
-Vale. Chicos, no dejéis que la pase nada - dijo a sus amigos.
-¡Puedo cuidarme sola! - dije haciéndome la enfadada. Jason se rió.
-Hasta ahora - me dijo mientras se levantaba.
* * * *
-¿Tú eres la que sale con Jason? - me preguntó uno de los amigos de Jason.
La verdad es que estaba bastante incómoda.
-Solo tuvimos una cita - dije quitándole importancia al asunto.
-Vaya, vaya...así que no salís - escuché una voz muy grave y masculina detrás mía. Me giré y vi a un chico con el pelo negro, un poco largo y dos cicatrices en la mejilla y en la ceja izquierda. Ojos azul eléctrico. Muy alto, casi tanto como Noah, y un poco más grandullón,algo de grasa si que tenía en el abdomen. ¿Cómo lo se? Llevaba la camiseta en su mano en vez de puesta.
-Max, encantado de conocerte- hizo un gesto, dirigido a los amigos de Jason, e inmediatamente se marcharon.
Entonces, él pasó de estar detrás mía a sentado a mi lado. Vi una sonrisa pícara en su rostro que no me daba para nada confianza.
-Elle, soy Elle - dije bastante seca.
-Tranquila, no te voy a hacer nada - ¿cómo sabía que estaba pensando eso? - Antes de juzgarme tienes que conocerme. Se que la gente habla cosas horribles de mi pero no es así - me miró a los ojos y la verdad es que tenia razón. Lo que Noah me había dicho podría ser mentira...
-Lo siento, tienes razón.
-Bien - hizo un gesto a unos chicos que acababan de entrar y ellos se sentaron alrededor mío.
-Chicos está es Elle - dijo Max.
-A ver... - uno de ellos me levantó y me dio una vuelta.
-Wow, está que se rompe - dijo uno, yo le miré incrédula.
-Esa no es forma de tratar a una chica - Max le dio una colleja.
-Pero si eres tú el que... - Max le tapó la boca - ¿Quieres hacer el favor de ir a coger las bebidas? - le dijo Max, amenazante - ¿Tú que quieres?
-Eh...ron cola - me dio miedo la forma en que lo dijo así que decidí no negarme.
Los demás chicos le dijeron más bebidas y otro decidió ir ayudarle. Yo solo pensaba en donde narices se habían metido Lee, Rachel y Jason, deseaba que alguno viniera y me sacara de allí.
-Bueno, Elle... - me puso un brazo en el hombro - ¿Qué te trae por aquí?
-Jason me invitó, a mi y a unos amigos. Tengo que ir a buscarlos su me disculpaís... - me levanté pero el chico con las bebidas llegó se puso delante mía y me entregó mi bebida.
-Relájate, Elle - me dijo Max mientras yo me volvía a sentar. Estaba aterrorizada. - Tus amigos estarán fuera o en el baño...disfruta de la fiesta ahora. Ya los encontrarás luego - lo dijo de una forma algo siniestra mientras sonreía a sus amigos.
-Anda, bebe un poco. Le he echado poco ron por si no te gustaba mucho pero si lo quieres con algo más voy y te lo echo - dijo él chaval que había ido a por las bebidas.
-Vale...-di un sorbo a mi bebida, sabía bien pero la verdad casi no olía ni sabía a alcohol. Era otra cosa - Si es verdad que has echado poco ron pero da igual.
El chico me sonrió malicioso y entonces empezaron a hablar de sus cosas mientras yo estaba en el medio.
A medida que pasaban los minutos y bebía todo me me empezaba a dar vueltas...en ese momento ni siquiera recordaba que había venido con Lee y Rachel.
-¿Crees que ya le habrá echo efecto? - escuché decir a Max al chico de las bebidas.
-Ya han pasado diez minutos y se ha bebido la mitad así que si, tío. Tan solo pregúntale algo y si dice la verdad o hace lo que quieres pues... Para eso le echamos eso.
-¿Qué...qué se supone que me...me...-no podía terminar la frase, no me sentía con fuerzas y me dolía mucho la cabeza por lo que me la toqué con la mano derecha.
-¿Te llegaste a besar con mi hermano? - me preguntó Max acercándose más a mi.
Quería decirle que a él que le importaba y que me dijeran que coño estaba pasando pero, en su lugar...
-No - dije al instante. Todos se rieron.
-Sabía que mi hermano pequeño no me mentiría - dijo Max, riendo.
-Elle, no te muevas- se acercó aún más y me acarició la rodilla.
Yo quería apartarme pero joder parecía que sólo podía hacer lo que él dijera.
-Ahora te voy a besar y tu me vas a corresponder - al instante se lanzó y yo le correspondí.
Por dentro estaba horrorizada y super nerviosa, no tenía ni idea de lo que me pasaba.
Estuvimos así unos minutos hasta que él paró.
-Que...que... - Dios, no podía más con el dolor de cabeza.
-Vamos - me agarró de la mano e hizo que me pusiera de pie - Tío, dame uno - le dijo a uno de sus amigos. Éste le entregó un condón.
No, Dios mío, ¿no iba a...? ¿verdad?
-N...no - dije con gran dificultad en una súplica.
-Tranquila - dijo con una sonrisa pícara - Mañana no te acordarás de absolutamente nada - se rió y sus amigos con él - Ahora vamos a subir a mi habitación y tú no vas a decir nada ni poner pegas.
Me volvió a agarrar de la mano y tiró de mi hasta cruzar el salón. Sus amigos venían detrás mía.
Noté que alguien me agarró de la mano que me quedaba libre haciendo que Max también se parase.
-Elle, ¿a dónde coño vas? - quería gritar a Noah lo que Max quería hacerme, quería decírselo pero no podía pronunciar palabra - ¿Elle? - se acercó más a mi y me pasó una mano por delante de mis ojos, yo ni me inmuté.
-Vaya, Flynn. Hay que tener huevos para entrar en mi casa - Max se puso delante mía.
-¿Qué cojones la has hecho? - escuché el tono de enfado de Noah pero no podía ver nada más que no fuera la espalda de Max.
-¿A ti que te importa? - dijo Max haciéndose el gallito. - Ahora, sal de mi casa si no quieres que te meta una paliza.
-Eh, tú - dijo Noah a uno de los amigos de Max, a uno que estaba muy borracho - ¿Qué la habéis hecho?
-Hip...solo unas gotas de burundanga y haces con ella lo que quieras - al terminar estalló en una carcajada.
-¡Tú eres gilipollas! - Max se quitó de delante mía y fue a coger a ese chico del cuello de su camiseta - ¡Para qué dices nada!
Mientras eso ocurría, vi como Noah se volvió a acercar a mi. Quería llorar, gritar y pegarle un puñetazo a ese Max, ¿de verdad me había drogado? Dios mío.
Después Noah se volvió a alejar hasta quedar detrás de Max.
Noah le tocó el hombro haciendo que Max bajara al suelo a ese muchacho y se diera la vuelta.
-¿¡Qué!? - dijo Max, haciéndose el chulo.
Al instante Noah le pegó un puñetazo en toda la cara y Max, al no esperarse eso, se cayó al suelo.
-¡Ni! ¡Se! ¡Te! ¡Ocurra! ¡Volver! ¡A! ¡Tocarla! - Noah le dio una patada cada vez que decía una palabra. Todo el mundo miraba la escena.
-Vámonos de aquí - me dijo Noah al terminar. Agarró mi mano y salimos de allí.
Al salir de la casa yo estaba aún más aturdida.
-Shelly, ¿Dónde están Lee y Rachel? ¿De verdad te han dejado sola con esos? Te juro que voy a matar a Max lo de hoy ha sido solo... - a partir de ahí no escuché nada más. Tenía un dolor de cabeza terrible así que solté la mano de Noah. Me quedé allí quieta con mis dos manos puestas en la cabeza mientras todo me daba vueltas.
-¿Estás bien? - Noah se acercó y me apartó el pelo de la cara.
-No... - dije en un suspiro, empecé a llorar - Él... Max iba a...iba a... - las lágrimas brotaban con más facilidad.
-Tranquila - Noah me limpió las lágrimas - Ya estas comingo y no te pasará nada malo, ¿vale? - me levanto la cabeza para que le mirara a los ojos. Yo asentí.
-Voy a llevarte en brazos a un sitio, ¿vale? - volví a asentir y Noah me cogió.
En ese momento Noah me transmitía mucha confianza y me sentí bien al estar con él.
Todo el camino estuve mirando la cara de Noah y cada vez se iba haciendo más borrosa. De vez en cuando tenía que cerrar los ojos y apretarlos muy fuerte, eso hacía que la cabeza me doliera menos.
-Ya hemos llegado.
Miré a mi alrededor y pude distinguir que estábamos en un sitio cerrado y pequeño. Era una especie de cabañita.
Noah me dejó sobre algo blando, supuse que un colchón.
Pasaron unos minutos en los que no podía ver otra cosa que la borrosa silueta de Noah sentado en el suelo.
-¡Joder, Shelly! ¡¿Por qué no me haces caso nunca?! - dijo Noah, alterado -¡Te dije que era chungo y a ti te da igual.! ¡Vas con él y encima casi...! - suspiró - ¡¿Qué hubiera pasado si no hubiera llegado a ir a la fiesta?! Jamás me hubiera perdonado si Max te hubiera hecho algo malo...¡jamás! - está última palabra fue acompañada por un sonoro puñetazo en la pared. Noah respiraba muy agitadamente - Será mejor que mañana te de la charla - dijo más calmado mientras se alborotó el pelo.
La verdad no era muy consciente de lo que Noah me acababa de decir, mis ojos cada vez pesaban más y la cabeza me iba a explotar.
De todas formas yo si que me sentí culpable y recordaba lo que Noah me había advertido días antes.
-Gra...gracias - vi que Noah me sonrió.
-De nada, Shelly. - me dijo con voz dulce. Se acercó a mi - Mañana estarás bien-me acarició la cabeza, era muy agradable - , te lo prometo. Max deseará no haber...
Fue lo último que escuche antes de quedarme dormida.

The Kissing Booth 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora