Capítulo 19: The Kissing Booth 3

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"Noah's pov"

- ¡Elle! - me avalancé sobre ella para evitar su caída - ¡Elle, ¿me oyes?! - mientras la rodeaba por la cintura con un brazo, comencé a moverle la cara despacio con la mano.
No respondía. Estaba inconsciente.
-¡Elle, vamos! - casi grité. Estaba acojonado.
Si la llegaba a pasar algo, yo...
La cogí en brazos y decidí llevarla arriba, a la ducha. Con suerte el agua le haría reaccionar y despertar.
Subí todo lo deprisa que pude con ella en brazos, con cuidado de que con las prisas la dañase con algo.
Dios, sentía una opresión tan grande en el pecho... El corazón se me había parado al verla totalmente desmayada.
En cuanto llegué al baño la metí en la ducha como pude y cogí la alcachofa de la ducha para que el agua le cayera directamente en la cara. Abrí el grifo con temor, si no se despertaba me moría, joder.
- Vamos, Shelly - susurré antes de permitir que el agua saliera, apartando un mechón de pelo de su cara.
Una vez el agua salió, esperé unos segundos a que reaccionara mordiendo mi labio inferior. Estaba temblando hasta que ella abrió los ojos y, por fin, pude volver a respirar sin que doliera.

* * * *

"Elle's pov"

¿Qué había pasado?
Fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando comencé a abrir los ojos y vi el rostro preocupado de Noah. Él corrió a cerrar el grifo de la ducha.
- Elle, háblame. ¿Estás bien? - me agarró de la barbilla con ambas manos para que le mirase a los ojos -. ¿Sigues mareada? ¿Te duele algo? ¿Qué demonios ha ocurrido? ¡¿Sabes el susto que me has dado?! - comenzó a decir muy deprisa, estaba nervioso. Más bien, parecía que había visto a un fantasma.
Sus preguntas me desubicaron más aún.
¿Qué había pasado?, volví a preguntarme. Decidí hacer como si en verdad me acordara de todo.
- Si, estoy bien.
Noah nos sacó de la ducha y fuimos a mi habitación. Me dejó sentada sobre mi cama a pesar de que estaba empapada.
Él se agachó en cuclillas para poder mirarme a los ojos, aunque estuviera un poco más bajo que yo.
-¿De verdad estás bien? - asentí -. ¿Necesitas algo? ¿Agua, zumo, algún refresco? - sacudí ligeramente la cabeza. Entonces, él se llevó las manos al pelo y negó unas cuentas veces -. ¿Tienes la menor idea de lo asustado que estaba? ¡No reaccionabas, Elle!
Eso sí que me desubicó del todo y Noah se dio cuenta. Me conocía demasiado bien como para conocer mis gestos al estar confundida.
- Mierda...- suspiró -, ¿no lo recuerdas? - me mordí el labio inferior, no merecía la pena mentir y negué ligeramente -. ¡Te has desmayado! - comentó alterado.
- Estoy bien... - susurré.
- No, no lo estás - dijo negando efusivamente.
- Noah, tranquilízate, por favor - le acaricié una mejilla -. Estoy bien, de verás.
Él suspiró y nos mantuvimos unos segundos en silencio.
- ¿Qué te pasa, Shelly? Yo... Dios, me asustas - apoyó su cara en mis rodillas -. Si no hubieras reaccionado al meterte en la ducha... - resopló.
Le acaricié el pelo.
- Lo siento. 
Él levantó la cabeza de mi regazo y me miró directamente a los ojos. Me alegró ver preocupación en ellos. Prefería eso al desprecio y el enfado que antes me dirigía.
Noah abrió la boca, dispuesto a decir algo, pero finalmente dudó y suspiró. Le miré, confusa, hasta que asintió para sí mismo, dándose ánimos, y se atrevió a hablar.
- Tengo...tengo una teoría de qué puede ser lo que te está pasando - le miré, extrañada -. Ahora vuelvo - de repente, se levantó y salió por la puerta. Yo me quedé observando por donde se había ido casi corriendo, confusa.
Apareció unos dos minutos después con una cajita en su mano... Espera, ¿eso era lo que yo creía?
Le miré con la boca abierta.
- Noah, dime que no piensas... - él se sentó a mi lado y me agarró la mano.
- Sí. Tus mareos y el desmayo que acabas de sufrir creo que me dan garantías y motivos para pensar en que es una posibilidad - dijo con mucha seriedad.
- ¡Yo no estoy embarazada! - me solté de su mano.
- No lo sabes.
- ¡Sí lo sé! ¡Noah, por algo me someto a la inyección anticonceptiva!
- Hay un dos por ciento de probabilidades de que falle, me he informado.
- ¡Noah, no estoy embarazada! - negué rotundamente.
- Pues hazte la prueba y así salimos de dudas - dijo obvio.
- ¡No pienso hacerme esa prueba! - solté indignada.
- ¡Solo es una prueba, no te cuesta nada! ¿De qué tienes miedo si dices que no estás embarazada? - me tendió el test de embarazo -. Así salimos de dudas, Elle, por favor.
Me quedé mirándole a los ojos, no pude evitar pasar mi mirada de sus ojos al predictor unas cuantas veces. Noah tenía razón.
Al final, suspiré.
- Vale - accedí, cogiendo el test y levantándome de la cama.
Antes de cerrar la puerta de baño observé a Noah con curiosidad, él no apartaba los ojos de mí mientras se mordía el labio inferior, parecía expectante incluso antes de hacerme la prueba.
- Ponga lo que ponga, todo estará bien - me dijo y dedicó una sonrisa y yo cerré la puerta, inexpresiva.
Entonces me apoyé contra ella y suspiré, mirando lo que tenía en las manos. Los recuerdos de la primera vez que hice aquello me asaltaron y sonreí nostálgica por lo que pudo pero no llegó a ser. Aunque por aquel entonces al menos tenía la garantía de que Noah me quería de verdad pero, si ahora estaba embarazada, tan solo estaría a mi lado por deber. Porque lo que yo había dicho antes era cierto. Él había olvidado quererme.

The Kissing Booth 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora