Capítulo 12: The Kissing Booth 3

2.3K 67 30
                                    

A las dos de la madrugada entré al cuarto de Lee y Noah, ya que era el día de la hora feliz, y Noah aún no había llegado de su salida con los amigos.
Me parecío muy raro que siguiera por ahí tan tarde cuando normalmente llegaba a casa a la una de la madrugada.
"¿Dónde demonios se habrá metido?"
Media hora después escuché la puerta principal abrirse y salí inmediatamente de la habitación.
Mientras bajaba la escalera vi la luz de la cocina encendida y al pasar me encontré a un Noah muy pero que muy borracho apoyado en la isla de la cocina bebiendo agua.
Él me miró sin ningún tipo de emoción en el rostro y siguió a lo suyo.
Yo me puse delante de él, con los brazos estirados apoyándome en la isleta.
-¿Dónde estabas? - dije molesta.
Cuando se terminó el vaso entero de agua contestó:
-Por ahí.
"Vas por muy mal camino, Noah Flynn..."
-Estaba preocupada - probé a ver si mostrándome menos enfadada me contaría dónde había estado.
Rodeó la isla hasta colocarse detrás de mi, me agarró por la cintura, presionándome contra él, y me susurró al oído:
-Elle, no eres mi madre - me besó en el cuello-. Solo me lo he pasado muy bien con mis amigos que es lo que importa - me dio la vuelta para tenerlo al frente y dejó un beso en mi mandíbula -. ¿Sabes lo cachondo que estoy? - me apretó el culo - El whisky saca al depredador sexual que llevo dentro - me mostró su media sonrisa y se lanzó a mi boca.
Debo admitir que sus comentarios fueron muy prometedores... Me dije que mañana le volvería a preguntar y le reñiría por llegar tan tarde.
Al terminar el beso Noah me alzó por las caderas para sentarme sobre la isla y se metió entre mis piernas.
Dios, estaba potente.
Continuamos besándonos entre gemidos y jadeos hasta que Noah se separó para desabrocharse el pantalón.
-Noah... - dije recuperando el aliento - no es buena idea hacerlo. Estás borracho.
-¿Y? Te deseo. Será rápido, te lo prometo - terminó de desabrocharse el pantalón y yo lo miré. Aún no estaba convencida del todo de hacerlo con él así. No quería que se creyera que cada vez que apareciera borracho yo le recibiría con las piernas abiertas pero en aquella ocasión sucumbí al placer de la carne.
Al fin y al cabo, todos cometemos errores.
Noah terminó de desvestirse e hizo lo propio conmigo. Dijo que le encantaba desnudarme y notar como se me aceleraba el pulso y se me ponía el vello de punta en las zonas que rozaba.
Tras ponerse un condón me acercó al borde de la isla y le recibí con las piernas abiertas, cerniéndolas después alrededor de su cadera.
-¡Dios! - gimió Noah.
Yo tenía las manos detrás, apoyadas contra la isla de la cocina, mientras Noah me penetraba cada vez más duro y rápido.
Aquella ocasión fue todo sexo, no nos besamos ni una mísera vez.
Al terminar Noah se alejó casi inmediatamente y tiró el condón a la basura mientras yo seguía apoyada recuperando el control de mi respiración.
-Genial - me dijo dándome un beso en la frente tras ponerse los boxers y me dio mis bragas y mi pantalón de pijama que habían acabado el el suelo.
Yo me los puse, junto a la camiseta de pijama que tenía al lado, y él recogió su camiseta y su pantalón vaquero.
-Vamos - señaló el camino hacia la escalera con un movimiento de cabeza.
Yo me bajé de la isla de la cocina y le seguí.
¿Sabéis esas ocasiones en las que te sientes completamente extraño con una persona, como super incómodo? Esa fue una ocasión así para mi. Noah nunca se había mostrado tan...indiferente. Siempre era muy cariñoso y me abrazaba, solía decirme algo más que un "Genial" y un "Vamos" pero lo achaqué todo a que seguía muy borracho y estaría cansado.
Al llegar a la puerta de mi cuarto Noah me dio un pico.
-Que descanses.
-Igualmente.
Y él entró a su cuarto.
Lee le siguió unos segundos después.

* * * *

Mosqueada.
Así es como estaba ahora mismo y como había estado durante estos días.
¿Por qué? Ahora os lo explico.
El viernes Noah estuvo normal conmigo. Muy cariñoso aunque no en el sentido de estos días anteriores, no sé si lo captais...
El sábado estuvo más pasota. Al terminar de desayunar me lo "encontré" en la cocina, me dio un pico antes de irse y ya. En la playa no me saludó y más de lo mismo durante la comida, la cena y por la noche.
El domingo fue el día estrella. No me lo encontré ni para desayunar. Le envié unos cientos de mensajes porque no dio señales de vida hasta las doce de la mañana del lunes. Al parecer se había ido a la fiesta de Dylan (a la que Lee, Rachel y yo dejamos de ser invitados por lo que pasó el día del karaoke) y se quedó allí a dormir.
Mentiría si no dijera que me preocupó lo que podía haber llegado a hacer esa noche y con quién pero no lo demostré.
El lunes y el martes me remató. Le pregunté si quería quedar conmigo a solas en algún bar o no se hacer algo juntos y dijo que ya tenía planes... Ambos días le vi en la playa bebiendo cervezas con su grupo de amigos y amigas como hacía todos los días pero claro, no podía hacer un hueco en su apretada agenda para quedar conmigo y tomarnos algo... No, claro que no.
Para follar si quería quedar conmigo pero para lo demás no... O al menos fue esa la sensación con la que me quedé.
Así que aquel martes por la noche, cuando fui a su cuarto nos besamos y me dijo de forma ilícita que lo hiciéramos le dije que estaba cansada y no me apetecía. Él pareció creérselo porque solo me dio un beso en la frente y volvió a su cama sin rechistar.

The Kissing Booth 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora