VI

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*Narra Yan An*

- Yeo, quieres ir a comer a algún lugar en especial?
- Mmmm... Pues no, en verdad. - dijo pensativo.
- Sabes que tengo un piso alquilado en la ciudad? Podemos comprar algo de comer y comemos allí, más tranquilos...
- Me parece una idea estupenda, Yan An! Era el piso donde vivias cuando te mudaste aquí?
- Si! Te parece si te cocino algo? O prefieres comprar algo ya hecho?
- Te dejo sorprenderme...

Fuimos a comprar. Decidí hacerle algo de comida yo, y comprar unas botellas de vino, y algo por si después nos apetecía...
Cuando llegamos, me puse a cocinar mientras el miraba como lo hacía.

- Yeo, puedes servirte una copa...
- Está bien... Pero creo que has comprado demasiado. Si sobra podrás invitarme otro día a cenar - se rió.

Acabé después de un rato de prepararle la comida. Se la serví, le servía más vino y cenamos juntos como enamorados... O mejores amigos.

- Está bueno?
- Delicioso Yan, me encanta! Enhorabuena, de verdad!

Me sonrojé un poco. También habíamos comprado unos pastelitos para el postre. Cuando los acabamos, fui a lavar los platos mientas le dije a Yeo si quería sentarse en el sofá a ver algo de televisión.
Pasó un rato y allí estaba, Chang Gu solo, con una botella de vino acabada a su lado y con síntomas de embriaguez.

- Hoooombre! Si es Yan An! Eres un chinito muy guapo, lo sabes?
- Yeo, estás ebrio...
- Mmm... Un poquito, sí. Hacía tiempo que no me divertía... Salgamos de fiesta!
- No creo que sea buena idea, Chang Gu...
- Claro que lo es... Vamos, sígueme! - intentó incorporarse, pero se calló encima de mí, redondo.
- Veo que estabas cansando, Oppa... Sarang Haeyo.

Cogí en brazos a mi amigo. Le llevé a mi antigua cama, le quité la ropa, le arropé, y le besé la frente. Abrió un poco los ojos:

- Sarang Haeyo, Yan An.

Apagué la luz, y me fui a dormir al sofá.
Cuando ya llevaba un rato dormido, Chang Gu me vino a despertar, a eso de las 2:30 de la mañana.

- Perdona Yan, pero no recuerdo mucho... Quieres venir a dormir a la cama conmigo? - ya se le había pasado un poco el efecto del alcohol.
- Está bien... Así no tendré miedo. - bromeé

Nos metimos juntos en la cama. No era una cama pequeña, así que había sitio suficiente para los dos. Pero a el parecía no importarle el espacio. Se pegó a mi, cogió mis brazos, se rodeó y durmió como un bebé.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora