Lemon Yan-Gu

LXI

* Narra Yeo *

Tan solo faltaba un mes para nuestra boda. Ya lo teníamos todo preparado y organizado. Muy bien organizado. Queríamos que todo fuese perfecto. Todos los chicos nos ayudaron mucho, especialmente Hongseok.

Ese día recibí una llamada. Era mi hermano. No era una buena noticia por el tono en el que hablaba.

- Chang-gu...
- Si, dime, que pasa?
- Papá está muy enfermo. Es posible que... Bueno, que no aguante mucho más tiempo con nosotros...

No derramé una sola lágrima. Seguía sintiendo rencor por lo que nos había hecho a Yan y a mi.

- Por qué llamas?
- Dice que quiere veros. A ti y a Yan An.
- Por que debería ir? Seguro que monta un numerito. No quiero que Yan An sufra por culpa de ese idiota.
- Chang-gu! - me reprendió - es tu padre, aunque te haya hecho daño tienes que respetarle. Que quieras venir o no es cosa tuya, pero no quiero que le insultes.
- Lo siento. No quiero ir.
- Está bien, quieres que se lo diga?
- No quiero que nos nombres siquiera. Si habla de nosotros evade el tema como sea.
- No creo que eso sea lo correcto, pero si así lo deseas, así lo haré.
- Gracias. Adiós.

Colgué el teléfono en cuanto pude.

- Hyung! - gritó Yan asustándome - quien te llamó?
- Mi hermano.
- Que quería?
- Mi padre está enfermo y a lo mejor se muere. Me ha dicho que quería vernos antes de eso, pero le he dicho que no iremos.

La expresión de Yan An se volvió seria. Se acercó a mí y me agarró por los hombros.

- Por favor, Changgu, entra en razón. Debemos ir. Es tu padre, si el fallece... Seguro te queda mal sabor de boca por no haber arreglado las cosas. A mí por lo menos me quedará...

Me miraba con ojos de cachorro.

- No quiero ir.
- Por qué?
- No quiero que te haga más daño.
- No me va a hacer más daño. Te lo prometo.
- Aún así... No quiero ir...
- Por qué?

Trataba de mantener mi rostro serio, pero no conseguí estar así mucho tiempo. Lloré como un niño. Yan An me abrazó como siempre hacia. Sus abrazos eran mi calma.

- No tienes que contármelo si no quieres...
- En el fondo tengo miedo de despedirme. Le odio, pero es mi padre, imaginar que nunca más estará ahí me duele tanto...
- Por eso debes ir. Para que sepa que en el fondo le quieres. No crees que tengo razón?
- Tal vez... Sí... Iremos.
- Dentro de 2 horas hay un tren.
- Vámonos Yan An. Tenemos que ir.

Agarró mi mano con mucho cariño y me besó.

- Ese es mi chico. Sarang Haeyo, Yeo.
- Sarang Haeyo, Yan An.