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* Narra Yan An *

- Changgu! - llamé enérgicamente a mi novio, quien estaba en el baño acabando de ducharse.
- Que! - gritó innecesariamente alto.
- Voy a llamar por videollamada a mis padres para darles la noticia, vístete y ven rápido.
- Vooooy - contestó alargando la vocal.

Tardó 4 minutos más en salir arreglado, perfecto para una videollamada y hasta para salir a cenar.
Pulsé el botón para iniciar la videollamada. Tardaron alrededor de 20 segundos en contestar. Lo hizo mi madre, quien saludo muy entusiasmada.

- Hola mis niños, qué tal todo??
- Hola mamá, todo va genial, cómo estáis por ahí?
- Bastante bien! Dime hijo, que querías?
- Tenemos que deciros algo; están papá y la abuela? Que se pongan también.

Se ausentó durante medio minuto. Volvió con mi padre y mi abuela. Ella se sentó en el medio, y cada uno de mis padres se sentó a un lado.

- Hola guapos. - dijo encantadora mi abuela.
- Hola abuela. - contestamos juntos.
- Tenemos una noticia que daros... - comenté en tono preocupado. Hice una señal a Yeo para que lo dijera junto a mi, y dar juntos la noticia.
- Nos casamos!

La cara de los tres fue un verdadero poema al principio. Quedaron sorprendidos, y empezaron a celebrar. Mi abuela aplaudía feliz, y mis padres daban saltos de alegría mientras se abrazaban. Miré a Chang-gu, quien observaba la escena con una hermosa sonrisa.

- Obviamente estáis invitados, y me gustaría mucho poder utilizar el traje de boda de papá. Queremos hacer una ceremonia diferente, Yeo vestirá un traje tradicional coreano, y yo uno chino.
- Seguro que es una boda hermosa. Donde la celebraréis?
- Como en Corea no es legal, y en China tampoco... Hemos decidido ir a casarnos a Hawaii. - se pronunció Yeo después de guardar silencio un rato.
- Vaya, vaya, veo que has mejorado el chino eh, Chang-guie - comentó mi abuela simpática.

Él rió e hizo con su cabeza un gesto afirmativo.

- Esperamos con ansias que llegue el gran día, os mandaré el traje mañana mismo. - dijo mi mamá.
- Muchas gracias mamá, os queremos mucho, ya hablaremos y os daremos más detalles. Os quiero, adiós.
- Adiós queridos, besos! - contestaron los tres a la vez.
- Muchas gracias por su apoyo, les queremos! - finalizó Yeo.

Nos despedimos con la mano y acabamos la llamada.
Chocamos nuestras manos en señal de victoria. Había sido mucho más agradable que con la familia de Yeo.

- Que hermosa familia tienes, Yan...
- Que hermosa familia tenemos, hyung.

Sonrió ante mis palabras y me abrazó. Acaricié su mano con cariño, como solía hacer. Él apoyó su cabeza en mi hombro, y nos quedamos en aquella tierna posición un tiempo el cual no sabría decir, quizás segundos, puede que minutos, o a lo mejor horas. Perdí la percepción del tiempo. Pero me gustaba estar así, así que no le di demasiada importancia al tiempo, cuanto más, mejor.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora