XV

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*Narra Yan An*

Volvimos a casa. Al llegar, todos me preguntaron qué tal se encontraba Yeo.

- Él está perfectamente chicos, no tienen de qué preocuparse... El médico dijo que fue un bajón de azúcar.
- A partir de ahora, hasta que no comas, no te mueves de la mesa, entendido? - le replicó con media sonrisa en la boca Hong Seok a Yeo.
- Está bien Omma... Gracias por preocuparos todos por mi. Sois geniales. - dijo Chang Gu con lágrimas en los ojos.
Él era una persona muy sensible... Le afectaban las cosas mucho, y se emocionaba con muy poco. Cualquier gesto de cariño, afecto o por acordarte de él en ciertas ocasiones, hacia que se emocionase y acabase hecho un mar de lágrimas. Era una persona muy buena y agradecida, aunque verle llorar, en muchas ocasiones, me partía el corazón.

- Creo que debería irme a descansar...
- Te prepararé la cena y Yan An te la llevará después, de acuerdo?
- Sí, Omma... Muchas gracias.

Todos le abrazaron y se fue a nuestra habitación. Hong Seok le hizo la cena, y, como había dicho, me hizo llevársela. Yo ya había cenado algo mientras Hong Seok Omma cocinaba... Así podría estar con Yeo más tiempo.

- Chang Guuu! - dije abriendo la puerta con el codo - te traigo la cena.

Yeo estaba en su cama, tapado hasta las orejas.

- Quieres que te dé yo la sopa?

Asintió con la cabeza. Sentía que mi corazón latía muy fuerte. Esa sensación de estar cuidando a alguien me hacía sentir muy bien conmigo mismo.
Cuando acabó la sopa, le di un poco de carne con verduras, pero no quiso acabarselo.

- Lo siento, Yan... No puedo comer nada más... Me siento muy llenó... Pídele perdón a Omma por no poder acabar la comida...

Le retiré la comida y se la llevé a Hong Seok a la cocina.

- Ha dicho que no quiere más... Y que te pida perdón de su parte por no poder acabarselo...
- No pasa nada. Tampoco tenemos que forzarlo. Espero que mañana se encuentre mejor. Tú vete a descansar, y si necesitáis cualquier cosa, avísame. - Después de esto me besó la frente como solía hacer.
- Gracias Omma. Te quiero! - le dije y le abracé.

Volví a la habitación. Yeo ya estaba dormido. Intenté entrar con el menor ruido posible, pero aún así se despertó.

- Chinito... Ven a dormir conmigo, por favor...
- Está bien Hyung.

Me quité la ropa y me metí en su cama.

- Estás muy calentito Yan... Puedes abrazarme?

El me dió la espalda y yo le abracé.

- Así?
- Así está perfecto.
- Sarang Haeyo, Yeo.
- Sarang Haeyo, Yan.

Antes de cerrar los ojos le besé el cuello. Luego me quedé profundamente dormido.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora