LXXV

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* Narra Yeo One *

Realmente no sabía que querían mis padres. Seguro que aquello era idea suya y que acabarían metiendo mierda para que me sintiese mal, como siempre.
Cuando se aproximó la hora en la que mi hermano me había citado, me preparé. Me puse unos pantalones cortos beige y una camisa tipo hawaiana. Unas sandalias negras, unas gafas de sol y un sombrero completaron mi look.
Yan An me acompañó hasta el sitio que me había indicado mi hermano, y al verlo llegar, se despidió de mí con un beso.

- Suerte hyung, te quiero.
- Yo también te quiero.

Mi hermano le dió un apretón de manos a Yan An, y, después de esto, se fue.

- Es un gran chico, Chang-gu.
- Sí, lo es.

Nos sentamos en una mesa y ordenamos un café cada uno. Tardaron poco en traernoslo acompañado de un dulce típico hawaiano, malasadas.

- Y papá y mamá? Tardan mucho...
- En realidad no les he dicho nada.

Arrugué la nariz y pregunté por qué no les había dicho nada.

- Quería hablar contigo a solas...
- Está bien... Sobre que quieres hablar?
- Sobre el amor.
- No te entiendo...
- Creo que durante este evento cupido me ha flechado.
- En serio? - dije emocionado - Y quien es la desafortunada?

Nos reímos y me miró a los ojos.

- Es una mujer increíble...
- Si... Pero no me sacas de la duda...
- Está bien... - guardó silencio durante unos segundos hasta que le hice un gesto para que se animara por fin a decírmelo - Es... La abuela de Yan An.

Escupí mi café en su cara y empecé a toser muy fuerte.

- QUÉ!? - pregunté muy sorprendido.
- Es una mujer realmente increíble, y aunque sea mayor se mueve muy bien...
- QUÉ!? - pregunté todavía más alto, llamado la atención de todo el mundo.

Guardó silencio y se limpió la cara con una servilleta.

- Dime, que has hecho? - dije un poco enfadado.
- Que hemos echo. Las relaciones son cosa de dos, o en cualquier caso de más...

Mi boca y mis ojos se abrieron hasta un punto el cuál yo desconocía que pudieran abrirse.

- Dime qué estás de broma, por favor dime qué estás de broma.
- Que tiene de malo que haya hecho el amor con ella?
- ES LA ABUELA DE MI MARIDO, POR QUE NO TE PREGUNTAS MEJOR QUE NO TIENE DE MALO!? - Todo el mundo me miraba asustado, y me levanté un momento al baño.

Me miré al espejo y aparté la vista. En aquel momento hice algo que nunca antes había hecho. No sé qué me motivó a hacerlo, pero lo hice. Metí mis dedos en mi boca hasta que sentí una arcada. Quería vomitar, lo necesitaba. Seguía con los dedos en mi boca cuando alguien llamó a la puerta.

- Hyung, soy yo... - la voz de Yan An me hizo quedarme en blanco. - Tú hermano me ha buscado y he venido corriendo, puedes abrirme?

Lavé mis manos y metí un poco de agua en mi boca para después escupirla. Abrí la puerta y se abalanzó sobre mi.

- Tienes que dejar de encerrarte en los baños Yeo... - Dijo abrazándome con todas sus fuerzas. Lloré en silencio petrificado, sin poder decir nada.

Yan An me dió la mano y me llevó a nuestra habitación. Luego salió un momento y volvió a entrar.

- Tu hermano me ha dicho que ha hecho cosas con mi abuela... Me da un poco de mal rollo pensarlo...

No contesté.

- Changgu, estás bien?
- Necesito ayuda Yan An, de verdad la necesito.

Le expliqué lo que había intentado hacer en el baño y me prometió que en cuanto estuviéramos de vuelta en Corea tendría al mejor especialista a mi disposición. Para volver faltaban dos meses. Nuestra luna de miel consistiría en dar la vuelta al mundo, visitando algunos países que teníamos en nuestra lista de deseados.

- Changgu, si quieres cancelamos la luna de miel para un futuro, cuando ya estés bien. No quiero que corras riesgos innecesarios.
- No es necesario Yan An. Lo único que deseo ahora es despejar la mente, viajar contigo. Cuándo estemos de vuelta me curaré.

Me miró con preocupación y me besó la mejilla.

- Sarang Haeyo, Yan An.
- Sarang Haeyo, Yeo Chang Gu.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora