Lemon Yan-Gu

XXVII

*Narra Yan An*

- QUÉ!? - preguntó sobresaltado después de un largo rato Shin Won.
- Pues lo que he dicho, llevamos 9 meses... Pronto será un año. Cuál es el problema? - contestó Yeo sin dudar.
- La verdad es que no sabía que vosotros fueseis... Gays? - volvió a preguntar Shin Won, que parecía ser el único capaz de reaccionar.

Yeo se quedó callado, serio, mirando fijamente a Shin Won.

- Yo tampoco sabía que era gay. Es más, yo no sabía que era nada. Pero empecé a sentirme atraído por Yeo... Y al parecer el sentía lo mismo. No creo que tenga nada de malo. - dije yo.
- Yo soy bisexual.

Todos nos quedamos mirando al autor de aquellas palabras. E'Dawn acababa de salir del armario con toda la tranquilidad del mundo.

- Nunca os lo dije por miedo, supongo... Quizás me judgaríais. Ellos me han impulsado a decirlo, y la verdad es que me siento mucho mejor. - dijo sonriendo.
- Yo creo que también soy bisexual. - Hui había decidido hablar.
- Está bien... Yo soy gay. - confesó Kino
- Yo creo que también lo soy... - dijo Hong Seok.
- ¿Y la novia que tuviste cuando eras más joven? - le replicó Yuto.
- La verdad es que solo fui su novio por que aquello era lo normal, no quería ser un niño raro... Fue una estupidez. Pero en realidad nunca me ha atraído físicamente una mujer.
- Yuto es bi.
- Y tú también, Woo... - contestó el japonés.

Todos nos estábamos viendo entre nosotros. Era impactante la situación. Nunca habíamos hablado de aquello por miedo, pero en realidad no teníamos nada que temer.

- En este país no está bien vista la homosexualidad... Vaya 10 nos hemos juntado...
- Por qué lo dices, Jinho Hyung? - preguntó Kino.
- Acabáis de confesar todos vuestra orientación sexual, y no hay ningún hetero aquí. Y desde luego yo no soy la excepción.
- Yo si que lo soy. - contestó Shin Won.
- Venga ya! - exclamó Hong Seok dándole un beso en los labios.
- Vale, yo tampoco soy la excepción. - susurro con la cara roja.

Todos nos reímos. Me sentía bien de estar con nuestros amigos y poder ser nosotros mismos. Estaba feliz. Miré a Yeo a los ojos y luego le besé.

- Sarang Haeyo. - le susurré al oído.

Me sonrió y apoyó la cabeza en mi hombro.
Me sentía liberado.