XXII

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* Narra Yan An*

Estabamos en el bosque, juntos, buscando la cabaña cuando, sin darme cuenta, metí el pie en un agujero y me caí.
Sentí un dolor indescriptible, el dolor más fuerte que jamás sentí.

- Yan! - gritó Yeo agachándose para levantarme.
- Me duele, mucho... - dije con las lágrimas callendo por mis mejillas.
- Tranquilo Yan, respira mi amor... - me dijo intentando tranquilizarme, pero yo seguía llorando y sin soportar el dolor.

Entonces sacó unas fuerzas que yo no sabía que tenía, y me levantó. Me dolía mucho, así que no quise apoyar la pierna.

- Sube a mi espalda.
- Pero soy demasiado pesado para ti Yeo...
- Confía en mí - me dijo con una lágrima callendo por su cara - solo quiero ayudarte Yan An. Yo te amo.

En aquel momento me subí a su espalda. No quería hacerle daño.
Al principio tembló un poco, pero después continuó con pasos firmes.
No teníamos claro nuestro rumbo, así que vagamos por el bosque sin rumbo hasta que encontramos la cabaña.
Estaba abierta. Se entraba en un salón-cocina bastante amplio. Al fondo, había un pasillo que llevaba a un baño y a dos habitaciones. Estaba completamente abastecida.
Yeo me dejó en el sofá que había en la primera sala, y fue a explorar la casa, por si había botiquín.
Mientas yo me miraba la pierna. Seguía doliendo mucho, y parecía estar rota.

- Encontré algo... - dijo Yeo leyendo un libro y con un botiquín en la mano - Creo que está rota... Déjame ver...

Se puso a rebuscar en el libro hasta que encontró algo. Luego se puso a buscar por toda la casa y volvió con dos tablas rectas y unos trapos.

- No tengo claro como hacer esto... Pero aquí pone que debo poner una tabla a cada lado de tu pierna y atarlas con algo... - En ese momento cogió los trapos y los puso por debajo de mi pierna. Luego colocó las tablas y anudó los trapos.
- Muchas gracias Yeo, no sé qué haría yo sin ti...

Se acercó a mí boca y le di un cálido beso.

- Voy a buscar leña fuera un momento. Al volver llamaré a urgencias.

Tardó poco menos de cinco minutos en volver con mucha madera.

- Está nevando mucho... Es mejor que llame ahora...

Cogió su móvil y se metió en una de las habitaciones. Al rato volvió.

- Dicen que estamos en una zona inaccesible en este momento, que tendremos que esperar a mañana... Pero yo cuidaré de ti hasta entonces, vale?
- Eres el mejor hyung que se puede tener... - le dije incorporandome y besándole otra vez. - ven, túmbate encima mía.

Le abracé durante un buen rato.

- No te voy a soltar Oppa...
- No quiero que me sueltes, chinito...

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora