XLII

52 6 0
                                    


* Narra Yeo One *

Me sentía cómodo en China. A veces no entendía lo que la gente decía, pero me gustaba estar allí igualmente. Mis suegros eran perfectos, y la abuela de Yan An era un verdadero ángel.
Por la tarde del día que dieron a la madre de Yan de alta, fuimos al museo de arte contemporáneo. El arte verdaderamente me atraía, y no me decepcionó en absoluto el museo.
Después de la visita caminamos sin rumbo por la ciudad, con nuestras manos entrelazadas y nuestros corazones llenos de amor. Sentía que cada día mis sentimientos por mi compañero crecían. Sentía que lo amaba más y más cada día que pasaba.
Finalmente acabamos en un parque.

- Yan.
- Dime hyung.
- Que pone en ese cartel?
- Prohibido acampar y Yeo Chang Gu es hermoso.

Le di un golpe en el brazo y me sonrió. Amaba sus sonrisas tontas. Era realmente tierno.

- Tonto. - le llamé.

Me agarró de la cintura y me puso encima de su hombro, como si fuese un saco. Yo pataleaba débilmente y le daba golpecitos en la espalda mientras reía.

- Te voy a secuestrar para que seas solo mío!

Cuando me bajó, ambos reíamos como tontos. Me miró a los ojos y volvió a levantarme, pero está vez para besarme.

- Adoro tus besos, Oppa.
- Yo te adoro a ti. - dije tocándole la punta de la nariz con el dedo. - Mi príncipe.

Sonrió tímidamente y volvió a besarme. Todo era perfecto entre nosotros.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora